lunes

Micro Relato 08


BASES
1.- Los micro-relatos presentados tendrán una extensión máxima de 200 palabras, el tema es libre y estarán escritos en castellano. Deberán ser originales, inéditos y no haber sido premiados con anterioridad en cualquier otro concurso o certamen.

2.- Cada autor podrá presentar un máximo de 3 relatos. Podrá concurrir a este concurso, cualquier persona interesada. Se establecen 2 categorias:
A, a partir de 18 años. B, hasta 17 años

3.- Los trabajos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto en formato: .doc, .rtf , .sxw , ó .txt .
La dirección de correo electrónico, donde se remiten los micro-relatos es:

En el texto del correo electrónico deberá facilitarse la siguiente información:
a.Titulo del micro relato.
b.nombre y dos apellidos.
c Categoria en la que se participa (A, ó B) y
d. teléfono de contacto.

4.- El plazo de presentación de los micro-relatos, se inicia el día 1 de marzo, a las 00.00 horas y finaliza el 31 de marzo a las 24.00 horas.

5.- De los micro-relatos presentados por cada Categoria, un jurado seleccionará 3 micro-relatos finalistas , de los cuales se elegirá un ganador.

6.- El micro-relato ganador en cada cateogría obtendrá un premio de 107,3 € , lote de libros y diploma . Los finalistas de ambas categorías tendrán un premio de diploma y lote de libros.

7.- El jurado calificador, emitirá el correspondiente fallo, que se hará público El DÍA DEL LIBRO -23 de abril- en un programa de radio especial, así como en la página web www.ondapoligono.org

8.- La Asociación Cultural Onda Polígono podrá publicar en su página web todos los trabajos presentados en cualquier momento.

9.- El fallo del jurado será inapelable y se adoptará por mayoría simple de sus miembros, quedando aquél facultado para la resolución de cuantas incidencias pudieran surgir en el curso de las deliberaciones.

10.- Los participantes, por el hecho de tomar parte en este concurso, aceptan todas las condiciones que se especifican en el mismo y se someten expresamente a ellas.

11. No podrán presentarse a esta edición los ganadores de la 1ª edición.







GANADORES

Categoría A:

Ganador: Relato 48. Contra todo riesgo. Ernesto Ortega Garrido. 40 pts. Madrid

Finalista 1. Relato 59. La vida de las cosas. Mercedes Martín Alfaya. 39 pts. Benalmádena (Malaga)

Finalista 2. Relato 10. Se enamoró. Miguel Angel Carcelén Gandía. 37 pts. Toledo.


Categoría B:

Ganador: Relato 14. Rutina interrumpida. Iris González Gómez de Agüero. 33 pts. Toledo.

Finalista 1. Relato 9. ¡Dios nos pille confesados! Alfonso Jesús Alhambra Simón. 29 pts. Toledo.

Finalista 2. Relato 13. La muchacha metálica. Diego Castaño Chillarón. 24 pts. Toledo



JURADO
Presidente. Nicolas Fernández.
Manuela Vila,
Eduardo Carmelo,
Marcos Ayuso, y
Ana Calvo,
Secretario: Ruben Ferrer, con voz pero sin voto









Ganador

RELATO 48
CONTRA TODO RIESGO
196 palabras
Ernesto Ortega Garrido.

Le gustaba tenerlo todo asegurado. Los vendedores de seguros lo sabían y llamaban a su puerta cada vez que disponían de un nuevo producto, como el seguro de vida que acababa de contratar y que a su vez era un plan de pensiones, lo último en el mercado. Tenía el coche "a todo riesgo", aunque ese término no le parecía apropiado y solía utilizar "contra todo riesgo". Le gustaba la frase y le gustaba soltarla en las conversaciones con sus amistades para ver qué efecto causaba, pero sobre todo disfrutaba diciéndosela a su mujer cuando le prestaba el coche: "Tranquila, que está contra todo riesgo". Tenía asegurada la casa, contenido y continente, ante cualquier imprevisto, ya fuese un terremoto o un atentado terrorista. Su tarjeta de crédito contaba con una prima por robo y uso fraudulento que cubría hasta 6.000 €. Incluso el perro, un pacífico cocker, disponía de un seguro que cubría daños y perjuicios a terceros, "por si un día le muerde a alguien", solía decir. Y añadía: "Ya sabéis: contra todo riesgo". Murió de un ataque al corazón el día que encontró a su mujer con un vendedor de seguros. Ella cobró la póliza.



Finalista 1

RELATO 59
LA VIDA DE LAS COSAS
113 palabras
Mercedes Martín Alfaya.

Recuerdo el día que llegamos a esta casa, hace ya unos meses. Nos colocaron sobre la alfombra, y allí pasamos la noche. Por la mañana, recorrimos el baño, la cocina y la terraza; donde estuvimos un ratito al sol. Ese día, conocimos al cartero, al repartidor de leche y el pisito del vecino de al lado; por cierto, vaya lujo de baldosas. Sin embargo, hoy estoy muy triste. He perdido a mi compañera. Salió disparada por la ventana en una noche de lujuria y desenfreno y no sé qué habrá sido de ella. Y, ahora, temo que se deshagan de mí, y lo comprendo: ¿para qué sirve una zapatilla solitaria del pie izquierdo?


Finalista 2

RELATO 10
SE ENAMORÓ

196 palabras
Miguel Ángel Carcelén Gandía.

Se enamoró de ella por su mirada almendrada. Zulema sintió un escalofrío definitivo cuando el acento extranjero de aquel muchacho le susurró por vez primera palabras arcanas y deliciosas a un tiempo.
Ella no titubeó al quebrantar la ley. No dudó en huir de su patria y de su familia. No le dolió renunciar a su pasado, a sus tradiciones ni a su religión, porque el amor no sabe de creencias.
Ni siquiera pensó que se había equivocado cuando él le dijo que su madre lo había repudiado por casarse con una infiel (“Como que hay Dios que te ha de castigar”, terminaba su carta).
Ni siquiera dejó resquicio a la más mínima duda cuando al año y medio, creyéndose felizmente olvidada de todos al otro lado del océano, su propio padre degolló a su esposo para después estrangularla con un cíngulo bendecido en La Meca (“Para lavar tu injuria a Alá, el Todopoderoso”, gritó mientras la asfixiaba).
Y cuando la pareja fue recibida en el Paraíso no encontraron extraño que Alá hiciese un alto en la lectura de la Biblia y Dios dejase a un lado su ejemplar del Corán para desearles una venturosa estancia.





RELATO 1.
Entre amores y fogones
168 Palabras
Reyes Pintado Villa.

Una gota de amor por cada cien gramos de cariño.
Tres cucharadas soperas de deseo por cada día del año.
Una pizca de inspiración y otro tanto de locura.
Salpicar con sonrisas aliñadas de cómplices miradas.
Media taza de ternura cuarto y mitad de mimos.
Un litro de lágrimas, no muy saladas y una docena de emociones.
Tres o cuatro porciones grandes de fantasía o de razón, a gusto del comensal.
Espolvoreados, dos pellizcos de paciencia y un sobrecito de confianza.
Un puñado generoso de caricias salteadas con un manojillo de sueños compartidos.
Rehogar en achuchones y abrazos aderezados con medio cazo de ilusiones.
Sazonar aparte besos en pequeños tropezones siempre mezclados con flores de pasión.
Un chorreoncito de seducción agitar o remover cuando sea necesario.
Mirar de reojo, que no se queme adornar como alta cocina.
No servir nunca en frío emplatando en vajilla blanca y llana.
A todo esto agregar sus ojos sus manos ... sus labios.
Y cocinar a fuego lento durante toda la vida.


RELATO 2
TARDE DE FEBRERO

200 palabras
MAXIMILIANO BERNABÉ GUERRERO.

Solo en la parada, el sol se deshilachaba en púrpura infinita. Murmuró: “Siempre pensé que la tarde anterior al fin del mundo sería así”. Paró un autobús. Al entrar, el conductor le dice, malhumorado, “Sólo hay sitio para uno”. A pesar de la incoherencia, no subió. Pensó en su sueño, repetido tres noches seguidas: En una casucha de las cercanas al puente, una vieja estrangulaba a una muchacha. Al alejarse el autobús, tras su cristal trasero, reconoció a las dos, a la vieja y a la muchacha. Aturdido, corrió hacia el puente. Cuando abrió la puerta herrumbrosa, la vieja apartaba el cabello castaño de la chica y posaba las sarmentosas manos en su cuello. Las dos le miraron y la chica habló: “No lo impidas, si lo haces será la última vez que se ponga el sol”.
Se incorporó. Se había adormecido sobre el libro que consultaba para su trabajo sobre Cartago. El capítulo “Sacrificios humanos, mito y realidad” contaba que la costumbre de sacrificar adolescentes para lograr el fin de épocas de sequía quizá no sobreviviera después del siglo IV A. C. Cuando abandonó la biblioteca, el crepúsculo oxidaba el horizonte con una belleza que nunca antes había contemplado.


RELATO 3
VENGANZA
96 palabras
Enrique Sánchez Lubián

Nada más salir del Jardín del Edén, Adán le dijo a Eva: ¡nos vengaremos! Buscaron refugio en el páramo y fornicaron. En el primer día engendraron la envidia; en el segundo, el odio; en el tercero, la codicia; en el cuarto, la intolerancia; en el quinto, el dinero; en el sexto, la religión; y en el séptimo descansaron. Cuando volvió a amanecer dijeron a sus criaturas: creced y multiplicaros; ... y les invitaron a vagar por los campos. Desde entonces el mundo jamás ha vuelto a ser un paraíso y las turbadoras serpientes tientan a destajo.


RELATO 4
'107 palabras para contar una mala educación'
107 palabras
Mayte González Mozos

Despertó. No recordaba nada. Delineó los contornos de su cuerpo; la escayola le mantenía inmóvil. La impotencia junto con la angustia, le hizo canalizar la energía que le quedaba hacia una vida nueva, valorada, sencilla; independiente.
-El regalo idóneo para el 20 cumpleaños de mi hijo. –Había comunicado a sus colegas Cesar-. ¡Un M200G! Los 150 L. de gasolina no serán problema…
Nota de prensa: Gravísimo accidente de un coche volador. El hijo del magnate del petróleo Cesar Rey, se debate entre la vida y la muerte, tras perder el control la grúa que sostenía el cable de acero en el que el M200G volaba a 85Km/h.


RELATO 5
LA SUPUESTA INFIDELIDAD DE MAMÁ
115 palabras
Mayte González Mozos.

Hace muchos años al llegar a casa desde el colegio, me encontraba sola; como todas las tardes. Papá hacía muchos años que faltaba y mamá aún tardaría un rato en llegar del trabajo. Curioseando entre sus cosas encontré la foto. Casi la rompo... No me lo podía creer: ¡Mamá abrazada a un hombre vestido de soldado! No se que sentí en la cabeza…, no fui capaz de ver otra cosa. Sólo la cara de felicidad de mamá en la foto. Tampoco oía nada. Sólo mi corazón en la garganta galopando. Enrabietada y temblando lloré. De pronto escuché la voz de mamá detrás de mí que dijo: “Está guapo papá de uniforme en esa foto ¿verdad?”


RELATO 6
LUCAS EL SALVADOR
199 palabras
Mayte González Mozos.

Empezaron tus habituales quejidos, y tu abrazo asiéndome. Aquella tarde decidí llevarte. Los demás al vernos juntos, decían que no podíamos negar que nos queríamos.
Te sentaste atrás, encogido y en silencio. Yo te acariciaba con regularidad. De repente, en la última curva, nos deslumbraron los faros de un camión que invadió nuestro carril. Un brusco volantazo, todos volcamos, y yo te atraje hacia mí. Ya no vi más.
Desperté sintiendo tu húmedo aliento en mi cara. Tirabas de mí, que tumbada no acababa de estar consciente. Me diste hasta patadas, me llamabas insistentemente. Te escuché. Al verme abrir los ojos, aprecié la alegría en los tuyos, y con la terquedad que te caracterizaba cuando algo querías, tiraste de mí, hasta con los dientes. Arrastrándome logré salir de debajo del coche.
Repentinamente el coche dio el segundo vuelco, aprisionándote. Grité tu nombre, y me oíste. No te dio tiempo a salir. Veía tu cuerpo atrapado mientras aullabas de dolor. Yo desesperada e impotente. Solo tu cabeza y tus cuatro patas permanecían libres. Con dos lágrimas, que nunca había visto en ti, me dedicaste tu última mirada, que llevaré clavada como un estoque hasta mi propia muerte. ¡Mi fiel Lucas!


RELATO 7
PLAZA DE ORIENTE
136 palabras
Álvaro Alconada Romero.

Los baldosines de la Plaza de Oriente se tornan uno en el Palacio. Más allá un vacío profundo que se va transformando en verde según el paseante se va aproximando. Ante la mirada severa de estatuas autoritarias brincan informales personajes con las más variadas representaciones. A los pies de Felipe IV sonríe vivo un niño con los pies en la tierra y el alma en el cielo, desafiando al rey a que deje de hacer lo contrario.
Tango, jazz, chotis, clásica… los ritmos quedan fundidos como los corazones renacidos de las parejas que los escuchan desde el césped.
Las terrazas hacen su agosto desafiando al perplejo turista a tomar el sol de sus sillas y no el de los bancos de piedra.
Mezcla de asombros, de colores y de artes… mezcla de vida en la tarde.


