viernes

Relato 601 a 700


Relato 601
. 145 palabras
RAFAEL BELMONTE AGÜERA
BARCELONA - ESPAÑA
LA CABRA Y LA MOMIA
Una cabra montés pastaba plácidamente sobre un risco en Ordesa, orientada camino ya de Monte Perdido, cuando inesperadamente un resbalón hizo que sus setenta y tres quilos de músculo y cuerno cayeran por un orificio del terreno en una cueva situada a ocho metros bajo tierra. Desorientada, lógicamente, ante tamaño despropósito de la naturaleza que no avisa de sus trampas, se levantó de un ágil salto lamentándose pero milagrosamente intacta. Había caído sobre un objeto mullido, que no tardó en comenzar a devorar.
“Soy una momia” –anunció en la oscuridad el insípido objeto de su deseo, mientras la cabra le masticaba las entrañas-, “soy historia viva con miles de años de antigüedad, no puedes hacerme esto”. “Tranquila, momia –masculló la cabra-, yo también quiero hacer historia. Me convertiré, pues, en la primera cabra que se ha comido una momia con tantos años a su espalda”.



Relato 602 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.




Relato 603 . 196 palabras
NÉLIDA ESTER FIDA ABATTE
SAN MIGUEL DEL MONTE,(BUENOS AIRES) - ARGENTINA

ARGENTA
Me emociona ver desde lejos la pintoresca ciudad de Argenta y sus torres, que brillan con singular hermosura. De ellas emana una luz que previene a los viajeros.
En esta ciudad, famosa por su desorden, el orden, paradójicamente, es la ley que mejor aplica el Consejo de Ancianos. Ellos dictaminan sobre los horarios de los habitantes, qué deben comer para estar más sanos, los espectáculos que pueden ver, cómo y dónde construir sus casas y qué cosas deben callar.
Aquí es inútil la protesta. A partir del caos nace el orden y la obediencia.
La ciudad de Argenta, que mucho supo de invasiones en su pasado, aún se rige con antiguos códigos.
Tiene casas de antiguas fachadas, modernos negocios con plantas en sus escaparates, ferias en las plazas, banderas en los mástiles y escudos en el frente de los edificios públicos; escuelas para no educar y sustitutos de alquitrán y violín, pero con similares conciertos, paradas militares y ojos vigilantes sobre hombres y bestias.
La multitud sonríe, a pesar de que hay una legión de cíclopes vigilando desde las alturas y desde los puentes las calles de Argenta que la unen con el resto del mundo.




Relato 604 . 196 palabras
NÉLIDA ESTER FIDA ABATTE
SAN MIGUEL DEL MONTE,(BUENOS AIRES) – ARGENTINA

LA DESPEDIDA
Debo irme y no te veré más. ¡Cuánto dolor!
Esperan que vuelva, y no pude negarme a regresar.
Pero los celos me consumen, y en mis noches de insomnio me digo:
- ¿Quién recorrerá sus apretados caminos, sus suaves colinas? - pero nadie me respondió.
Llegué a ti azotado por el infortunio y fuiste mi refugio bajo el cielo más oscuro.
Y yo también te cuidé y te amé; pero también te odié, porque no pude alejarme de ti.
Del amor al odio hay solamente un suspiro, eso dicen; y ya es demasiado tarde. Llegamos al fin.
No habrá más amaneceres juntos, mirando al sol sobre el mar, ni sentiremos las aguas azules lamiéndonos los pies. ¿Quién escuchará el latido de tus entrañas? ¿Quién te contemplará cuando agites tu verde cabellera?
Tu cuerpo se mece con la cadencia del viento. Y yo aquí, entre la bóveda del cielo y el mar, huérfano de ti, extenuado de tiempo y soledad.
En la amarga despedida, tu aliento cálido y fragante me envolvió como un abrazo.
Te contemplo en medio del temblor, como si fueras una gema que va decreciendo en la distancia.
¡Adiós, isla mía! Tu Robinson jamás te olvidará.



Relato 605 . 195 palabras
NÉLIDA ESTER FIDA ABATTE
SAN MIGUEL DEL MONTE,(BUENOS AIRES) – ARGENTINA

NI UN EJÉRCITO DE ÁNGELES
Llevo meses encerrada. Las paredes se ciernen sobre mí, me sofocan. Escucho voces afuera. Una voz femenina, un arrullo. Otras, gritos destemplados me atemorizan. Todo tiembla. La angustia me invade, pero no puedo llorar. Entonces me revuelco, pataleo, me hago notar. Alguien está ahí afuera, alguien que espera, paciente, a que llegue el momento, a que me asome.
Finalmente el silencio me envuelve, como un tibio capullo, y cierro mis ojos, ciegos de oscuridad.
De mil maneras distintas la muerte me acecha, como una pesadilla. Lo presiento.
Una furia tremenda se desata y me ensordece, aterradora. Me enervo y giro buscando la salida, pero algo me retiene, me ahoga. Algo así como una cuerda en mi cuello. Un ángel viene en mi ayuda, bañado de luz. Me salva, por primera vez.
En ese preciso instante siento mi desnudez, el frío, y mis pulmones parecen estallar con el llanto tanto tiempo contenido.
Racimos de flores estallan en el cielo y me reciben, con sus fuegos de artificio.
Rosas rojas florecen en los cuerpos de los hombres, de las madres y sus hijos. Ni un ejército de ángeles alados nos protegerá de los demonios de la guerra.