RELATO 8
PARA MIGUEL
164 palabras
NOELIA RUIZ DE LA CRUZ.

Si todos supieran que me estoy muriendo, la cosa cambiaria, condenada en un cuerpo decadente, en una economía insuficiente que nunca sirve sino para alcanzar ese capricho con el que te conformas porque te has mentalizado previamente.
Toda la vida es corta y larga, complicada y sencilla a la vez, nunca estamos conformes…
Indefensa ante la cruel realidad, soy feliz, intento disfrutar y valorar lo que otras personas ni siquiera se dan cuenta que poseen sin tener que mantener.
El cielo, las nubes, la brisa, el sonido del aire, los pájaros, el bullicio de Toledo, las gentes al pasear, el calor del sol, un perro ladrando, el olor …
Recuerdo tu olor, tu aroma esa noche de carnaval disfrazados, tú de pirata y yo de monja, bailando en el polígono “Valió la pena” de Marc Anthony”, recuerdo las vueltas, tus abrazos, recuerdo tus besos, sabes algo me enamoré ese día de ti Miguel.

En Toledo, a 23 de Marzo de 2007
Siempre tuya …


RELATO 9
RESPIRO
194 palabras
NOELIA RUIZ DE LA CRUZ.

Siempre había una excusa para degradarme, la más fuerte era su adicción al alcohol, la gran justificación, la mascara que usan muchos como él.
El día 12 de Mayo de 2007, tras haber fracasado en mi intento de suicidio, mis hermanos menores Cristóbal y Norberto, me siguieron desde el trabajo a mi casa, obligándome a coger lo imprescindible, así lo hice, y hoy 10 meses después, respiro cada mañana, estoy viva.
Salgo de mi letargo, caigo en la realidad, Denís, mi hijo de 3 años de edad, duerme placidamente; está a mi lado, son las 7:15 de la mañana, y mi vida tiene sentido por y para él, salir adelante es mi tarea diaria.
Mi ex -marido no pudo conmigo.
Le vencí, le estoy venciendo cada día y le venceré, esta es mi historia, me presento, soy Noelia, una mujer victima de un maltratador.
Respiro! Un día más, y aunque las pesadillas continúan como realidades mortíferas machacando mi mente y mi vida, respiro cada mañana y vivo, estoy viva.
Caigo en la realidad, 7:19 de la mañana, Denís sigue dormido, tranquilamente a mí lado, yo aún sigo sufriendo.
Pero tengo suerte, porque yo:
Respiro!


RELATO 11
DECISIÓN ASTRAL
45 palabras
Miguel Ángel Carcelén Gandía.

Anoche decidí que debía dar un giro a mi vida.
El intento y la intención apenas me han durado unas horas; ya me he hartado de tantas noticias catastrofistas. Hasta en Onda Polígono no dejan de repetir lo inaudito de tantos eclipses de sol continuados.

RELATO 12
RESCISIÓN DE CONTRATO

40 palabras
Miguel Ángel Carcelén Gandía.

¿Eres bueno en lo tuyo? -preguntó con cierto recelo.
Soy el mejor.
De acuerdo, entonces, hazlo.
A mediados del tercer milenio se dio cuenta de lo apresurado de su decisión y le rescindió el contrato a Dios.


RELATO 13
PIENSA EN POSITIVO
199 palabras
NOELIA RUIZ DE LA CRUZ

Te amo, tu secreto está conmigo, te has sentido libre, al confesármelo y tu peso está ahora sobre mí, lo más duro no es conocer que eres capaz de enamorarte o de sentir atracción hacía los dos sexos, sino que estás enamorado de mí y también de el que yo creía nuestro mejor amigo, mi comprensión no puede alcanzar ese escalón, te he abrazado en la cama, cuando me has preguntado qué me parecía.
He intentado que la salida como siempre fuera igual, pero algo había cambiado, en realidad, el puzzle de mi vida, se había desmoronado sin yo saberlo o nunca estuvo construido.
Ya en el antro de costumbre, no podía sentirme más perdida.
Soy un cucurucho sin helado.
He ido al baño, Cristina mi querida amiga me ha seguido, me conoce tan bien… me ha preguntado: ¡¿Eva que pasa?!
Sin vacilar le he dicho: Iván es bisexual, y está enamorado de Leonardo.
Ella ha contestado: ¿Te lo ha dicho él?
Sí, he contestado, yo.
Piensa en positivo, en este caso, en vez de la amante ser ella, es él, y Leo no le va a dar hijos, ni problemas, es de confianza.
¡Vamos sonríe!, regresemos con ellos.

RELATO 14
INCONGRUENCIA
10 palabras

Irene Gutierrez Rico

Entró en el pajar y se pinchó con la aguja.

RELATO 15
AL MARGEN
162 palabras
SUSANA CIDÓN GARCÍA

El salivazo, asquerosamente viscoso, le cayó como una bofetada de fuego sobre la abultada mejilla. Acertó con la puntería el cabronazo que se lo lanzó a traición desde una de las ventanas de las aulas superiores. El nuevo se había trasladado a nuestro barrio hacía muy poco tiempo; el mismo, que el infeliz llevaba de chivo expiatorio de todas las bromas estúpidas que se les ocurrían a los capullos sanguinarios de mi clase. Mil veces quise echarle un capote cuando los otros se burlaban sin miramientos de sus muchos kilos, de los fatigados sonrojos, de su barriga temblona, pero para desafiar torbellinos se necesita el valor de un quijote chiflado, y a mí, lo reconozco, no me sobran los arrestos. Mejor mantenerse al margen que atraer los problemas ajenos como un imán, me decía el ángel aséptico de mi conciencia. Un lunes del mes de abril, una hilera de cobardes como yo llorábamos sobre un inútil corona de flores camino del cementerio.

RELATO 16
EL AGUACERO
149 palabras
SUSANA CIDÓN GARCÍA

Un violento aguacero me ha calado hasta los huesos mientras huyo monte a través de los que me tienen prometida la muerte. De la vetusta universidad a la que dediqué mi vida sólo han resistido en pie –testigos silentes de esta barbarie–, los gruesos muros que hasta ayer acogían las riquezas del saber y del pensamiento libre. Las víctimas del terror se cuentan por cientos hoy, y cuando este baño de sangre concluya probablemente nos corresponda llorar por la memoria aniquilada de miles.
A mi alrededor todo es penurias y viento, ya apenas me quedan fuerzas, pero he de continuar avanzando con la esperanza de que las sombras protectoras del bosque me vuelvan invisible a ojos del enemigo. Estoy cerca de la ansiada frontera, y quizás, el plomo de esta tormenta de octubre haya lastrado el instinto de caza a los que no admiten que otros les contradigan.

RELATO 17
FIEL ENEMIGO
184 palabras.
Rafael González Casero.

No sabía ni cómo ni por qué, pero se había convertido en su peor pesadilla. No había momento del día en el cual no pudiese hacer acto de presencia. Amenazador, paralizante, capaz de alterar la conducta de su víctima en cualquier momento y situación, no reparaba en asaltar los sueños e ilusiones de la mujer que quería despegar de nuevo, desprenderse de él.
Las noches eran atroces, se despertaba una y otra vez a consecuencia de su presencia. Bajaba las escaleras y se ponía a mirar la tele hasta que, rendida, caía dormida sobre el sofá. Pero minutos más tarde, el sobresalto hacía acto de presencia en aquella casa, antes feliz, ahora lúgubre. Y así, día a día, noche a noche, había conseguido hacerse dueño de su vida. No sólo tenia que soportar vivir así; el sentimiento de culpa había hecho acto de presencia sin saber muy bien por qué. Quizá tenía la sensación de haber elegido el camino equivocado en su vida.
El enemigo era fuerte, omnipresente y había condicionado su vida, pero de ella dependía vencerle, porque este enemigo, se llamaba miedo.

RELATO 18
SINRAZÓN

200 palabras.
Rafael González Casero.

El padre de su mejor amigo había sido asesinado cuatro días antes cuando se disponía a ir a trabajar. Tenía el defecto de ser una persona preocupada y comprometida con su pueblo, un pueblo de mil habitantes en el que todos se conocían, uno de esos en los que el concepto de ciudadano se cambia por el de vecino.
Nacho, había trabajado toda su vida en una petroquímica cercana. Se “complicó” la vida cuando fue elegido concejal en su ayuntamiento, pero le gustaba intentar mejorar la vida de sus vecinos. Terminaba sus jornadas de trabajo y se dedicaba a resolver los problemas cotidianos de la gente, de su gente.
Fue uno de esos vecinos el que le señaló. Controló sus previsibles movimientos y dio la información para que un pistolero le descerrajase dos disparos en la nuca una mañana de primavera. Cuantos vinos se habría tomado junto a él, cuantas veces habría compartido grada viendo al equipo del pueblo jugar la liga regional, en cuantas fiestas patronales habrían formado parte de la misma fila de gente que bailaba “la conga” en la verbena.
El vecino que apuntó para que otros disparasen, era el padre del mejor amigo de su hijo.


RELATO 19
PERFECCIÓN

169 palabras
Mercedes García Guerrero

Una vez soñé que ya no había pena, que mis lágrimas danzaban, felices tras la tormenta. Soñé que nadie miraba, soñé que todos veían, que alguien abrazaba la soledad que sentía. Soñé con un mundo sin despedidas, lleno de frases perfectas, nunca enunciadas, por la comprensión extrema; “¡expresan lo inexpresable, impiden nuestros errores, evitan las sinrazones!” Era todo tan real, la calidez me inundaba, y el miedo que ahora atenaza, cada fibra de mi ser, poco a poco me dejaba. Cuando mejor me encontraba, comprendí, sin embargo, con dolor, que aquella que yo miraba, había dejado de ser yo. “No soy yo, no sin mi pena, sin mis fallos, sin mis miedos; es una imagen de mí, perfecta, vacía, cuerda”. Así es como me di cuenta que de un sueño se trataba. Personas somos, y seremos, capaces de casi todo; pero una cosa está clara. No podemos, ni podremos, soportar la perfección, sin tratar de mancillarla. Y digo yo, que en el fondo, ¡qué me importa no ser yo!


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RELATO 20
Alegría o Alejandro
79 palabras
Álvaro A. Perdigón Delgado.

¡Buenos días!...
¡Alejandro!...Cariño, me alegra tanto oír tu voz. Menos mal que me llamas. Ya está hecho. Esta mañana envenené a mi marido y dejé en la impresora la nota de despedida. Nos vemos después...!Te quiero tanto!...
He colgado el auricular, me he levantado del sillón y ahora, mientras me tomo un café, reparo en que nunca antes me había alegrado tanto de no llamarme Alejandro. Yo sólo quería cambiar la hora para el médico de cabecera.

RELATO 21
EL DESANESTESISTA AZUL
64 palabras
Álvaro A. Perdigón Delgado.

Cuentan que en el gran hospital, al menor despiste del personal de sala, hacía acto de presencia un desconocido que, ataviado con bata y gorro azul, iba besando en los labios a todas las féminas tendidas en la sala de recuperación, tras cualquier intervención quirúrgica. Por extraño que parezca, la inmensa mayoría de las osculadas, declararon al despertar un irrefrenable antojo de comer perdices.


RELATO 22
Pares paralelos
197 palabras
Raúl Castañón del Río .

Leo en prensa la noticia de un premio y de un atropello. El premio es el de la lotería de Navidad en un centro comercial de mi ciudad. El atropello lo produjo un coche a velocidad excesiva arrollando a una pareja en un paso de peatones, junto al mismo centro comercial premiado por la lotería. Iban de la mano y el impacto los separó, lanzándolos por el aire despedidos, alejándolos varios metros, dejándolos tendidos sobre la calzada, inconscientes. Tenían ambos traumatismo craneal y 40 y 38 años de edad. Ahora están ingresados en la UCI, aunque por suerte no parece que corran peligro sus vidas.
Yo compro mucho en ese centro comercial, cruzo siempre por ese paso cebra, también de la mano con mi pareja cuando vamos juntos de compras. Nosotros tenemos 38 y 36 años de edad. Me estremezco del paralelismo. ¿Y si en un par de años se repitiese la historia con un relevo de protagonistas que nos afecte a nosotros? Mejor pensar que no tan allá, a medio camino, las próximas Navidades pueda volver a tocar allí la lotería y esta vez hayamos incluido, mi pareja y yo, el número premiado entre nuestras compras.

RELATO 23
Siempre es delicado
197 palabras
Raúl Castañón del Río

Siempre es delicado, citarse por primera vez. Es el momento y los dos lo saben. Volcánica duda, quiere decir algo y no sabe cómo. Por varias veces lo intenta sin conseguirlo. Se produce un silencio tenso, irrompible. Resulta evidente que no sabe por donde empezar. Obviamente, Alia2 no puede tantearla con los ojos, ni recostarla contra sí para acariciarla, aunque siente que en este momento daría todo por poder hacerlo. Pero sus reflejos funcionan y opta por desdramatizar con humor.
-Si vas a decirme que eres un tío, enhorabuena dos veces. Una: confieso que has conseguido una interpretación femenina fabulosa a lo largo de un mes de chat, y dos: estás a punto de cometer el crimen perfecto conmigo matándome de un ataque al corazón sin que nadie pueda culparte. Ni huellas ni móvil ni relación personal directa; nada de nada.
Volcánica se ríe, no era nada de eso, claro, pero se agradece el puente tendido en medio del aire voluptuoso de abril.
-No, cariño, lo que trataba de decirte era más bien todo lo contrario. Espero la menstruación para mañana, y, bueno, ya sabes que eso siempre puede limitar el alcance de la pasión, si surgiese.

RELATO 24
Una despedida.Despedida (nunca solicitada)

71 palabras
Raúl Castañón del Río

No hay beso que no sea principio de despedida; incluso el de llegada
GEORGE BERNARD SHAW

De la distancia a punto de multiplicarse, el consabido patrón de las cucamonas, las sonrisas forzosas para no desatar anticipada tristeza en el otro, los besos soplados, el reflejo del cristal que ya me esconde su busto al maniobrar el autocar para llevársela, todo, todo es inútil ante lo inexorable de la partida.
Siento ya que recordaré siempre este momento.

RELATO 25
POCO MUNDO
194 palabras
Elena Román Torres.

Los días en Maia comienzan con mañanas claras que prometen jornadas luminosas y radiantes. Las pocas gentes de Maia se fían del cielo y salen sin paraguas. La lluvia espera a que esas pocas gentes pisen la acera –pues Maia es una ciudad de pocas calles y ningún vehículo– para arrojarse sobre ellas de pronto y con fuerza, encharcándoles los cerebros que, sin paraguas, se reblandecen. Entonces las gentes de Maia corren mucho hasta alcanzar la tienda de paraguas. El tendero hace buenas ventas. El tendero tiene un acuerdo con la lluvia. Entre los dos, engañan a la gente que sale a la poca calle y sin ningún paraguas las mañanas claras que prometen jornadas luminosas y radiantes. Las gentes de Maia llegan más temprano al trabajo los días de lluvia, es decir, siempre, porque corren mucho, pero no les da tiempo a secarse y trabajan con el cerebro reblandecido. Al ser tan puntuales y reblandecidos, los pocos empresarios de Maia se sienten muy satisfechos con ellos. Es obvio que los empresarios de Maia también tienen un acuerdo con la lluvia. Últimamente parece ser que todo el mundo tiene un acuerdo con la lluvia.

RELATO 26
SUAVE
196 palabras
Ana Belen Bautista Portales.

El aire le rozaba dulcemente el rostro, era tan suave y cálido que en ese momento deseó quedarse allí para siempre.
Mecía su vestido de seda, y este susurraba al compás de la brisa, como si respondiera a una llamada amorosa.
Miró hacia sus pies y descubrió una arena fina y suave, como si de terciopelo se tratara, esta le invitó a caminar. El cielo era azul oscuro casi violeta, unas nubes rosas dibujaban caprichosas formas que cambiaban a cada paso.
Después de un rato vio que algo brillaba a pocos pasos, se acercó con curiosidad y se agachó para tomarlo entre sus manos delicadamente. Era una esfera perfecta, suave, su luz la cubrió de destellos y se convirtió en un ser fantástico sacado de un cuento.
Pero ella no era consciente de su propia imagen. Sólo notaba un cosquilleo en sus manos y una serenidad dulce que recorría su cuerpo.
La esfera parecía tener vida propia, sin previo aviso se elevó de sus manos y flotando como una hoja mecida por el viento se alejó hacia el horizonte. Ella no se sintió triste, ni sola.
Cerró sus ojos, suspiró y esperó sin prisa.
Pronto llegaría… otro sueño.

RELATO 27
ZONA DE BESADORES
197 palabras
Álvaro A. Perdigón Delgado.

En la penumbrosa terminal de autobuses aún más invernal, si cabe, por tal circunstancia, el viejo maestro Apolo Ponte intuyó al punto, en tanto escuchaba sin terciar las suaves disputas intelectuales de sus dos jóvenes discípulos, algo insólito. El largo adiestramiento de sus dotes de observador le facilitaría la resolución del enigma: a ambos extremos de la larga marquesina una pareja se besaba con sosegada pasión y libertad absoluta. Luego, arribó la guagua y todos, salvo él, tomaron el transporte y se esfumaron en la noche.
El viejo Apolo permaneció unos instantes en la soledad de la penumbra pensativo. Al fin, se encaminó tardo hacia uno de los extremos de la parada. Una vez allí, apreciaría, en principio, una leve presión sobre sus labios y al fin, el inconfundible sabor de los besos de Lucía, la maravillosa mujer que había perdido llevándose con ella toda ilusión de felicidad. Algunos afirman que le vieron muchas madrugadas solo, detenido y feliz en cualquiera de los extremos de la marquesina.
Esta noche, después del sepelio del viejo maestro, alguien en la fría estación de autobuses, a cada extremo de la parada ha colocado un cartel que reza: ZONA DE BESADORES.

RELATO 28
Sensaciónes
195 palabras
Carmen Gómez Gallardo

Cada mañana cuando amanece el sol me envuelve de vida y me satisface de alegria ,recorro el camino de la rutina que a creado la humanidad sin dejar dar paso a la prioridad, a lo que uno mismo cree que debe de hacer o tener.
La vida es una vereda de sensación, el corazón respira se engrandece, suspira se encoje y se crean heridas. Si fuera la vida elegiría mi alegria, andaria dia tras dia llena de simpatia de sinceridad y de humildad; levitaria como pájaro sin destino lleno de libertad sin rubo ni regreso hacia atrás; Secundario se queda el pensamiento de levitar,anda como debes que es lo que debes, metido en un saco como todos los demás, esfuerzo me da realizar las labores que te manda el protocólo ,mundo desierto de ideas consumismo al poder se genera el caos, las emociones se esfuman no crees tu ilusión, pues no hay infinito ni vejez vida sin vida tacha la sensación aquí manda la desilusión.
Esta clara la situación trabaja con esmero para fortificar tu creación, supera tu formación no te rindas pero no dejes de forjar la ilusión, es el aliciente de la sensación.

RELATO 29
Amor casual
194 palabras
Sagrario Galán García.

Mario era un estudiante que ayudaba a su familia a pagarse los estudios amenizando plazas. Un día, tocando, la guitarra a los transeúntes, se enamoró de Cándida, que paseaba sola por la calle. Ella se sintió observada y se marchó.
A partir de entonces Mario se quedaba todas las tardes amenizando la plaza más cercana de Cándida.
Cierto día ella estaba regando las plantas de su terraza y Mario, como se anotó la hora aproximada, decidió ponerse debajo de su balcón. Sólo buscaba un pretexto para abordarla, de tan mala suerte que le mojo la guitarra.
Él, ofendido, hizo guardia en el portal de la casa, pero se hizo de noche y de tan empapado que estaba comenzó a sentirse mal, yéndose de nuevo a refugiar a casa. Cuando volvió a callejear reconoció a Cándida, y le dijo: ésta tarde me estropeaste algo muy querido pues me ayuda a salir adelante.
Cándida, que tenía prisa, no le contestó y salió corriendo.
Pasado buen tiempo, Mario, no solo la perdonó, sino que le propuso regar sus plantas mientras ella estaba ausente por asistir unos días a la facultad.
A su regreso comenzaron una vida juntos.

RELATO 30
En el bosque
199 palabras
Santiago Eximeno Hernampérez.

Trabajaba como vigilante en un bosque.
Todas las mañanas, en el pueblo, era despedido entre vítores, aplausos y lágrimas de emoción. Después emprendía la marcha en su bicicleta, ascendiendo por el camino de tierra que se perdía entre los árboles. Se internaba en el bosque, pedaleando en silencio, hasta llegar a un claro donde bajaba de su bicicleta, desplegaba una silla de plástico y, provisto de un mechero y un libro, se sentaba. Leía página tras página y alzaba la cabeza para mirar sin apenas parpadear los grandes troncos, las ramas nudosas, las hojas arrulladas por la brisa. Cuando anochecía guardaba el libro y el mechero, montaba en su bicicleta y retornaba al pueblo, donde le esperaban con rostros alegres y siempre le invitaban a tomar un vino en la taberna.
Sin embargo algunas veces, mientras leía, le sobresaltaba un susurro, un rumor de tierra deslizándose. En esas raras ocasiones se incorporaba, dejaba el libro sobre la silla y se internaba en el bosque armado con su mechero hasta que descubría al culpable: las raíces sobre la tierra, avanzando sin temor hacia el pueblo. Entonces le reprendía su actitud y el árbol, avergonzado, retornaba perezosamente a su ubicación original.

RELATO 31
El hada azul
177 palabras
Sagrario Rodriguez Lorente.

Cierto día el hada azul quiso a la tierra bajar y se mandó peparar su gran carroza de tul, diciendo a cada mujer de las distintaas naciones os voy a dar tantos dones cuantos podais conocer.
A la francesa le dio labios prominentes a la sueca sonrosadas mejillas a la croata nacarados dientes.
Más de pronto salió entre todas ellas una gallarda manola muy joven casi chiquilla que lucía una mantilla de rica blonda española, y acercándose al hada presurosa dijo así:
Según veo para mí no habeis dejado nada.
Quedose el hada un momento entre sorpresa y admiración y dijo a la jovencita: más que quieres recibir si aún juntando a todas ellas resultaran menos bellas qué te buscas pues aquí.
Más no quiero que al marcharte tengas porque lamentarte de que no te he dado nada y dijo alzando más el tono, a ver que traigan un trono a esta mujer española.Y en este cuento me fundo, si es que este cuento no engaña,para decir que en Esoala, está lo mejor del mundo.

RELATO 32
Muñecas de porcelana.
154 palabras
Jesús Negro García.

Se ha hecho tarde y continuamos bebiendo una pinta de cerveza tras otra, atesorando un regimiento de jarras vacías sobre el tablero de la mesa de madera añeja. Todos parecemos felices. Óscar va a la barra a pedir otras ocho, Juan se dispone a contar a su manera un chiste muy pasado. Son estos pequeños momentos los que condimentan la vida, le comento a Macu. Esto suscita una reacción; quizá porque a estas alturas todo – todo lo nuestro, todo lo del mundo, todo de nosotros y de cualquiera que se mueva por entre las calles – le resulta frívolo, en un tono por debajo de la algarabía organizada por nuestros amigos, para que solamente yo la pueda escuchar, me cuenta lo de su visita al médico. Entonces comprendo lo desprotegidos que seguimos estando a pesar de toda la aparente seguridad, lo frágiles que somos, lo quebradiza que es la vida, como una muñeca de porcelana.

RELATO 33
213 palabras
Todos los ángeles tienen un secreto terrible.
Jesús Negro García.

NO ADMITIDO A CONCRUSO
(Incumplimiento punto 1 de las bases –máximo 200 palabras-)

La larga, larga carretera de asfalto ante nosotros, plagada de pistas sobre ti, que, indescifrada llevas a mi lado todo el trayecto en el asiento del copiloto. Todos los ángeles esconden una cosa terrible, todos los ángeles poseen un secreto tarado.¿Cuál es el tuyo?¿Es como esta carretera, sibilina aun sobre el plano? Miro hacia el frente. Sé que nunca lo descubriré. Es nuestro rollo, la idiosincrasia de nuestro dilatado viaje. Tú me dejas ser el capitán general, pero a cambio nunca (¡nunca!) desentrañaré tu insólito secreto. ¿Es el padre de tus virtudes raras? Espera, me dices, vamos a parar ahí y comemos algo… y te tomas un café. Si quieres puedes echarte una siesta. Sales antes de que pueda contestar. Me quedo en el coche pensando: La leche… ni siquiera sé a dónde vamos. Cuando entro a la cafetería el camarero, un viejales de planta afectuosa, ya te mira como si fueras su mejor amiga. Siempre haces que todo vaya bien, contigo nunca tengo miedo. Por eso voy contigo sin saber a dónde, porque da igual, porque vamos a ir como la seda. Eres un ángel y tu terrible secreto es tu mejor baza. Contigo la carretera nunca llegará a su apéndice. Nunca sabrás cuándo ha llegado el momento de parar.

RELATO 34
Casi perfecto
194 palabras
MARIA ELENA ARROYO LÓPEZ

Actuaré como si no pasara nada, como si fuera un sueño, ¿cuántas veces he soñado con el futuro? A lo mejor el problema es ese: el futuro.
Siempre cargando con un desamor a las espaldas. De eso hablan mis poesías, mis cartas de amor, mis relaciones personales. Creo con certeza que soy yo el problema. Nos las prometíamos tan felices...que era el único desenlace no imaginado. Ahora solo queda olvidar, aunque me duela y no quiera, aunque me sangren los ojos porque ya no tengo lágrimas.
No tengo rencor, ni puedo ni quiero tenerlo. Sigo enamorada como el primer día, sigo pensando en que llamará, en la alianza que nos prometa y en ese futuro que me ha traicionado, otra vez, sin todavía conocernos. A veces pienso en que es todo un sueño, como cuando has roto algo y crees que si no lo miras se pega solo. Y es verdad que todavía creo en cuentos de hadas, aunque ya no existan (pero ¿quien lo sabe?). Sigo pensando en la princesa que venga a rescatarme de esta horrible pesadilla.
Soy un corazón roto intentando pegar cada trocito con buenos momentos y dulces despedidas.