Relato 606 . 98 palabras
MARTÍN ANDRÉS PALMIERI FONTI.
MENDOZA - ARGENTINA
.
MALA SUERTE.
Cada rincón de la casa tenía vida y no dejaban de observarlo casi como acusándolo. Se sentía atrapado. Quería correr lejos. Las paredes se acercaban lentamente amenazándolo con sus largos y afilados colmillos. Se sentó en el medio de la habitación aterrado. Miró hacia arriba buscando ayuda y pudo ver un espejo en el techo. Nunca antes lo había visto. Las paredes estaban cerca y ya casi lo aplastaban. Grito desesperadamente y el espejo se quebró en mil pedazos. Minúsculas partículas punzantes cayeron en su cara. 7 años de mala suerte pensó mientras las paredes lo aplastaban lentamente.



Relato 607 . 200 palabras
EMANUEL ACEVEDO
CÓRDOBA - ARGENTINA
PERFECTA DOSIS
La realidad despedazándose en su mente, sintiendo como su cerebro parecía cortarse a si mismo con cada pensamiento, lo sentó para no pararse, sostuvo la hoja en blanco, se había rendido, pero no sabia como decírselo a los demás.
Dejó la hoja, abrió una botella, aspiró una línea, encendió un cigarrillo, si su cerebro quería batalla, la daría, aun al final.
Pensó todo lo que un hombre puede divagar sobre como llegó a querer acabar con su tiempo el mismo, y siguió pensando que ya no quería mas, su especie lo había engañado, defraudado, con una existencia por demás insatisfactoria. Miró la hoja, la totalidad del potencial creador, pero ya no había nadie con quien sentarse a hablar. Ese vacío no se podía llenar con palabras.
Agarró la jeringa, preparó la ultima y perfecta dosis. Se iría a su manera, sonriendo de no querer ser como los demás, siendo lo mas bajo de la cadena evolutiva con tal de satisfacer su propio ego con la mayor inmediatez posible.
El liquido se incorporo a su cuerpo, luego a su mente, y de pronto lo liberó, se rió, sintiendo como su alma se desprendía de su cuerpo, en un nuevo parto astral.



Relato 608 . 78 palabras
RENZO FRANCO CARNEVALE
ONTARIO - CANADÁ

PREMONICIÓN
Cuando Frank Kafka escribía La Metamorfosis, una parte de sus recuerdos cayó en poder del insecto que había en él. Sin pensarlo, se frotó los ojos y se fue a dormir. Al otro día se despertó con la idea del libro terminada. Cuando se asomó a la ventana vio como una araña devoraba la cabeza de un escarabajo. Kafka, al detallar aquella escena diminuta comprendió que su suerte estaba sellada, que ya no se salvaría de él mismo.



Relato 609 . 102 palabras
RENZO FRANCO CARNEVALE
ONTARIO - CANADÁ
EL MIEDO ES LA MORTAJA
Derrotado por el sueño Marshall McLuhan se quedó dormido en el sofá. Por más de dos horas el filósofo estuvo en un estado de su conciencia en que casi sintió enloquecer por las táctiles emanaciones que recibía provenientes del televisor que había quedado encendido y en su casi inconciencia gritaba: “¡el medio es el masaje!, ¡el medio es el masaje!”. Cuando despertó no se acordaba de lo sucedido, sólo entendió que había estado repitiendo una frase sin ruido. Aquella idea la mantuvo presente por algunos meses y fue una de las razones por las cuales evitó siempre quedarse dormido frente al televisor.


Relato 610 . 79 palabras
RENZO FRANCO CARNEVALE
ONTARIO - CANADÁ

EL CHIEN
El piso está mojado, puede que tenga también aceite. Un brillo ocre entra del lado izquierdo. Unos pies calzados de rojo, zapatos altos y medias negras con retículas grandes y costura medular, caminan hacia lo que al fondo parece ser un balcón. Los pies son perseguidos por una mano enguantada de blanco. El dedo medio ostenta un anillo de oro y bronce. Tiene incrustaciones de piedras que forman el ovalo de un ojo. Mira hacia arriba como un perro.



Relato 611 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 612 . 176 palabras
JUAN ANDRÉS HERRERA PERDOMO.
SANTA CRUZ DE TENERIFE - ESPAÑA.

EL CORREO
Mi Bloque está lleno de cuervos. No debo permitir que sepan lo mío, es decir, que tengo Internet: “Sólo para ver un curso, es un momento, cómo es esto de ligar, ¿se ven tetas?…”. Cuervos. Están pendiente a todo. Ojalá pudiera fumar. Lo hice un par de veces, pero los cuervos olfatean los tabiques: “¿Tienes un cigarrito, compadre?, anda vecino, déjame un pitillo hasta que compre”. ¡Qué dejen el tabaco si no lo pueden pagar! Tengo hambre. Si no fuera porque los vecinos saben qué marca de lentejas como solo con oír el ruido del caldero… Da igual, puedo aguantar. Tengo correo. Es del Paro ¿Qué querrán estos ahora? ¡Un trabajo de lo mío! ¡Y pagan bien! Imposible. Lo que me faltaba es que, con la crisis que hay, fuese el único con trabajo en el Bloque. Los cuervos no tardarían en visitarme: “Mi niño, tú que trabajas ¿no tendrás veinte euros para pagar la luz? ¡Compadre, déjame cincuenta euritos, que otro día te los devuelvo”. No, a mí no me agarran esos pájaros. Borrar correo.