RELATO 35
Una historia entre mis manos
172 palabras
MARIA ELENA ARROYO LÓPEZ

Tengo una historia entre mis manos. Aprieto fuerte para que no se escape, pero cuanto mas fuerte sujeto, mas ganas tiene de escapar. Se plasmará en este papel y se deslizará por tus oídos. Tengo los personajes (que somos tú y yo), tengo el argumento (el deseo), me faltan el lugar y los detalles.
Una noche, así como esta, acurrucada a tu lado. Respirando casi a tu compás y compartiendo suspiros y pensamientos que van más allá del mundo de nuestras sábanas. El silencio, que precede a las miradas cómplices, nos enreda en caricias de deseo que se pierden por la piel que ha dejado de ser, para sentir. Mis manos juegan a perderse por cada rincón de tu cuerpo estremecido. Los besos son gemidos que se escapan desesperados por ser orgasmo. Un orgasmo fuerte y delicado, resistiéndose a terminar. Tú encima de mí, abrazándonos para no dejar que se escapen las sensaciones que hemos vivido juntas. ¡Me encantas!
Descansa mi amor, que yo velo tus sueños para que nunca sean pesadillas.


RELATO 36
La noche
197 palabras
Sagrario Rodriguez Lorente.

La noche ha llegado a mi vida, necesito estrellas que iluminen mi camino, pero grandes nubarrones impiden que avance por mi andar nervioso e inquieto. La vía láctea guiaba mis pasos, pero ahora ni siquiera la luna asoma para ayudarme. Cuando llega el alba me tropiezo con las sombras del camino. Amanece nublado. Soñaba con un día soleado que me hiciera ver las maravillas que están escondidas, aquellas que me hicieron estar gozando de la luz, pera la penumbra llena mi vida, la soledad en la que me encuentro no me deja ver compañía, voy a tientas, tengo miedo de toparme con las secas cortezas de los árboles. Dicen que hay luz. pero ¿Dónde? quizá se haya nublado para siempre de mis ojos. Parece que todo es un sueño del que pronto vaya a despertar, del que ya mis ojos se llenarán de la luz más clara del mediodía. Pero todo sigue negro, sólo el ruido del viento llena mis oidos, vendavales de pobreza. Me dicen: mañana quizá mañana todo vuelva a ir mejor, pero yo no lo creo, LA NOCHE HA LLEGADO A MI VIDA, Y EL DÍA ES TAN OSCURO COMO LA NOCHE MAS TENEBROSA.

RELATO 37
RELATO DE CREACIÓN CONJUNTA
29 palabras
SANTIAGO GALÁN ÁLVAREZ

En una ocasión, alguien dijo:
-Voy a poner aquí este caldo de acelgas.
Otro la invitó:
-¿Bailas?
Ella respondió: -No, porque voy a poner aquí este caldo de acelgas.

RELATO 38
RECELO
185 palabras
JAUME CALATAYUD VENTURA.

Recostada en el cabezal, observó el cuerpo del desconocido que yacía junto a ella, boca abajo, adormilado. Por la edad, podría haber sido el del padre con el que nunca pudo contar. Contempló el cuello surcado, los hombros anchos y caídos, y, a media espalda, se le quedó la mirada fija en una llamativa mancha marrón, como un trébol de cuatro hojas. Luego, se levantó y despertó al hombre. “Tienes que irte ya”, le dijo. Él aceptó, en silencio, la indicación. Se vistió, dejó el dinero sobre la mesilla de noche, se despidió con un sucinto: “Adiós. Que te vaya bien.” y se fue. Y ella se quedó plantada ante la ventana, mirando al exterior, como una modelo de pintor: desnuda; el cabello caído sobre los hombros; las piernas unidas; la pequeña pero llamativa mancha marrón en la piel, como un trébol de cuatro hojas, casi en el mismo lugar que la que había en la espalda del hombre. Al poco, le vio pasar, atravesando lentamente la plaza entre una marejadilla de palomas. Y un par de lágrimas recelosas y acerbas le acuchillaron las mejillas.

RELATO 39
La búsqueda
158 palabras
David Luna Lorenzo.

He visto cosas que vosotros no creeríais.
He recorrido medio mundo, he vivido la riqueza, he conocido el amor verdadero y experimentado el reconocimiento.
He sufrido el dolor de la pérdida, he sido maltratado, he vivido la pobreza y visto la cara de la muerte.
Me ganó el orgullo, la soberbia, la envidia, el odio, la rabia, la ira, el miedo, la depresión, la locura.
Me embargó el amor y la humildad y la compasión y la bondad.
Me han humillado, golpeado, escupido, arrastrado.
Me han besado y abrazado y acariciado y adorado.
Sé lo que es la pasión. Sé lo que es la felicidad. Sé lo que es la soledad.. Sé lo que es la tristeza.
He visto a Dios. Y al diablo.
Y aún sigo buscando; aunque sé que no hay nada que encontrar.
Sigo buscando; aunque sé que yo soy el buscado.
Y sigo buscando; aunque sé que el destino es el camino.
Sigo buscando.


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RELATO 40
EL SUEÑO
197 palabras
VIRGINIA GARRIDO VALLÉS.

El claroscuro se intuía en la habitación como si de una obra de Velázquez se tratara. Aún tenía los ojos cerrados. En un parpadeo ligero y dubitativo percibió una luz tenue pero intensa al mismo tiempo. El parpadeo amainó transformándose en unos ojos abiertos, desorbitados, llenos de asombro, atentos a todo el sin fin de ideas distorsionadas que por su mente pasaban. Al principio sonreía, estaba descubriendo cosas maravillosas, secretos inconfesables, revelaciones que ningún ser humano podría haber imaginado...Repentinamente su cuerpo se paralizó, el sudor que le recorría comenzó a enfriarse, su corazón latía a una velocidad incontrolable y por fin...despertó. Tras un momento de reflexión, recordó su sueño: había encontrado el grial, la sabiduría absoluta, por lo que sintió gozo. Sin embargo...fue pasajero, pues al descubrirlo, todo había perdido la razón de su existencia...suspiró, frotó sus ojos, y en estado relajado murmuró: suerte que no recuerdo las respuestas que mi sueño ha dado a todas mis preguntas y puedo seguir recorriendo el camino en su búsqueda. Entonces...volvió a dormir placenteramente.
(El grial de cada persona no es el conocimiento de todas las verdades absolutas, sino el camino elegido para su búsqueda).

RELATO 41
Lejos de casa
125 palabras
Manuel Pozo Gómez.

Sin embargo la calle está desnuda, como enferma. Me sorprenden los grandes escaparates, la multitud de tiendas en las que se puede encontrar de todo y sobre todo la fila de cines que hacen de cada tarde un espectáculo… pero hay tantos coches que se pierde la sensación de movimiento, de vida, y yo me veo en el interior de una maqueta gigantesca en la que el aire no lleva el olor a tahona, a hierbabuena, a tierra mojada. La gente se deja llevar por las anchas aceras como el agua mansa del río por su cauce, pero les falta el saludo entre ellos, esos buenos días rotundos y sinceros de la gente de mi tierra, y se comportan como autómatas entregados a ruidos enloquecedores.

RELATO 42
Sabor a tabaco
109 palabras
Manuel Pozo Gómez.

El cigarrito. El maldito cigarrito. Ahora ha cogido la costumbre de dejar que el cigarro se consuma en el cenicero sin haberle dado apenas un par de caladas. Sabe que no me gusta que fume en casa, pero lo hace por joder, igual que el portazo que da al salir. Por lo menos ahora no se le ocurre venir a darme un beso antes de irse con el aliento apestándole a tabaco, aunque la ceniza esparcida por toda la mesa y el olor que impregna las cortinas se encargan de recordarme su presencia. Nunca tengo la sensación de estar sola, desearía que esa puerta no volviera a abrirse nunca.

RELATO 43
Una taza de té
75 palabras
Manuel Pozo Gómez.

¿Recuerdas?... A ella le gustaba tomar el té reclinada hacia atrás, los rayos de sol lamiendo su piel, su mirada perdida, una mano deslizándose dulcemente por la lisura de su vientre desde sus pezones bravíos hasta la entrepierna, la otra acariciando la taza de té, ardiente, como su cuerpo, semidesnudo, muchas veces cubierto únicamente de luz.
Así le gustaba tomar el té, sorbos lascivos, sorbos de lujuria.
Nunca supo que fui yo quien la mató.

RELATO 44
EL MESíAS DE HAENDEL
110 palabras
Carmen Andújar Zorrilla.

Cómodamente sentado en su sillón, Luis escuchaba a través de sus auriculares el Mesías de Haendel. A pesar de todas las veces que había sentido aquella obra maestra, no se cansaba de hacerlo. Era fantástico, e incluso había momentos en que entraba en un clímax difícilmente superable. Con la cabeza seguía el ritmo de aquel “Aleluya” tan imponente y con los ojos cerrados se le abría la puerta de otro mundo. ¡De pronto unas manos taparon su boca! Y sin tener tiempo para reaccionar, un pañuelo apretó su cuello cada vez más. Los auriculares cayeron y aquel “Aleluya” siguió sonado y sonando, continuando un lamento que durará toda la eternidad.

RELATO 45
EL ABRELATAS
186 palabras
MIGUEL MUÑOZ SANCHEZ.

Juán Castro sonreía aquella mañana mientras leía el diario deportivo. Recordó como, en su niñez, sus compañeros de colegio le llamaban “El Abrelatas”, por tener una pierna entablillada con una estructura de hierros y tornillos para que no se rompiese.
l Por falta de calcio, habían dicho los médicos.
Recordó como los niños, en su inocente crueldad, le lanzaban una lata de tomate vacía, y le gritaban:
l Venga Abrelatas, remata
A él, que lo que mas le gustaba en la vida era el fútbol. Recordó también como sus compañeros huían de su lado cuando había una tormenta porque decían que su pierna atraía los rayos.
Recordó el traslado de sus padres a una gran ciudad, muy lejos de allí, donde su padre había encontrado trabajo. Y como un médico le había quitado toda la “ferretería” y se empeñó en curarle. El esfuerzo que le costó llegar al fútbol profesional, y, mas tarde, a la selección nacional.
Ahora allí, leyendo el diario en aquella ciudad donde la noche anterior marcó el tanto de la victoria, cerca de su pueblo natal, sonreía y pensó para si:
l Venga Abrelatas, remata.

RELATO 46
UNO MAS
70 palabras.
MIGUEL MUÑOZ SANCHEZ

Salió a la calle y notó que la gente le observaba. Se miró por si llevaba la cremallera bajada, y tampoco se notó nada raro. La gente continuaba mirándole, cada vez de una manera mas molesta e insistente. De pronto comprendió. Se dio la vuelta y comenzó a mirar descaradamente a una persona que salía de un portal. Todo el mundo le imitó. Ya era uno mas de la masa.

RELATO 47
Amor de verano
171 palabras
Ernesto Ortega Garrido

Te he visto al otro lado del semáforo. Me gusta cómo te queda el pelo suelto, cayéndote por encima de los hombros. Una gota de sudor resbala por mi frente y, antes de estrellarse en el asfalto, se desintegra en el aire. El calor de agosto es insoportable y la espera se me hace eterna. No importa. Cuestión de tiempo. Sé que, aunque te suene a tópico, estamos destinados a encontrarnos. El semáforo empieza a parpadear. Sólo unos segundos, sólo unos metros y estaremos juntos. Verde, por fin, verde. Entonces avanzamos, con decisión, los dos a la vez, buscándonos. Pero pasas de largo, y cuando te vuelves, nuestras miradas se cruzan durante un instante. Sonríes y tu sonrisa y tu melena giran al unísono, como si fueses la protagonista de un anuncio de champú. Y yo guardo esa imagen como recuerdo de nuestra relación, de esta breve historia de amor de verano que ya está acabando. Después, te alejas. Sin ti, agosto será interminable. Quizás en otro semáforo, en otra ocasión.

RELATO 49
Reflejo
144 palabras
Ernesto Ortega Garrido

La luz se enciende y alguien entra en la habitación. De repente lo encuentro enfrente de mí. Si me mira, le miro; si sonrío, sonríe; si llora, lloro. Y entonces, me pregunta: "¿Y tú, qué ves en mí?" Pero antes incluso de que comience a hablar, yo le estoy preguntando lo mismo. Los dos callamos: busco una respuesta, pero no puedo dársela. Cierro los ojos y él desaparece, pero cuando los abro todavía está ahí. Le digo: "Sólo veo un reflejo" y mientras hablo puedo leer esas mismas palabras en sus labios. Se marcha y yo le sigo, o al revés, porque no sabría decir cuál de los dos es el primero en salir huyendo, aunque intuyo que, por unas micromilésimas de segundo que el ojo humano no puede percibir, él es más rápido. La luz se apaga y la habitación se queda vacía.

RELATO 50
SUEÑOS, HUMO
176 palabras
Guillermo Sánchez Rodríguez

Cuando cruzamos la frontera, habíamos perdido de vista a los perseguidores, pero nos encontrábamos exhaustos, sobre todo Amanda, que sentía ya dentro de su vientre las contracciones que presagiaban la inminencia del parto. Entre los matorrales, nos derrumbamos presas del nerviosismo y del cansancio, a la vez. El pequeño Isaac pugnaba por salir y no podíamos demorar más nuestra parada porque habíamos de encontrar algún refugio donde pasar la noche y aguardar el nacimiento de nuestro hijo, que al fin se convertiría en ciudadano de pleno derecho del paraíso, un sueño cuyo suelo ya pisábamos indocumentados y felices.
No oímos, hasta que fue demasiado tarde, el ruido que quebraba las ramas de los arbustos y que anunció sin retardo la detonación del fusil en la linde del bosque. El fogonazo que trazó el proyectil que abatió a Amanda y a la vida que portaba en su seno todavía resuena en mis oidos, mientras abrazado a su cuello espero tan sólo la bala en la nuca que liquidará mi ilusión y hará brotar la sangre sin futuro.

RELATO 51
Desde aquí abajo
106 palabras
Mª del Carmen Morgado Román

A dos metros del suelo, bajo la fría piedra, se encuentra mi corazón. Cada vez más imperceptibles, sus latidos siguen alimentando estas venas secas. Ignoro si seguiré así mucho más o si por fin sucumbiré después de tanto tiempo sepultado. No necesito demasiado alimento, me basta con los insectos que se aventuran entre las astillas de mi caja. Lo más difícil de soportar es este aire, respirado mil veces antes. Pequeñas gotas saladas resbalan por las paredes. Digan lo que digan, las llagas no son para tanto. Además, siempre me gustó estar tumbado. Quizá mi vida no sea envidiable, pero no la cambiaría por ninguna otra.

RELATO 52
Semi-vida
80 palabras
Mª del Carmen Morgado Román

Cuando mis labios se separaron de los tuyos creí que me volvía loca. Vi con terror cómo tu cuerpo se desgajaba del mío, lenta pero definitivamente. La carne volvía a cerrarse, pero las heridas empezaban a abrirse. Confuso, sin poder articular palabra, te arrastraste por el suelo, haciendo caso omiso de mis súplicas. Ni siquiera echaste la vista atrás, avergonzado como estabas de tu nuevo aspecto. Si habéis sido uno volveréis a encontraros, nos dijeron entonces. Odio que me mientan.

RELATO 53
Laberinto
83 palabras
Mª del Carmen Morgado Román

La puerta se cierra tras de ti con el estruendo de mil cristales rotos. Avergonzada, sabiéndote observada sin el menor recato, levantas los ojos del suelo. Oscuridad impenetrable. Que no los veas no quiere decir que no estén ahí, te recuerdas a ti misma. Sientes su aliento del mismo modo que ellos perciben tu miedo. Yo también te observo desde hace años, entre divertido y culpable. Y, aunque no lo creas, espero que algún día consigas encontrar el camino de vuelta a casa.

RELATO 54
La boca agua
163 palabras
Diego Rodríguez Viñuales

Cada vez que abro la boca expulso agua. Pero no un hilo de agua, no, un buen trago de saliva sale nada más abrirla, quedando apenas un riachuelillo cayendo por las comisuras al final de la frase. Al empezar la siguiente, vuelven los charquitos a mi jersey y pantalón. Cada bostezo es un calvario. Sólo tengo amigos en verano, para mojar su cabeza en mi regazo mientras canto. No les da asco: mis babas son extrañamente frescas. En invierno soy un chico impermeable y solitario. Mis cigarros mueren a medias todos, empapados. Ahora estoy en paro y a punto de morir. Mi vida acabó cuando dejé de ser bebedor de incendios. Nunca más volví a ser útil. Van a dejar que acabe ahogándome en la bañera de este hospital por pedir auxilio. No les importa. Saben que no tengo a nadie en noviembre. Seguramente me entierren en el mar. Tal vez allí mis palabras aprendan a nadar. Quizá los silencios estén mejor valorados.

RELATO 55
Serie B
78 palabras
Diego Rodríguez Viñuales

Como no quería despertarte con la luz de la lámpara dando al pasillo, encendí la tele para aprovechar su luz y poder así escribirte versos, o cuentos. Lo dejé en el canal que salió porque, al no haber mando, zapear da pereza. Echaban una de serie B: todo el tiempo sangre de jarabe de arce y oscuridad, mucha oscuridad. Tanta que no me iluminó el cuaderno ni para un verso.
La televisión ya no sirve ni para eso.

RELATO 56
El Corazón
198 palabras
Juan Fco. Calero Heras

Él decidió que la prioridad era… él. Sacar la cabeza por la tapa de la cloaca. Ni familia, ni pareja. De él para él. Metal en el bolsillo. Seis años grises a cambio de una firma. Simple y rápido, decidió. Ese deportivo cambiaría su vida, sí.
Él exploró tierra prohibida, se perdió en la noche. Ella goteó la esperanza de no perderlo. Silenció la soledad. No escuchó consejos. Le quería, a pesar de todo. Y aquella noche, Él se la reservó para Ella. Una noche, de vez en cuando. Terminaron en un descampado a la tenue luz de la luna. Ella se dejó llevar. Él apretó.
Carne, contra carne, los cristales se empañaron… - Yo no recuerdo haber dibujado ningún corazón en el cristal. Él no entendió. Abrió ligeramente los ojos, pronto fijados en el parabrisas. Todo envuelto por el vaho de la lujuria. Todo, menos un corazón dibujado ante Ella. Ese corazón había permanecido como tinta invisible hasta que el calor los empañó. Ella también lo miró. Estuvieron minutos en silencio contemplándolo, fascinados, volviendo a la vida, Ella sintió que su corazón volvía a latir. Él se quedó sólo y con un deportivo. Nunca se recuperó de aquello.

RELATO 57
EL SUEÑO DE RAMSÉS
195 palabras
Antonio Montero Alcaide

Quince años, gran Osiris, quince largos años de sangre derramada han hecho falta para derrotar la ferocidad de egeos e hititas, hasta postrarlos en Cadés. Triunfo que te ofrezco, Dios de la Muerte, majestuoso sol que se pone. Apiádate, así, de mi alma y no la aniquiles.
Los turistas se agolpan en la sala Mummy Room del Museo de El Cairo: “Ahora podrán contemplar una de las momias principales del museo. Se trata de Ramsés II, El Grande, Faraón de Egipto en el siglo XIII a. de C. Los perfiles angulosos y el rostro ennegrecido se deben a las resinas de la momificación; pero, si se fijan bien, podrán comprobar una dignidad enorme, soberana, de la que emana una sensación de eternidad, nobleza y poder”. Alguien, con asombro, requiere información del guía:
-Por favor, ¿podría decirme por qué ha estado cerrado el museo desde 1981?
-Pues verá, nuestro anterior presidente se empeñó en preservar los cadáveres de los reyes del antiguo Egipto de las miradas de los turistas occidentales, ya que él mismo se consideraba descendiente directo de ellos.
Del sarcófago de metacrilato, pareció escaparse un sollozo de ultratumba: -“Que Osiris aniquile esa alma impura”.

RELATO 58
SACRIFICIOS
150 palabras
HERMINIA DIONIS PIQUERO

Cuando se evapora la brisa y el calor descansa con todo su peso sobre las piedras labradas, entonces, los peldaños huelen a sangre densa.
Recojo ese aroma con cada uno de mis sentidos y gozo recordando la inmensa sonrisa con la que me premiaba Huitzilopochtli, nuestro dios.
Noche y día alimentamos su hambre de vida: Chonchales, Olmecas, Itzaes, Xiús, Cocomes, Tzotziles, Tzeltales, Lancadones, Mayas, Toltecas…, todos ofrecieron su corazón al filo preciso de la obsidiana, mientras el resto del cuerpo rodaba desde el altar del templo escaleras abajo. Allí, la multitud, regocijada con la ceremonia, devoraba los cadáveres en feliz banquete.
El sacrificio hizo fuertes a dioses y a hombres, por lo que en un futuro no muy lejano, seremos premiados y recompensados. Sólo debemos esperar que se cumpla la profecía que ha de colmar de esplendor al imperio azteca: la llegada de Quetzalcoatl vestido de hombre blanco y barbado…


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RELATO 60
Mirando al cielo
7 palabras
Mercedes Martín Alfaya

Nunca falla, pero la piedra no bajó.

RELATO 61
PROHIBIDO FIJAR CARTELES
49 palabras.
Mercedes Martín Alfaya

No me envíen más revistas a las que nunca me suscribí, ni me prometan un móvil si me cambio a la competencia. No quiero descuentos en viajes ni créditos que no necesito. Dejen de perturbar mi paz con sus anuncios. Y por favor, no me pisen más la lápida.

RELATO 62
El perfil.
130 palabras.
Jesús Muńiz González

Aquella fascinante mujer estaba de perfil, en contraluz con un maravilloso atardecer sobre el río. Resplandecía su mirada envuelta en una seductora sonrisa. La piel de su rostro brillaba como la manzana del paraíso: cálido y jugosa. Un gracioso gorrito amarillo dibujaba la juventud de la muchacha. Era tal el hechizo del conjunto que fue inevitable que me enamorase. El corazón aceleró sus latidos, se embriagaron todos mis sentidos, me invadieron deseos de correr, gritar, cantar, romper el silencio, el equilibrio de la belleza para proclamar mi amor. Me acerqué plenamente convencido que ella sentiría lo mismo en cuanto pudiese verme. Cuando estuve frente a ella, se me escurrió el sentido como si los bolsillos de la vida se hubieran roto: no había nada al otro lado, solo era perfil.

RELATO 63
BANQUETE EN SOMALIA
9 palabras
Javier de Pedraza Márquez

Ni quema, ni ostias. ¡Te lo comes y punto!

RELATO 64
¿Me dejas que hable de él?
236 palabras
Rebeca Simón Díaz

NO ADMITIDO A CONCURSO
(incumplimiento punto 1 de las bases –máximo 200 palabras-)

Día 9 de Marzo de 2008:
Querido diario:
Ya se que te prometí que no pensaría en él, que me olvidaría para siempre, que no volvería a escribir sobre lo guapo que es, lo bonito que tiene los ojos, su manera de reír, de hablar, de vestir, en fin que no lo mentaría más.
Pero hoy rompo esta promesa y te cuento que anoche lo volví a ver y todos mis recuerdos junto a él volvieron a aparecer.
Me preguntó que tal me iba la vida, que si después de dejarnos la había vuelto a rehacer.
Yo le dije que no, que no pude olvidarlo y que mis sentimientos hacía el no habían cambiado.
Me pidió que por favor lo acompañara fuera, a dar un paseo. De repente, al pasar por el lugar donde nos conocimos, me besó.
Yo perpleja, le pregunté por qué lo hizo y el con los ojos llenos de lágrimas me respondió:”Yo tampoco te pude olvidar, te sigo queriendo y sufriendo por ti ¿me das otra oportunidad?”
Yo en ese momento rompí a llorar, me acerqué a él y besándole le respondí:”Claro que te doy otra oportunidad y espero que nunca en la vida nos volvamos a separar.”
Ahora amigo mío espero que me permitas que vuelva a hablar de él, porque con tú permiso o sin el, tus páginas volverán a estar llenas de mis momentos junto a él.


RELATO 65
LA PRIMERA PALABRA
131 palabras
Dorotea Fulde Benke

Cuando escuchó la primera palabra, le faltó el aire. Tuvo que sentarse, y apretó ambas manos sobre el pecho intentando calmar la alocada carrera de su corazón que iba a salírsele por la garganta. Cuatro años y tres meses de espera, de paciente aceptación de carraspeos, tartamudeos, graznidos y suspiros, de consultas con amigos y compañeros, de escuchar consejos sabios y trucos absurdos de cómo conseguir que hablase. Había vivido momentos de euforia cuando parecía que iba a arrancar, y había sufrido tardes de melancólica certeza de que ni las recompensas más seductoras iban a motivarle lo suficiente.
Con mano temblorosa levantó un pico del mantel. Su mirada rebotó en el espejo burlón del ojo del loro. Dejó caer el paño y empujó la jaula por el mostrador. Ya estaba vendido.

RELATO 66
ONCE DEDOS
10 palabras
Dorotea Fulde Benke

Cuando tu piel pertenecía a mi cuerpo, tuve once dedos.

RELATO 67
EL ESPEJO
56 palabras
Dorotea Fulde Benke

Se le empañó el cristal y empezaron a aflorar en su superficie miradas absorbidas a lo largo de dos siglos. Cuando una reina de belleza se vio en él con cara de vieja, lo mandaron tirar al contenedor. Ahí, astillado y convertido en mosaico de añicos, se embebió ávidamente de los límpidos colores de la basura.