Relato 613 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras y 2d). los relatos deberán ser inéditos.



Relato 614 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2d). los relatos deberán ser inéditos.



Relato 615 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras y 2d). los relatos deberán ser inéditos.



Relato 616 . 196 palabras
FRANCISCO JOSÉ SEGOVIA RAMOS
GRANADA - ESPAÑA

OBSESIÓN
Necesito volver a verla. El aire, a través de la ventana abierta, le trae aromas que le recuerdan a ella. Necesito contemplar, una vez más, su rostro. Hace click sobre el ratón, y busca, busca de nuevo, sin perder la esperanza. Pero ella no aparece. ¿Dónde estás que no te encuentro? Su murmullo se pierde en el vacío. Sigue haciendo click, y las imágenes cambian sin cesar, pero esos ojos que le miran desde la pantalla no son sus ojos, y esos labios no son los que besó, ni esos cabellos tienen el brillo negroazulado que le enamoró. ¡Quiero verte, verte otra vez! No tiene suerte, y sus clicks se alargan durante toda la tarde, hasta que se hace de noche. No cesa, empero, en su búsqueda, y la noche da paso a la alborada, sin que el rostro anhelado aparezca. Cansado, deja el ratón a un lado y se echa atrás en la silla. Un breve descanso y volveré para encontrarte, dice, exhausto, a la pantalla oscura que tiene delante. Fuera, los técnicos de la compañía de suministro eléctrico han reparado la avería que ha tenido a toda la ciudad sin electricidad todo un día.



Relato 617 . 139 palabras
FRANCISCO JOSÉ SEGOVIA RAMOS
GRANADA - ESPAÑA

CHARLANDO BAJO LA LLUVIA
Cuánto tiempo, Quizá cuarenta años, Desde que nos despedimos, y llenamos nuestros corazones con otras miradas, Tú, Luís, te fuiste con aquella chica rubia que se cruzó en nuestro camino en un tiempo de dudas, Tú, en cambio, te marchaste a trabajar a esa ciudad perdida en el sur, Nuestra historia está marcada por la separación, Y por el adiós definitivo.
Sigue lloviendo, Marta, Sí, Luis, como aquel día en que nos dimos el postrer beso, Cuánto tiempo, querida, Mucho tiempo, Luis, y que cercano parece el recuerdo.
Las ilusiones pueden brotar aunque sea otoño, y los cabellos se deberían acariciar a pesar de que han perdido su color. La lluvia cae sobre los paraguas abiertos, sobre los corazones vivos, sobre la mesa donde dos manos se aproximan y unen, cuarenta años después, en el reencuentro tanto tiempo aplazado.



Relato 618 . 194 palabras
FRANCISCO JOSÉ SEGOVIA RAMOS
GRANADA - ESPAÑA

EL TRABAJO OS HARÁ LIBRES
“El trabajo os hará libres”. El cartel, sobre la puerta de entrada al campo de prisioneros, sorprendió al chaval. Padre, dijo, mirando al hombre canoso que le acompañaba, Realmente, podemos lograr quedar bien con esta gente. El joven esbozó una sonrisa que no fue correspondida por su progenitor.
Atravesaron la puerta junto a otros cientos de inquilinos forzosos del campamento. Padre, murmuró nuevamente el joven inquieto, qué es aquello que ahí allí. Dos esbeltas columnas grises escupían humo negro al aire. Callad y seguid andando, gritó un guardia vestido de gris que les amenazaba con una metralleta.
Separaron al grupo de recién llegados en dos partes; los niños y mujeres a un lado, los adultos varones al otro. Después, al primer grupo lo empujaron en dirección a las dos columnas grises.
¡Papá, papá! No te preocupes, seguro que pronto nos veremos de nuevo, gritó el joven, aún con unos rescoldos de esperanza. Su padre, esta vez sí, lo saludó con la mano e intentó dibujar una sonrisa en su rostro.
El humo seguía saliendo, imparable, de aquellas columnas grises como la ceniza. Un humo negro con sabor a carne. Mathaussen seguía hambrienta de viajeros.



Relato 619 . 95 palabras
LYDIA RAQUEL PISTAGNESI
BANFIELD (BUENOS AIRES) – ARGENTINA

AYÚDENME POR FAVOR
_Ya está todo preparado para los quince de Marisa, la ropa, la recepción, necesito que me ayudes, todo debe brillar, así que manos a la obra………. Casi terminamos, pero, ¿Qué te pasa . Por favor reacciona.¡Vicente, Marisa, ayúdenme_
_ Pero mujer _ Todo lo haces sin parar, contigo nadie aguanta_ Vicente levantó, a la enferma en sus brazos y corrió hacia el auto_
Una hora mas tarde, ambos esperaban en la antesala del lugar
Un señor de mirada circunspecta salió del interior de la sala contiguay en forma lacónica , les informó_ Lo lamento, la aspiradora está quemada_.