RELATO 68
Pobre Mariposa
131 palabras
Ysabel González Maroto

—Oye, Fran, se gana mucha pasta ¿no?
—Sí, mucha pasta...
El codiciado dinero significaba todo para aquella tierna mariposa: desplegar alas, revolotear de flor en flor, libar...; vivir, en una palabra.
En los trabajos "normales" no acababa de cuajar... arisca, mal educada … Con los chicos, otro tanto. Volvía a casa balanceando, indolente, el bolso; con sus zapatos excesivos de plataforma en una mano; pisando la noche con rabia; dejando que el asfalto tatuase las plantas de sus pies... Estaba harta de sentirse rechazada. ¡Pobre mariposa! ¡Hasta su propia madre biológica la había dejado tirada!
Ahora vivía con la abuela. Ahora iba a aceptar algo "turbio" a cambio de "pasta", iba a poner su vientre en alquiler. Total: “hacérselo” con un tío, esperar nueve meses, olvidar la puta miseria ¡Y a volar!

RELATO 69
NI IDEA
105 palabras
LOURDES ASO TORRALBA

Ni idea, responde el hombre mirando sonriente el trozo de plástico sobre el césped mojado.
¿Cómo podía saber él si podían comprarse parcelas en la Luna y regalarlas para el aniversario? Desde luego, su padre tenía unas ideas de lo más extrañas, aunque, pensándolo bien, a lo mejor…
Entró en casa con las chancletas sucias, dejando un rastro de agua. Conectó el ordenador, tecleó el objetivo de su compra. Lo que vió le dejó helado. Un plástico azúl, similar al del jardín ocultaba parcialmente la foto de su esposa. Definitivamente no se había perdido. ¿Qué era pues lo que había sobre el césped? Ni idea.

RELATO 70
POEMA
99 palabras
LOURDES ASO TORRALBA

Ése viene a por ti. Era la última línea de un poema extraño. Pensé en ella durante mucho rato y se me apareció mientras pelaba las manzanas, como si el cuchillo tuviera doble filo. Volví a verla dentro del plato de la ducha, amenazando con tragarme sumidero abajo. En la terraza cuando recogía la ropa del tendedero, con la sonrisa irónica que taladraba el cerebro. El tic tac del reloj de la mesilla mataba los segundos que me restaban por vivir. Venía a por mí anunciándome el final. Lo tiré por la ventana y aguardé a la muerte sentado.

RELATO 71
TERNURA
101 palabras
LOURDES ASO TORRALBA

Aquel sería el primer gesto maternal consciente que recuerdo.Las patas del pulpo acariciando cada milímetro de piel, buscando los puntos dónde despertar mis cosquillas para arrancarme la risa. Quitarme la tristeza de encima no era cosa fácil. Menos cuándo uno carga sobre sus espaldas un crimen. El demonio me había asegurado que matar a una madre no tenía perdón alguno y él sólo tenía que esperar. Me había enseñado el fuego que consumiría mi eternidad. Estaba preparado para la partida. Provoqué al pulpo para que me hincara sus dientes, soñé con su ternura. El engranaje me abrazó igual que mi madre.

RELATO 72
SOY UN MOMENTO
198 palabras
Ramón Leandro Rey

Nunca había sentido la necesidad de hacer daño a nadie. ¡Nunca!
No comprendo cómo mi mente pudo urdir semejante esperpento. Perdí el control. Sólo un momento, sólo un error que sirvió para hacer olvidar a la gente, a mi gente, quién había sido y quién (aunque lo dude yo mismo) soy.
Desde aquel instante ya no era un chiquillo, que lo más malévolo que había hecho en su vida había sido robar fruta de un abandonado manzano, o fumarse veladamente un canuto, con los amigos, entre risas... Desde aquél instante ya no era una vida, ni un período, ni una edad,… a partir de entonces, yo era y sería (por siempre jamás) un momento, un segundo, un alarido y un sollozo,… la rabia y la locura.
Ahora, aquí, en el epicentro de estas cuatro paredes, mirando fijamente a esta puerta sin fisuras que me priva del mundo, ahora, justo ahora, gran paradoja, me siento más libre de lo que jamás me había sentido. Y me río y lloro de felicidad, y grito y callo, y juego con las sombras de la humedad de esta celda.
¡Soy libre! ¡Al fin!,...soy libre… pero,...en soledad, convivo con un extraño.

RELATO 73
NAÚFRAGOS
199 palabras
Ramón Leandro Rey

El cantil imponía, tanto como la vesania rítmica de las olas.
Sólo un paso la separaba de la meta, del fin de una vida que asfixiaba, envilecía, y que ya no sentía como propia.
Un último e inesperado obstáculo. Aquel joven, que se había aproximado inquietado por unas intenciones que columbraba entre el dosel de la brisa.
Resuelto, con un andar ágil pero seguro, se había plantado a exiguos 3 metros de ella.
¿Quién era él? ¿Por qué no decía nada?
Su mirada, clavada en la de la joven, inquiría el alma buscando una explicación.
Ella quería acabar sin demora, que él soltara ya la retahíla que esperaba: “Vale la pena vivir”, “Todo tiene solución…”. Pero solamente la observaba.
Se decidió a dar ya el último paso, aunque avergonzada por comprometer, sin pretenderlo, a un extraño en el pasaje más truculento de su vida.
Esquivó su mirada, deshaciendo así el último nudo que la asía al mundo y, justo entonces, una frase honesta y clara surgió acompasada por la banda sonora del Atlántico:
-¡Sabía que tus ojos eran preciosos!-
-Me llamo Laura,… y me encanta el mar. ¿Te importaría salvarme la vida?-
-Sólo si tú también salvas la mía-.

RELATO 74
UN JOVEN SE ACERCÓ
121 palabras
Sagrario Rodríguez Lorente

Un joven se acercó a Jesús que sonreía un joven que quería ser mejor. Quiero hacer tu voluntad mas no sé que hacer Señor Tú que eres la Verdad, dime por favor.
SI TU QUIERES SER MI AMIGO ANDA VENDE LO QUE TIENES Y YA LIBRE VEN CONMIGO YO TE OFREZCO MUCHO MAS.
Jesús le contempló y era alegre su mirada. ¡Qué urgente la llamada! Y le amó Pero el joven se marchó sin decir apenas nada, Como el joven era rico, triste se marchó.
Hay muchos que al Señor hoy le ofrecen alma y vida, más tristes, y enseguida dicen no.Como yo que al ofrecer lo que fácll puedo dar,no le doy lo que Jesús vino a mendigar.

RELATO 75
BAJO LAS CAÑAS
198 palabras
Antonio García Borrego

Camino de la estación, después de una larga jornada en un trabajo eventual que sólo le permitía sub-vivir -nunca comprendió que el estar bajo mínimos le llamaran sobrevivir-. Bajo el peso de un macuto, en pleno verano cuando el fruto de los ciruelos verdeaban, aún resonaba en sus oídos los cuchicheos de algunas personas que, suponiéndose descubiertas cuando se les acercaba callaban tras una sonrisa “amable”.
Entonces sólo disponía de un macuto, ropa, facturas por pagar y, una gran fe. Una fe que le acompañaba siempre como su propia sombra. Por el trabajo de siete horas le pagaban mil pesetas y el almuerzo, muy poco antes del euro.
Un día se fijó en que las cañas de la linde del camino a la estación se doblaban a su paso. Pensó que era el viento. Pero día tras día soplaba el viento justo cuando pasaba por el mismo lugar.
Llegó a pensar que sólo las cañas le mostraban su respeto inclinándose a su paso y eso le daba fuerzas para continuar.
Ahora, Miguel sobrevive, holgadamente, pero su conciencia le recuerda que debe una visita al cañaveral para agradecerle la cortesía y el respeto que los humanos no tuvieron.

RELATO 76
REFLEJOS
188 palabras
Maite García-Saavedra Valle

Nicolás sabía que los reflejos sólo imitaban lo que uno hacía. O así había sido hasta la fecha. Movió la mano hacia la derecha y su reflejo la movió hacia la derecha. Hacia su derecha, claro. Sacó la mano del bolsillo. Entonces, el reflejo hizo lo propio. Le divertía jugar con la dominación que sentía cada vez que se colocaba frente al espejo. Procuraba hacerlo a solas para evitar que alguien pudiera descubrir esta manía que empezaba a convertirse en vicio. Hasta que descubrió el lunar.
Su reflejo tenía un lunar. Y él no.
Extendió la mano para tocárselo y el reflejo hizo lo mismo en busca del labio superior de Nicolás.
Descubrió entonces que el espejo frente al que había jugado cada tarde al volver del trabajo ya no estaba y que, frente a él, su reflejo se había convertido de repente en otro Nicolás de carne y hueso que se diferenciaba de él únicamente en la pequeña mancha que marcaba su labio superior.
Fue entonces cuando también descubrió lo vulgar que era mientras su reflejo le apretaba el cuello con la fuerza justa de un estrangulamiento.

RELATO 77
FRIO
57 palabras
Rafael Pérez Jiménez

Su pelo era rubio y sus ojos azules, sus manos siempre estaban terriblemente frías y sorprendentemente suaves. Él la besó en la boca apenas dos veces, ella apenas dos veces le abrazó. El la miró alejarse y mientras ellas se perdía entre la gente recordó que cuando alguien no mira atrás es porque probablemente no quiera volver.

RELATO 78
AUSENCIAS
170 palabras
Rafael Pérez Jiménez

La noticia del viaje fue como chasquido, un golpe seco y preciso.
Las maletas se llenaron y las camas se vaciaron. Llegaron los espacios huecos como acantilados, como vértigos, llegaron las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, y se fueron perdiendo poco a poco los ojos y los tactos. Las horas, los días, las mañanas como alfileres, las tardes como hojas secas. El hechizo, después de todo, resultaba perder su magia entre la breve literatura de una carta. El calor se convirtió en frío, y el anorak no abrigaba ya. Compartieron, la desilusión de ver su puzzle desarmándose pieza a pieza. Lloraban y se juraban nunca olvidarse. Entrecortados por interferencias radio magnéticas, mandaron todo su amor en apenas cuatro palabras. Se desearon lo mejor y al momento se odiaron.
El mundo no tuvo la poca vergüenza de detenerse, y ceder aunque fuese un minuto para pararse a pensar, para respirar de nuevo y reflexionar. La voz del desaliñado encargado del locutorio anunciando el cierre del local puso el punto y final.

RELATO 79
ROJO CAOBA
139 palabras
Rafael Pérez Jiménez

Aparaté el teléfono ligeramente, y tape un instante el auricular con la palma de la mano, no quería que mi interlocutora, una vieja desconocida, con la que había contactado por medio de Internet, “Pelo rojo caoba, ojos azules, deportista, me gusta pasear por el campo y el deporte. No fumadora.”, oyese el chasquido del mechero al prender mi cigarrillo. Yo también había marcado la casilla de “No fumador”. No sé por qué, pero lo hice, en aquellas listas de contactos, todos decían no fumar, y yo no quería ser menos, ni más que el resto. Y justo ahora, no quería que pensase que era un farsante, que miente acerca de su personalidad, sus aficiones y sus vicios. Justo hoy, que por fin, después de semanas y de largas conversaciones telefónicas, justo hoy que nos vamos a conocer en persona.
Mientras, del otro lado del teléfono, la chica desconocida hacía malabarismos para teñir su pelo castaño de un color de rojo caoba, mientras ultimaba aprisa los detalles de la cita.


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RELATO 80
FABULAR
72 palabras
Maite Gª-Saavedra

Se sentó en el asiento del metro y observó con detenimiento a la muchacha que estaba enfrente mientras comprobaba con asombro cómo pequeños hombrecitos descendían por sus rodillas escapando de las páginas del libro que la muchacha leía.
Se inclinó para devolvérselos, pero, desechó la idea mientras no concluía el movimiento.
Recordó entonces que acaba de empezar su próxima novela y que no siempre era capaz de controlar su capacidad de fabular.

RELATO 81
¡HAY MERLUZA!
200 palabras
Xabier Etxeberria Perea

De estatura baja, cuerpo redondito, sonrisa abierta, oscuro, risa estridente, caminar rápido, como un orco. Deambula por los pasillos estrechos entre las estanterías de la mazmorra de libros y revistas. Es el responsable del orden y las fotocopias. Se llama Aymer.
Cuando visita los despachos de quienes trabajan en el edifico, inspecciona si hay libros de la biblioteca, si los ve en abundancia reclama que sean devueltos a las mazmorras que él mismo vigila.
De casa a la mazmorra se moviliza en una enana moto que apenas alcanza los 30 kms por hora. Diez minutos de viaje a las mañanas, otros 10 de vuelta al mediodía para comer. Tras la siesta vuelta a vigilar las mazmorras hasta las siete de la tarde en que regresa a su casa mientras las luces de las farolas acuchillan lucidamente el velo nocturno.
Uno de esos días de sofocante calor piurano en que el orco se revuelca sudoroso en la cama como un cerdo escucha desde la calle que le llaman.
Aymer, Aymer…!!!
¿Quién será que me llama así? Aguza el oído.
Hay merluza!!!! Grita el pescatero que empuja un carro cargado de verduras, hortalizas, tubérculos y algunos pescados que empiezan a estar hediondos.

RELATO 82
CALDO DE NIÑO
45 palabras
Xabier Etxeberria Perea

En la piscina yace el desvalido bebé con la masa encefálica dispersa, entre coágulos rojizos flotantes. El sol recalienta las mugrientas aguas.
Un vecino que asoma se tumba junto al perolo de caldo y sorbe hasta que uno de los coágulos le bloque la traquea.