Relato 620 . 91 palabras
LYDIA RAQUEL PISTAGNESI
BANFIELD (BUENOS AIRES) – ARGENTINA

MARINA
La lluvia extiende sus brazos.
Un barco sueña en la bahía, reflejando en sus aguas deseos peregrinos cobijados en el misterio; es un dialogo sin palabras, mientra el viento castiga su estructura fatigada de tormentas.
Un albatros roza con sus alas, la cubierta gastada por soles y salitre, para acompañar a su amigo de aventuras, sin importarle, como se diluye su belleza, apenas pliega sus alas y deja el espacio para caminar tambaleante por la proa
Relámpagos atesoran en sepia ese momento inolvidable, para guardarlo en la profundidad de su memoria……….




Relato 621 . 200 palabras
PATRICIA ORTEMBERG Y DALLAVALLE.
BUENOS AIRES - ARGENTINA.

LA VIOLACIÓN
Ese día fue diferente para ella, no hubo madurez capaz de dar cuenta de su tiempo, fue la adolescente de pelo blanco que deambulaba por lo inocencia de su espectro.
Salió casi de madrugada en búsqueda de alguno de esos abismos capaz de conducirle a su propio nombre.
Luego de varios pasos arribó a una casa antigua, tocó el timbre y esperó varias vidas hasta que un hombre le abrió la puerta. El aspecto pueril de él ocultaba su rostro, su barba delataba instantes otros, desconocidos.
Ella no sabía para qué estaba allí, tampoco lo sabía ese hombre de mármol seco. Aun tras ese desconocimiento, ambos se sentaron en un sillón, prendieron la televisión hasta que él comenzó a rozar sus manos por el rostro de aquella adulta joven. Ella, tras el pensamiento de que no se trataría más que de un juego de palabras, se dejó tocar.
Al instante un grito se escuchó desde las afueras de esa casa, al menos yo lo oí.
Ese día había sido distinto, por primera vez buscó a su padre, hasta encontrarlo en los suburbios de una violación que le enseñaría a contentarse con lo que hasta el momento sabía de sí misma.



Relato 622 . 187 palabras
NATALIA PANES ORTIZ.
RECAS (TOLEDO)- ESPAÑA

MANICOMIO
Tan sólo la locura se sentía, tan solo las nítidas paredes blancas del frío edificio mostraban la cuerda realidad que allí se reflejaba. Las noches vacías de sonrisas, pero llenas de miradas que observan a lo lejos los forjados jardines.
Triste soledad acompañada por una melodía, el sonido de las llaves que tantos sueños guardan. Primero de mes y la escena se repite, la revisión en un manicomio no es fácil de digerir.
Todos ellos en fila, en el fondo destaca la mirada de un inocente, simulando el sonido de una moto: Rrrunnnn, Rrrrunnnn…acompañándolo de los giros con los puños cerrados que reflejan la intensidad del acelerador.
De repente, la llegada del director del centro, acompañado del propio revisor, observando uno a uno, su locura permanente; mientras, el silencio de la sala roto por el Rrrunnnn Rrrunnnn originado por la disparatada mente del individuo.
La desesperación del revisor, que manda callar al demente. El director responde: Señor, ¿le molesta el ruido? A lo cual el revisor con una leve tos, contesta: No, en realidad es el humo de la moto lo que no me sienta bien.



Relato 623 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 624 . 90 palabras
LEONARDO M. DEPESTRE CATONY
LA HABANA - CUBA

ME LLAMAN DIGITY
Estoy empezando a preocuparme. El escaneo de imágenes arrojó un conteo bajo de los dpi y el de megapixeles reflejó una pobre resolución. He perdido el color natural, el display se entumece y padezco de cierta tonalidad amarillo-verdosa, que el facultativo atribuye a fallas en el comportamiento del zoom. Me ha recordado que para cualquier traslado debo utilizar exclusivamente el puerto usb, abandonar por completo mi adicción al fotómetro y recargar cada tres días las baterías. Si no mejoro, entonces tendrán que practicarme un trasplante de tarjeta de memoria.



Relato 625 . 104 palabras
LEONARDO M. DEPESTRE CATONY
LA HABANA - CUBA

LA METAMORFÓSIL
Se olfateaba la influencia de Kafka. Pero su protagonista no podía metamorfosearse en un horrible cucarachón como el de aquel. El suyo debía ser aún más impactante, como un recto al maxilar inferior. Entonces convirtió a su personaje en un detritus calcinado y pétreo, con tantos años de antigüedad que a partir de una muestra de su ADN pudiera trazarse la evolución completa del hombre, y lo hizo un fósil. Leyó una y otra vez el relato y guiñó un ojo al fantasma de Franz. Mas lo cierto es que ningún editor se tomó interés en publicar aquella historia descabellada que tituló La metamorfósil.



Relato 626 . 192 palabras
MARÍA DOLORES RUBIO DE MEDINA
SEVILLA – ESPAÑA

LA FAMILIA DE T. CAGNEY
El crítico Cagney encargó un cuadro a Eduard Bizzio, quien preguntó si habría críos enredando. Thomas dijo que no pondrían hijos en el mundo. Bizzio pintaría desde el patio los jueves, captaría su vida domestica por la ventana abierta. El primer jueves montó el caballete y el lienzo impoluto, era la escena ideal: Thomas leía el periódico, sentada sobre el brazo de su sillón, June compartía la lectura acariciando el pelo de su marido. El tercer jueves la ventana estaba cerrada, la portera masculló algo sobre un aborto.
Siete jueves después, volvió. Era la misma habitación, el mismo piano, el mismo sillón, no la misma escena: June tecleaba con desgana el piano dando la espaldas a su marido, Thomas miraba el techo. Bizzio empezó un nuevo cuadro. Volvió varios jueves y siempre hallaba a Thomas ausente, a June deslizando su dedo por el piano. Una tarde Thomas habló: Nos hemos divorciado, no habrá más jueves. La portera lo ayudó a recoger los trastos para meterlos en el taxi, Eduard se quejó del cuadro inconcluso, farfulló: ¡Si no querían tener niños! y ella le hizo la confidencia: El niño no era de Thomas.



Relato 627 . 144 palabras
JOSE ANGELSALAS ANDRES
ZARAGOZA - ESPAÑA

EL REFLEJO
¿Sabe el reflejo lo que el alma esconde? Puede que no. La maldición del juicio de los siglos, y miles de ráfagas de luz en el borde lúcido de la noche. Riela la luna ofreciendo libertad negra. Oscura locura y es fascinante soñar despierto. Pero canto y despierto a las gaviotas, y hacen ruido. Y la gente se queja... y me confundo con los oradores improvisados. "Que se calle ese desgraciado"... y que me calle yo. Una vez que lo único que suena es el agua en calma, me agoto de escuchar al corazón. Bombea tan fuerte que termino siendo el reflejo de lo que miro. No hay un ser más culpable: soy yo quien se asoma. Existo dos veces, cien, mil... Aparto los fríos en esta noche pasada e intento descubrir fascinado quién calla a mi lado. Otra luz que brilla conmigo. Varados.



Relato 628 . 199 palabras
JOSE ANGELSALAS ANDRES
ZARAGOZA - ESPAÑA

VENDAVAL
No hacen falta palabras para abrazar la distancia. Sentir que el olvido cae sobre mí me hace más débil. Tengo que aceptarlo: cien años son una centena, y si yo sigo viviendo es la ironía de la vida. En realidad estoy más muerto que vivo. Ya no me quedan más amigos que los que recuerdo y mi familia, ya adulta, se ha acostumbrado a la rutina de estar pendiente de mí: los domingos. Es mentira que esté como un roble. Sin apenas futuro me encuentro como una línea que ha sido ya trazada. Línea que por cierto ya no le quedan paralelas. Se murió hace una década el calor que abrigué en mi colchón. Fin. No hay misterios, pero no me importaría repetir porque a pesar de todas las faenas que la vida tiene a bien regalarnos también hemos sabido arrancar más de mil sonrisas a nuestro alrededor. He asumido el dolor pero no el olvido. Estoy empezando a no esperar nada y no me quedan más fuerzas. Pronto abandonaré la garita de mi cuerpo a la que he sido fiel. Espero que alguien pueda asir mis pensamientos de papel y los convierta en vendaval. Soy mi humilde rival.



Relato 629 . 152 palabras
SERGIO ORTEGA LOZANO
VILLANUEVA DEL ALCARDETE (TOLEDO) – ESPAÑA

NOCHE ELEGIDA
Nos adentramos corriendo en las estrechas y sinuosas calles de Toledo, la noche primaveral no hacia sino aumentar nuestro deseo, nuestros cuerpos sudorosos se refrescaban con la brisa nocturna.
Cada mirada en que coincidíamos desprendía mutuamente una sensación de deseo, placer y curiosidad, nuestras manos ejercían de nexos de unión entre los dos cuerpos, por las que fluía toda nuestra energía y sentíamos los latidos de nuestros corazones al mismo compas.
Llegamos al portal abrimos la puerta a prisa, subimos las escaleras con excesiva fogosidad al tiempo que nuestras prendas se desprendían como seda de nuestros cuerpos y arropaban los escalones antes desnudos y fríos.
Entramos en casa, la penumbra no hacía sino aumentar la intimidad, llegamos al dormitorio con nuestros cuerpos ya fusionados en un beso, cerramos la puerta y dispusimos de toda una noche para aprender a leernos en braille.
A la mañana siguiente, al despertar, nos pregúntanos nuestros nombres.



Relato 630 . 184 palabras
ANDRÉS NICOLON LARGHER
MONTEVIDEO - URUGUAY

LA GRAN MÁQUINA
En un tiempo de ficciones una joven era la encargada del funcionamiento y soporte de una maquina gigante. Este artefacto alimentaba al mundo de colores y vida. El trabajo en esta era obligatorio, pero la operaria se perdía en necesidades fútiles, propias de su inmadurez. Por consecuencia el tiempo de trabajo se desperdiciaba y el mundo se tornaba opaco.
Una vez corregida, su vida se empezó a perder, su deber la sobrepasaba. Encontró el amor; pero la distracción fue reprendida. La producción continuaba, pero el orbe demandaba la mejor de las calidades. En pos de su comunión, la joven dejo ir al amor.
Por un tiempo el mundo se torno gris y la elegida no pudo ser remplazada, su unión con la maquina era superior a lo entendible.
En su obra, ya madura, recordó lo que era el amor y el color de la tierra retomo su fuerza. El globo comprendió que lo mejor que consumía era lo que a ella le negaba.
El amor le fue vedado. El consumo de la masa era más importante; y el mundo gris continuó con su transgresión.