RELATO 83
EL ASALTO DE LAS TRIBUS
169 palabras
Xabier Etxeberria Perea

El más repentino y audaz de los asaltos por el poder fue cometido en la monstruosa ciudad. Una plutocracia disfrazada con los clásicos formalismos democráticos trataba de justificar el status quo.
El servicio ultrasecreto de espionaje de las trabajadoras del hogar aliado con el de los chóferes, jardineros y basureros reunió la información necesaria para que actuaran los respectivos gremios. Todos ellos clandestinos, celebraban sus reuniones en ascensores, garajes y sitios de esos.
La madrugada acordada descuartizaron a su enemigo de clase en menos de lo que canta un gallo. Una noche bastó para eliminar a la enorme lista de poderosos que habían confeccionado. No salvaron a ninguno, no era cuestión de si eran buenos o malos, si eran culpables o inocentes. Era cuestión de eliminarlos para abrir a machetazos el nuevo día en que serían libres.
A la mañana los que despertaron en la ciudad quedaron horrorizados.
Los guachimanes (1) como siempre sin enterarse de nada, unos durmiendo y otros flirteando con las señoras o señores de la casa.

(1). Voz peruana asignada a los vigilantes privados apostados en los portales de las casas.

RELATO 84
Cables Pelados
197 palabras
César Sanz González.

Raúl no terminaba de creérselo cuando se lo contaba por teléfono. A un lado tenía un cable de doble sección enchufado correctamente a la pared, y al otro los dos cables de cobre que había pelado a conciencia y retorcido en espiral cuidadosamente. Había preparado dos trozos de cinta aislante de color negro y los había pegado en el nacimiento del dedo gordo de mi mano izquierda. Uní los cables que salían de un casquillo con los otros, y la bombilla se encendió haciéndome saltar asustado. No sabía que el interruptor estaba activado y menos aún que no iba a recibir un doloroso calambrazo. Le dije a Raúl que en ese momento tenía los cables metidos en la boca y la bombilla seguía funcionando. Quedamos en que a la mañana siguiente iríamos al periódico de la ciudad para anunciar mis poderes.
Antes de acostarme esa noche, quise confirmar mi don mientras me daba un baño. Puse el tapón y llené la bañera de agua. Cogí la vieja radio de mi padre y la introduje lentamente.
Al día siguiente mi padre leía emocionado el periódico. Después de pasar varias páginas buscando, encontró mi esquela en la página 43.

RELATO 85
Crónica findesemanera
191 palabras
Aratz Etxeberria Pera .

Después de una semana currando de noche se presentaba un fin de semana corto y aburrido, pues no. El sábado los cuatro magníficos tras hacer las rondas de rigor y beber mas vodka que los cosacos (creo que se están quejando por que debe haber escasez pero como siempre la culpa es de los chinos), cerramos la disco bebop un kolega y yo y hete aquí que nos encontramos con dos francesitas a las que liberamos de las sucias garras de sus compatriotas y como una tenia frio el colega le dejó la txamarra, pero la madmasuel seguía quejándose de frío y me vi obligado a darle calor humano, ante la gravedad de la situación tuvimos que seguir con la terapia de choque en la pensión en la que estaba alojada. No te preocupes por que la chiquilla al fin se recupero y haciendo honor a su nombre, Arielle se llamaba, limpió de polvo y paja a este sufrido escribiente.
El domino a la tarde toco EH Sukarra en la taberna bukowski y así la aburrida tarde del domingo se convirtió en ameno postre, sin arielle ya pero con su recuerdo.

RELATO 86
El blancazo
60 palabras
Aratz Etxeberria Pera .

La voz se apaga, los pensamientos se vuelven confusos, la fuerza desaparece de tus dedos, de tus manos, de tu cuerpo entero, la vista se nubla, llega el blancazo.
Te quedas semiinconsciente en cualquier rincón, pálido, amarillento en los peores casos. Dulces a tutiplé llegan de manos de tus colegas, bajan tu cabeza para que la sangre llegue a ella.

RELATO 87
El hombre en su tormenta
84 palabras
Aratz Etxeberria Pera .

Camina estrujándose la cabeza con manos nervudas, nublado por truenos e iluminado por rayos mentales. Preocupaciones obsesivas que lo obnubilan interrumpidas fugazmente por ideas luminosas que prontamente dejan de dar luz para devolverle a la tenebrosidad. Lo mismo tropieza con los viandantes que se cruzan que con las farolas que no ve. Pisa como si hubiera escalón cuando no lo hay y cuando lo hay no se entera, tropieza y se tambalea.
Todo empezó cuando abrió esa dichosa bolsa buscando comida y encontró mierda.

RELATO 88
Las Aventuras de Felipe y Ricardo
199 palabras
César Sanz González.

Felipe siempre llevaba el sombrero ladeado. Decía que eso alteraba a sus enemigos. Me indicada con su índice la zona por la que yo debía entrar mientras ambos permanecíamos en el suelo. La noche por fin caía. Un silbido, y de nuevo el índice girando en círculo en el aire. Al otro lado del gran arbusto, seis indios ignoraban lo que sucedía a su alrededor.
Felipe era zurdo. Nuestro encuentro no fue casual. Yo miraba fijamente a Ben “tres dientes” que agitaba sus dedos en el aire hasta que repentinamente desenfundó su arma. Reaccioné lo más rápido que pude y Ben cayó desplomado. Mi revólver estaba frío y un vaquero de sombrero ladeado me dijo que algún día me lo explicaría.
Después de cinco años yo seguía sin mi explicación. Felipe golpeó sus espuelas y los dos nos abalanzamos sobre los indios. En un segundo, cuatro de ellos se retorcían en el suelo con la cara llena de arena. El quinto intentaba bajarme de su espalda. El sexto se bañó con el agua que se calentaba encima de la hoguera. No hay indio más audaz que yo decía Felipe.
Ocho amigos cenaban liebre bajo el manto de la noche.

RELATO 89
Ratas viajeras
62 palabras
Rommy Troncos Mauricio

Revientan los corazones y pulmones de ratas que se cuelan, en la estación de desamparados del centro de Lima, en los trenes que remontan hasta las altas estribaciones de los Andes, cruzando mil veces el Rimac de un lado a otro, y cuando los cuatromil metros de altura son sobradamente pasados sus organismos colapsan dejando un reguero de cadaveres en los vagones.

RELATO 90
Mirar las estrellas
136 palabras
Rommy Troncos Mauricio

Más que dos hermanos eran dos amigos. Estaban en el campo acampados con una chica joven de su edad, ella esta receptiva respecto a uno y ese respecto a ella. El otro viendo el percal huye sabiamente y le deja en bandeja la jugada. Ella, tirada en el saco y medio desnuda le pide un masaje al que queda. El que queda, no sabe porque, dice que va a salir a dormir fuera, que le gusta quedarse dormido viendo las estrellas y sale sin darle tiempo a responder. Ella, la estrella más bella y cercana, queda sola y asombrada. El duerme fuera, ella duerme dentro. Desde aquel día para los dos hermanos quedarse mirando las estrellas tiene un nuevo significado, es quedarse a dos velas.
Mira, una estrella con patas de mujer, esa es otra historia.

RELATO 91
El monstruo
116 palabras
Rommy Troncos Mauricio

Los monstruos rodean las ciudades. Comen tres veces al día, y cada vez rumian la comida durante 8 horas hasta que la expulsan para recogerla al día siguiente y volverla a rumiar.
Destruyen poco a poco los cuerpos humanos que mastican un día si y otro también. Durante años, los cuerpos que mastican, rumian y vomitan, envejecen, encanecen, se endeudan, pierden las ilusiones y mueren prematuramente en su cárcel diaria.
La carne humana untada con maquinas les sirven a las fábricas para convertir la materia prima que reciben en camiones en objetos de consumo. Los cuerpos humanos se doblan y someten al ritmo de las maquinas de la cadena de producción.
Humo sale por sus chimeneas.


RELATO 92
RELATO UNIVERSAL
200 palabras
Vicente Rodríguez González.

Érase una vez un soldadito de plomo muy feo, que vivía en lo más profundo del bosque. Un día, su madrastra, que quería perderlo de vista, le dio una capa roja con caperuza y una cestita, y lo mandó al palacio del Rey, para lo cual debía atravesar lo más profundo del bosque, lleno de lobos. Para no perderse, fue echando por el camino unas piedrecitas blancas que antes había recogido y guardado en el bolsillo. Además, para hacer su camino rápidamente, se calzó unas botas de siete leguas que su hada madrina le había regalado. Al llegar al Palacio un gato le dijo: “oh, señor, regálame esas botas y te ayudaré en el palacio”. Así lo hizo el soldadito, y con la ayuda del gato se introdujo en palacio, donde vivía una Bestia encantanda por haberse pinchado con una aguja. El sodadito se apiadó de la Bestia, porque él también era feo, así que cuando el reloj dio las 12 de la noche, besó dulcemente a la Bestia. Entonces, por efecto de la magia del amor, ambos se transformaron en dos jóvenes hermosísimos, y vivieron juntos muy felices, y comieron perdices. Y colorín, colorado, este relato se ha acabado.

RELATO 93
VIEJA ASESINA
200 palabras
Yang Sanchez Farfan.

Tras una de esas Meopelas veraniegas, se chocaba contra la iglesia del pueblo, no la veía, por algo era de noche.
De la boca le salen torrentes de vómitos calimotxeros, mezclados con trozos de tortilla de patata que antes había llegado a la tripa sin haber sido masticada, empujada por olas de kalimotxo. Esos trozos de papas y kalimotxo eran arrojados, como huaicos intempestivos, con mayor fuerza que con la que habían entrado. La garganta raspaba al dar nacimiento al furioso torrente. Un hedor nauseabundo animaba a los sanos que le rodean a realizar igual limpieza de sus santos estómagos. Cucarachas desprevenidas eran arrastradas. Despavoridas.
Desde un segundo piso de un balcón de un callejón estrecho como desfiladero, una vieja que parecía bruja, pero que se comportaba como alma caritativa, hacia descender caldos desde botellas de agua recortadas y anudadas a cuerda de tenderete. Sus secretas intenciones eran hacer perder la conciencia definitivamente al joven con su malsana pócima y matarlo para trocearlo y dar de comer a su criadero de ratas. Nunca la descubrió nadie.
Envidia de la vieja por esos cuerpos jóvenes, llenos de vida y futuro. La vieja asomaba vestida de negro como pájaro de mal augurio .

RELATO 94
La máquina de los recuerdos del Profesor Lüneburg
175 palabras
Sonia Escudero Sánchez.

En la séptima luna de la mañana del 4 de abril, el profesor Lüneburg acabó su máquina después de años de espera. Con la llegada de los años de bronce empezaba a mirar al pasado, a recordar tiempos que consideraba mejores, en los que había sido joven y el tiempo podía esperar.
Con la experiencia y conocimientos adquiridos de perro viejo la tarea no le resultó difícil, y creyendo volver a la niñez, colocó el electrodo sobre su cráneo. La máquina le llevaría a lo más cercano a su juventud perdida: sus recuerdos. Pero donde creía amor verdadero ahora sólo veía relaciones fallidas, la juventud sólo era una fuente de frustraciones y pobreza, el reflejo de la calidez de su familia se hundía bajo el peso enlutado del dolor y el prestigio y la máquina sólo años perdidos de la edad dorada. Lo encontraron conectado a la máquina, loco y gritando presa de la angustia y el miedo.
El cerebro protege el alma del ser humano...nadie debería poder recordar más de lo que recuerda.

RELATO 95
Tío Rafael
22 palabras
José Miguel Valdivia Bernal

Estoy seguro de que la muerte acabará con todas mis desgracias. Pensó tío Rafael antes de ahorcarse. Intentarlo sumó una desgracia mayor.

RELATO 96
LA DEUDA
10 palabras
José Miguel Valdivia Bernal

- ¿Y?
- Me maté para escapar de ustedes.
- Pues aquí estamos.



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CATEGORÍA B



GANADOR

RELATO 14
RUTINA INTERRUMPIDA
200 palabras
Iris González Gómez de Agüero

Desde su llegada a la ciudad, había acudido todas las tardes al encuentro con ese panorama en el que los más corrían estresados camino de sus oficinas, y los menos, paseaban reuniendo fuerzas para el día siguiente.
Aquello de convertirse en mimo le reportaba ya un cierto placer. Cuando llegó embarcando sus sueños en una patera, este recurso fue lo primero que se le ocurrió tras observar la ciudad que le iba a acoger. Ahora, ya no lo hacía por necesidad, le encantaba guardar silencio mientras observaba todo tipo de reacciones en los transeúntes.
Entró en el bar de costumbre y pidió lo de siempre. La tarde parecía presentarse como tantas otras. El camarero, que ya conocía sus hábitos, le ofreció el periódico. Abrió por la página trece: nacional; ese era desde hacía tiempo su método para aprender el idioma.
Una foto rompió la rutina. Donde esperaba encontrar política, un kayuko aparecía encallado en el puerto tinerfeño. La imagen, impactante: varias personas muertas. No pudo evitar distinguir a su hermano pequeño.
El asombro sólo le permitía actuar como un autómata así que pagó y oculto bajo su traje decidió dedicar el silencio de esa tarde a la memoria de Rasid.