Relato 631 . 200 palabras
ANDRÉS NICOLON LARGHER
MONTEVIDEO - URUGUAY

EL ESPECTADOR
Una cosa que ya estaba comenzó su proceso al ser. Un grano de arena del inmenso océano del existir. Tomando piezas de la nada, comienza su metamorfosis. Primero, se une con un aura espacial. El punto es ahora un núcleo, este se divide y vuelve a dividir. Nace el instinto, y el deseo de supervivencia. Su alrededor lo ofrenda y el hambre sacia su deseo. Luego lo llama la necesidad, su sustento lo espera en otras direcciones. El movimiento le otorga la posibilidad.
La división continúa y el ser goza de compañía. Divisiones de divisiones. Núcleos de núcleos. La comunidad crece y las necesidades sirven de motor para la exploración. Ahora en un nuevo horizonte, seco y con el peso de la gravedad, nuevas ofrendas se le presentan para el consumo. Un desierto de colores, arenas y comunidades.
Ahí algunos viven y mueren, otros mueren y permiten vivir. El existir habita los tres estados. Cosas fueron y cosas serán en un tiempo perdido.
Presente. La gran comunidad otorga nombres a espacios, seres y evoluciones. Compone pero mas que nada destruye. Aquello que ya estaba y que ahora es todo continúa su proceso. Presente en el espacio como espectador del existir.



Relato 632 . 190 palabras
ISAÍ LUNA RODRÍGUEZ
TAMPICO (TAMAULIPAS) - MÉXICO

EL ESPEJO
Murió otro y dicen que el espejo lo mató; hallaron el cuerpo tirado, momentos antes alguien escuchó decir: “maldito reflejo.” ¡No hay duda el espejo es la amenaza! Los muertos aumentan y al parecer poco se hace para esclarecer este misterio, sólo se sabe que el espejo contiene enfermedades de transmisión visual, quien lo mira muere como por arte de magia. Yo he averiguado algo de este extraño fenómeno:
“Una noche fui a mi recámara pues recordé que allí tenía un espejo del tamaño de un hombre, recuerdo haber apagado las luces para que el daño fuera mínimo; al llegar al cuarto tuve la sensación de que adentro además del espejo alguien más me esperaba, no me importó y avancé con decisión. Al entrar lo miré de pies a cabeza, su situación me sorprendió pues tanto tiempo sin verlo me había hecho olvidar su aspecto y aunque todo estaba oscuro pude determinar que seguía siendo el mismo; fue así que comprendí que el espejo indudablemente era el culpable. “Ahora sé por que la gente muere frente al espejo, sin embargo no lo diré por respeto a los que ya murieron.”



Relato 633 . 189 palabras
JUAN CARLOS FERNÁNDEZ LEÓN
FUENLABRADA (MADRID) - ESPAÑA

ZOOLÓGICO
Hace un día espléndido y la pantera decide ir al zoológico. Ha optado por obviar el transporte público ─a esas horas tan solicitado que lo convierte en otro arca de Noé sin aguacero─ y desplazarse, en cambio, por las calles rubias de la ciudad con su elegante y cadencioso trote. Una suave brisa despeina con cierto esmero el negro pelaje de sus lomos al tiempo que avitualla de oxígeno sus pulmones demasiado expuestos al tráfico diario. Sabía que necesitaba de un dispendio que la desalojara por momentos de la rutina insufrible del cada día, por eso la pantera está ahora mismo haciendo cola en las taquillas del zoológico. Cuando le llega el turno, una acémila calada por un cardado antiguo le expende una entrada que le va a facilitar el acceso al recinto. Dentro, ya solo le queda respirar con nostalgia los restos de unos tiempos ya conclusos y buscar, entre todas las jaulas, la que una vez le dio hospedaje y que ahora ocupa una anciana, una mujer negra con el pelo canoso que entona con tristeza una ceremoniosa letanía en honor a la divinidad de la lluvia.



Relato 634 . 198 palabras
RUBÉN GARCÍA FRANCO
LEÓN - ESPAÑA

¡ESTOY VIVO!
Estaba atrapado y no sabía si quería escapar de aquella desazón sin equilibrio. Me golpeaba contra la pared como intentando abrir un agujero a través de ella y la llave que tenía colgada de mi cuello cada vez me ahogaba con mayor intensidad. Estaba desesperado y necesitaba huir de aquella fosa donde me encontraba preso. Los minutos eran eternos y la luz nunca aparecía tras la oscuridad. Tenía miedo, y sólo podía pensar en ella y en su rostro sonrojado por los rayos del sol al abrigo de la cumbre nevada. No dormía y me moría despierto. La respiración se ausentaba bajo la rendija donde las piedras eran las ratas que arañaban mis tobillos. Gemía atormentado. No quería vivir en ese túnel donde los días me encadenaban a su prisión temporal. De repente, un destello luminoso me hizo cerrar los ojos. El pánico me invadió ante aquella sensación incipiente y novedosa. Estaba acorralado ante la incertidumbre de la certeza, entre la vida y la muerte; no era capaz de distinguir la diferencia entre el útero materno y el féretro donde me encontraba y sólo podía gritar y clamar al aire, mientras mis cuerdas vocales se afinaban: ¡estoy vivo!