Finalista 1

RELATO 9
¡DIOS NOS PILLE CONFESADOS!

180 palabras
Alfonso Jesús Alhambra Simón.

-¡Rápido, sígueme, ha habido un accidente!
-¿Qué ha pasado?-pregunté.
-Dicen que Dios ha caído del cielo.
-¿Es grave?
-No hay tiempo para hablar, ¡corre!
Cinco minutos después llegaron jadeantes al lugar de la caída. Un hombre de frondosos bigotes se les acercó cortándoles el paso.
-Dios ha muerto-así hablo el hombre del bigote.
-¿Cómo ha sido?-preguntó mi acompañante.
-Aún no se sabe,-respondió- unos hablan de asesinato, otros dicen que se suicidó decepcionado por el fracaso de su creación, algunos dicen que quizá tropezó, que fue simplemente casualidad, un accidente. Yo por mi parte creo que sólo era cuestión de tiempo que ocurriera: ha caído por su propio peso.
Un gentío desconsolado, desbocado por un hiriente y ahora vacío fervor religioso, se amontonaba en torno al cuerpo sin vida del Altísimo. Unos gritaban “¡ oh Dios mío!, otros “¡que alguien llame a un médico!” y otros simplemente miraban asustados.
-Así visto no parece tan poderoso-murmuré.
-¿Y ahora qué será de nosotros?
-Quién sabe, quizá seamos libres.
-¿Lo somos?...pues yo no noto nada…
-¡Dios nos pille confesados!



Finalista 2

RELATO 13
La Muchacha Metálica
147 palabras
Diego Castaño Chillarón.

Cuentan por ahí que vivió en la provincia una muchacha de cabellos rizados y grises, metalizados casi.
A veces simple, clara y suave, otras fría, dura y violenta. Ella era como de agua y hierro por dentro.
Gastaba los segundos que le quedaban limpiando el óxido de los ya pasados.
Por desgracia, la joven, al limpiarse con agua, más se oxidaba.
-¿Cómo puedo arrancar los recuerdos que oxidan mi interior?-Se preguntaba
-¡Qué gran idea! - Exclamó- Bastará con vaciarme de mi agua y nunca más me oxidaré.
Y blandiendo el acero toledano en su vientre, alcanzó a ver cómo de ella manaron riachuelos, que como finos velos de seda recorrieron la oscura cuesta abajo empedrada.
¡Pobre incauta!, no tuvo en cuenta, que el agua formaba ya parte de ella.
Y cuentan también que aún yace allí, inmóvil, esplendorosa, la muchacha metálica junto a una vieja espada oxidada.



RELATO 1

ODISEA
198 palabras
IVÁN HUMANES BESPÍN.

Si uno piensa que alguna vez va a huir de aquí no sabe lo que dice. Yo les digo a mis soldados que nosotros, que seremos unos cuarenta, debemos permanecer unidos.
-Tendríamos que estar en la isla de Ténedos –me dicen.
- Odiseo, ¿qué hicimos? –preguntan.
No sé revelar qué sucedió, tan sólo que estamos donde estamos por arte de los dioses troyanos, que son los peores y cambian el curso de la historia en nada. La explicación de nuestro destino debe ser mágica, terrible.
-Era un buen plan –piensa Elíope mirándose las sandalias.
Y lo era. Pero uno sale del escondite esperando arrasar con un pueblo entero y se encuentra en un lugar como éste, con tantos cristales, y soles y plantas colgando y escaleras subiendo y bajando, malditas…
- El caballo tenía que guardar a nuestro ejército en su barriga y los troyanos tenían que arrastrar el regalo… -relatan con pena.
Cierto. Pero estamos aquí y el pavimento resbala, huele a limón. Un cartel nos apunta: Exposición del caballo de Troya en el centro comercial. Y uno no puede deshacerse de lo sucedido. Mientras, los soldados esperan, muerden sus puños y recuerdan antiguas jornadas de victoria.


RELATO 2
NO ADMITIDO A CONCURSO. (Incumplir el punto 1 de las bases -los relatos deberán ser originales, e inéditos).


RELATO 3
EL LIBRO SOLITARIO
196 palabras.
María Teodosio Rodríguez.

Érase una vez un cuento que empezaba en una biblioteca como la de azucaica. La historia comienza aquí, un libro muy viejo que llevaba doscientos años en la biblioteca, y resulta que ese libro era de las aventuras de Don Quijote y un niño llamado Pelo Pincho. Cogió el libro solitario y se quedó leyendo una hora entera y se acabó el cuento, y dice la historia que Don Quijote se cayó en un pozo cuando se casó con Dulcinea, y luego le rescataron los bomberos; y después, le robaron su armadura y se la cogieron los polis. Así, y mil desgracias más, y Pelo Pincho se quedó con más ganas de leer que nunca. Luego fue a su casa, y le dijo a su madre que le contara una historia, y le contó la de Don Quijote, y le dijo Pelo Pincho a su madre: ¡No, esa no! Yo quiero saber cómo se conocieron Dulcinea y Don Quijote, y su madre se la contó, y fue la historia más bonita de amor que había escuchado en su vida, y desde ese momento Pelo Pincho se hizo escritor y se puso de nombre, Pelo Pincho-Cervantes.

RELATO 4
AMOR
186 palabras
Santiago Peribañez Faguas .

¿Por qué no te sientas aquí, conmigo, lejos del fuego? No soy sino un mendigo que se alimenta de las sobras de los gatos para no enloquecer. No bailo al compás del tango; no tengo un traje blanco. ¿Por qué te ríes? Mi corazón ajado todavía recuerda el tacto del cielo. A veces, en sueños, la veo, pero su calor, su risa, no traspasan la frontera de la razón. No todavía. Busco sueños, ideales por los que luchar, pero mi corazón agarrotado no puede cruzar este desierto sin algún pequeño oasis, alguna alucinación que le anime a seguir adelante. No soy como ellos, que te rezan a diario, sino como los antiguos, buscando no buscar, queriendo no querer. Pero te veo al cruzar la calle, jugando con tus hilos, sus cadenas, y siento envidia. Envidia de sufrir, envidia de no poder salir del eternal juego. Deja de reír; tus cascabeles taladran mi conciencia. Sí, tienes razón. Ya no soy ese tierno cachorro que busca acurrucarse a los pies del amo. Mi corazón es de la luna llena, y mi canto pertenece al bosque, mi verdadero hogar.

RELATO 5
Inconstancia
186 palabras
Mª de las Mercedes Rubio Cepeda.


El pequeño ruiseñor voló ágilmente sobre el laurel para volver a posarse en la rama más alta. Desde allí veía a los niños jugar con la arena y levantar castillos. ¡Vaya, -pensó el pajarillo- cómo se divierten los humanos!. En ese momento, el niño pelirrojo levantó la vista y se fijó en él.. ¡Vaya, -pensó- qué estupendo sería volar y poder verlo todo desde arriba! Los demás niños comenzaron a gritar y asustaron al pájaro, que salió volando al instante. ¡Son demasiado ruidosos! –pensó- y el niño pelirrojo le siguió con la mirada hasta la torre donde se posó. ¡Es demasiado pequeño y frágil! decidió el niño para sus adentros. Y cada uno siguió con lo que estaba haciendo.
Los niños y los animales se cansan pronto.

RELATO 6
LAS ÚLTIMAS VECES
198 palabras
Alba Marina Rico Aparicio.

Se acabaría hoy, el plan: seguir su rutina, porque sabía que así nada le haría desear vivir un día más, nadie nunca volvería a hacerle daño. Él se había convertido en algo automático y su vida era un sinsentido y estaba vacía.
Desayunó, se ducho, cogió el coche como siempre para ir a trabajar.
Llegó al trabajo, aparcó en su plaza de garaje y fichó por última vez. Salió del trabajo y en el regreso a su casa deseó que nadie le disuadiera de lo que iba a hacer aunque sabía que nadie a le importaba porque el era un fantasma fuera de las sombras.
Llegó a casa, fue al baño y en el espejo unos ojos castaños le devolvieron la mirada en los que se podía ver a un niño que jugaría por última vez. Y con decisión se tomó unas pastillas.
Sus últimos pensamientos se deslizaron por su mente, todas las lágrimas y todas las lunas que había deseado ser otra persona, pero eso ya no pasaría más porque su vida se escapaba y su alma ascendía a un lugar mejor. Cuando lo encontraron estaba en descomposición pero tenía su última sonrisa dibujada en el rostro.


RELATO 7
LEYENDA URBANA
103 palabras
Alba Marina Rico Aparicio.


El cielo estaba estrellado aquella noche y los transeúntes no tenían ni idea de lo que estaba a punto de acontecer. Las luces de la calle se apagaron sumiéndolos en una oscuridad total, lo único que se oyó fue un grito desgarrador. Y las luces volvieron, la calle estaba desierta, no quedaba nadie, estaban todos muertos y el color carmesí corría en ríos de sangre que se colaban por las alcantarillas. Nadie supo nunca lo que ocurrió en el pequeño pueblo de Norad, como había muerto esa gente, esta historia se unió a las grandes leyendas urbanas y nadie lo pudo olvidar jamás.


RELATO 8
LAS ALAS DEL AMOR
123 palabras
Alba Marina Rico Aparicio.

Lo vi por primera vez y fue como si el cielo se iluminara, como si el tiempo se parara dejando al sol en lo más alto del firmamento alumbrando a todos y cada uno de las pequeñas criaturas de este mundo. La emoción me embargó y dejé que la tibia brisa primaveral acariciara mi rostro y sentí como su aliento me rozó cuando dijo mi nombre. Hizo de mí la persona más feliz, llenándome de ilusión, de sueños, de esperanzas y lo más importante de amor. Descubrí que yo también podía amar y que el amor es el principio y el final de todo y que siempre vayas donde vayas sientes que hay alguien en el mundo que te quiere más que nada.

RELATO 10
CAOS DE IMPRESIONES
49 palabras
Álvaro Organista Serrano.

Nuestra niña tiene ya quince días. Tanto ella como yo pasamos una mala noche. A la mañana siguiente, Javier se despertó, nos besó a las dos y me dijo:
- ¿Has pasado una buena noche cariño?
No sé si será la depresión post-parto, pero creo que quiero el divorcio

RELATO 11
AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS
100 palabras
Álvaro Organista Serrano.

Ya es tarde y llego con diez minutos de retraso a la cita que cambiará mi futuro. Noto como el sudor mana de mi frente. Salgo del piso, pulso el ascensor. En él encuentro al vecino del ático que solo había visto una vez. Nos saludamos fríamente y… ¡puf! Todo oscurece. Se para el ascensor, no conseguiré llegar a mi cita…
Después de veinte minutos atrapados descubrí que tenemos muchas cosas en común: nuestros pueblos se encuentran a apenas diez kilómetros y los dos tenemos colesterol.
¿La cita? Ya se repetirá… ¿Qué es sino la vida que estos pequeños placeres?

RELATO 12
La niña ciega
186 palabras
Diego Castaño Chillarón.

Se detuvo con una brisa que la envolvía toda y trenzaba su pelo, las ramas de los sauces acechaban agresivas con pose de garra y un metro más allá, donde culmina el caminito del bosque, destellaba una luz cegadora.
Ya debe ser hora de volver a casa,-pensó- pero quiero saber qué es esa luz.
La pequeña dió un paso más y extendió de debajo de la manga del jersey su delgada mano blanca, decidida a tocar aquel punto de luz, cuando de repente se vió envuelta entera en una burbuja luminosa y todo se volvió brillante desde ahí dentro, muy iluminado, tanto que se perdía el color y sólo se diferenciaban formas blancas flotando en el espacio.
La niña estaba ciega por completo.
Algunas noches, ya en su adolescencia, soñaba que veía, veía arcoiris, esos verdes prados oscuros y frescos, soñaba ver aquellas mariposas de color hielo y lava que rondaban por su casa en el campo, soñaba ver a su madre y a su hermana, y soñaba también con el vuelo de las gaviotas sobre el atardecer...
...ese que nunca antes echó de menos.

RELATO 15
JUEGOS
106 palabras
Iris González Gómez de Agüero

Aún recuerdo esas tardes de domingo en las que íbamos a casa de mi abuela.
Cuando vuelvo allí todavía puedo ver sus brillantes ojos que regalaban sonrisas al notar cómo sus nietos crecían sin que nadie pusiese evitarlo.
Si me esfuerzo más, puedo percibir ese olor a chocolate, a torrijas, a mazapán, a juegos…si, a juegos.
Esas tardes creíamos que la convencíamos y en realidad, para ella, jugar con nosotros era una buena excusa para recuperar todo aquello que olvidó en Nunca Jamás.
Su última tarde también fue de domingo y sólo espero que quien la acompañase hiciera que fuese tan feliz como las anteriores.

RELATO 16
HOSPITAL
57 palabras
María Cazallas

Un día papá y yo fuimos al hospital, a ver a una amiga mía porque se ha roto un pie, ¡y me da pena!
Papá y yo vamos al hospital, ¡Papá, papá que llegamos tarde! de pronto, salió su amiga con una escayola, y el médico dijo que ya podía salir del hospital ¡estamos contentos todos!



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