Relato 635 . 140 palabras
VALENTÍN ALVITE GÁNDARA
O MILLADOIRO-AMES (A CORUÑA) – ESPAÑA

LA INDEMNIZACIÓN
Cada tarde, Silvestre Manzano se apostaba en la playa hasta que aparecía la mujer de la que se había enamorado, pero ella cruzaba apresuradamente la arena sin reparar en aquel hombre calvo, panzudo y arrugado.
Por fortuna, este verano sería distinto: desterraría la calvicie con un trasplante, aplanaría la panza, estiraría la piel y, si quedaba presupuesto, engrosaría los bíceps. Ella lo miraría, dejándose seducir por sus ensortijados cabellos y su atlético cuerpo de recién estrenados músculos. El bisturí lograría lo que no habían logrado las flechas de Cupido.
Pero la crisis financiera provocó ajustes en la clínica, retrasando operaciones, y otro hombre le arrebató a la dama.
Ahora Manzano ha presentado una demanda, sabiendo que ninguna sentencia podrá hacerle justicia. Por un retraso, perdió una mirada; por una mirada, el amor. ¿Y qué temerario perito podría tasar el amor?



Relato 636 . 197 palabras
VALENTÍN ALVITE GÁNDARA
O MILLADOIRO-AMES (A CORUÑA) – ESPAÑA

EL CAYADO
El fiscal solicitaba al jurado una severa condena para el acusado. Ninguna crisis económica justificaba una conducta tan deleznable. ¿Había mayor crueldad que amenazar con un cayado de pastor a una anciana en la pescadería para robarle un kilo de sardinas?
Crueldad aun mayor sería la condena, replicaba la abogada de la defensa. En la era del desarrollo tecnológico en que los delitos informáticos y las estafas bursátiles de Madoff asombraban al mundo, el acusado delinquía valiéndose de utensilios propios de la Prehistoria. Algo fallaba en nuestro sistema educativo: estábamos ante un claro ejemplo de fracaso escolar y aquel hombre merecía otra oportunidad.
Habría razones para darle otra oportunidad, respondía el fiscal, si el acusado fuese un delincuente joven, pero tenía cincuenta años y merecía una condena ejemplar.
Si habría razones para darle otra oportunidad a un delincuente joven, refutaba la abogada defensora, ¡cuántas más razones no habría para dársela a un acusado que, por encima de tener la desgracia de ser delincuente, ni siquiera tenía la suerte de ser joven!
¡Ninguna piedad con este acusado reincidente!, concluía el fiscal. ¡Si hasta el cayado con el que le había robado a la anciana era un cayado robado!



Relato 637 . 170 palabras
VALENTÍN ALVITE GÁNDARA
O MILLADOIRO-AMES (A CORUÑA) – ESPAÑA

EL BRONCEADO
-Me enamoraste con tu bronceado-me confesó ella aquel agosto del 76.
Desde Suiza, a donde había emigrado, me escribió diciéndome que volvería en verano.
Al llegar mayo, comencé a broncearme. Si aparecía la lluvia, corría a buscar el sol en otra playa más al sur. Perseguía al divino astro como un caballero artúrico al Santo Grial. Buscaba la luz para oscurecerme; buscaba la oscuridad para resplandecer ante Ana.
Finalizando mayo, el sol caía sin clemencia y, sobre las arenas ardientes de la playa, mi cuerpo parecía derretirse, destilándose en regueros de sudor.
¡Ay, adversidades del destino! Un junio mojado me devolvió la palidez y ella me abandonó.
Pero mis pesares se diluyeron cuando conocí a Ruth, una adorable mujer negra. No fue sólo la pasión y la lujuria lo que me llevó a su lecho. Fue también el altruismo con las generaciones futuras. Muy pronto tuvimos un niño. Nació con una herencia impagable: un color de síntesis racial; un bronceado seductor, indoloro e indeleble que nunca podrá lavar la lluvia.



Relato 638 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo



Relato 639 . 199 palabras
PATRICIA VELASCO CÁRDABA
ALCOBENDAS (MADRID) - ESPAÑA

MIRADA
Siento ese resquemor en tu mirada. No lo ocultas, si acaso buscas acentuarlo con tus labios apretados. Sonrío audaz por un instante. Incluso en esta situación, ese gesto de rabia en tu boca me parece tan atractivo. Te besaría a muerte si no me frenara el resentimiento que desprenden tus ojos y que avisa con claridad que no intente acercarme. Pero quién no debe acercarse a quién. Da igual, ahora estamos muy juntos, aunque para mí nunca es suficiente. El odio no es un sentimiento sano, deberías aprender a controlarlo. Sé que ahora no resulta fácil. No es el mejor momento, pero quizás con un esfuerzo desaparecería ese rencor acumulado bajo tus párpados. Bajo tus párpados porque ya no veo tu mirada, escondida como ha quedado al cerrar los ojos. Es una pena que se haya ocultado así, con esa ira insostenible. Eres muy egoísta. Deberías haber intentado que tu mirada me dedicara un último brillo, después de todo lo que he hecho por ti. Mientras voy dejando caer el cuchillo ensangrentado, me asalta una duda. Quizás debería entregarme. O mejor aún matarme para intentar conquistarte una vez más; a ver si así desaparece ese resquemor en tu mirada



Relato 640 . 172 palabras
CARLOS JAVIER BRAVO GARCIA
TOLEDO - ESPAÑA

ELLA
El sol se vestía despacio. Era una mañana lenta y ella se iba a trabajar. Había vuelto a pasar la noche conmigo, siempre en silencio, aguardando que una llamada de teléfono la desvelara. Su marido vivía a dos manzanas de mi casa pero eso no impedía que ella volviera cada noche a mi cama, cada vez que acababa el turno de enfermería. Pero aquella noche sonó el teléfono de una manera alarmante. Catherine, su hija de dieciséis años había tenido un accidente de moto y se había quedado parapléjica. Su marido fue a buscarla al hospital pensando que estaría de guardia, pero no la halló. Estaba conmigo…como de costumbre, revolcándonos entre sabanas nuevas y gozando de puro amor. Ella se fue al hospital intentando pensar una coartada para su marido y a la vez preocupada por el estado de su hija. Al llegar, su marido la dio un guantazo y luego la abrazó.-se que me engañas- la dijo, pero nuestra hija ya no volverá a andar y necesita de todo nuestro cariño.



Relato 641 . 195 palabras
ROCÍO ÁLVAREZ MARÍN
SEVILLA – ESPAÑA

EL REGRESO
Esteban cayó dentro de la lavadora mientras intentaba desencasquillar el bombo. Aquel chisme siempre se estropeaba en la peor ocasión, por ejemplo, el día antes de su boda, después de que la gata hubiera meado encima de su camisa de novio.
En aquellas estaba cuando se cayó, destornillador en mano, y el bombo empezó a girar en sentido contrario a la Tierra. “¡Ayuda!”-gritaba Esteban. La camisa meada y la gata lo observaban con curiosidad desde su cama de soltero.
En pleno mareo contratemporal, Esteban empezó a sentir que le crecía el cabello, que se tersaba su piel. Pronto le salieron granos y comprendió: “¡Estoy rejuveneciendo! Tengo diecisiete años, esta casa no es mía, no soy arquitecto ni todavía conocí a mi novia, ¿cómo voy a casarme con ella?”
A toda velocidad, sus genitales menguaron, el vello se le reabsorbió y una legión de pecas repobló su cara. Tenía siete años, cinco, tres, se chupaba el pulgar derecho. Al cumplir diez meses lo venció el sueño, y cuando su blanca y radiante novia entró furibunda a buscarlo, sólo halló una camisa orinada, a la gata estupefacta y una ecografía de catorce semanas dentro de la lavadora.



Relato 642 . 14 palabras
J. TRINIDAD RODRÍGUEZ LÓPEZ
MEXICALI (BAJA CALIFORNIA) - MÉXICO

DUELO
Al quedar la muerte desarmada por su contrincante, gritó;
––¡Mátenla!
Así nació la vida.



Relato 643 . 22 palabras
J. TRINIDAD RODRÍGUEZ LÓPEZ
MEXICALI (BAJA CALIFORNIA) - MÉXICO

EL RATÓN
Alí soñó que era un ratón.
Al día siguiente nadie lo encontró, ni siquiera supo que su mimado gato murió de indigestión.



Relato 644 . 21 palabras
J. TRINIDAD RODRÍGUEZ LÓPEZ
MEXICALI (BAJA CALIFORNIA) - MÉXICO

EL FANTASMA
––Hola, soy Berthold Brecht…
––¿Berthold Brecht, y ése quién es?
––Hoy, un fantasma.
––¿Qué es un fantasma?
––Ser y no estar.



Relato 645 . 85 palabras
CARMEN MARTÍNEZ AMAT.
GRANADA - ESPAÑA.

VASOS COMUNICANTES.
Debe ser mediodía sobre tu pelo. Te imagino, perdida por los callejones de la catedral, coleccionando los nombres de las calles en tus caóticos mapas lingüísticos. Adivino la esquina de un libro en el bolso de los domingos single (siempre fuiste medio exhibicionista, princesa), ese de pana suave hasta las caderas. A ratos necesitas desprenderte de la piel muerta que cuelga de tu hombro las semanas de siempre lunes, y yo a ratos necesito ir a verte y sentirme la menos viva de las dos.



Relato 646 . 128 palabras
CARMEN MARTÍNEZ AMAT.
GRANADA - ESPAÑA.

POR UN SEGUNDO DE CEGUERA.
Quise remontar desde el laberinto al sol con alas de cemento. En un mundo sin dioses, ¿a quién perjudica una mujer que vuela? Yo había visto tantas veces eclipses parciales de hombres a los que se les erigía una estatua entre los setos, que sucumbí al culto de la mediocridad. Imploré por unas alas de pluma ligera y un maestro de vuelo, vendí mi cuerpo y trabé mi instinto a cambio de falsas escaleras al paraíso que no conducían a ninguna parte. Y acabé como un reptil subsidiario arrastrándome entre los Ícaros gigantes de ojos ciegos. Entonces, remonté desde el laberinto al sol con alas de cemento. No hay material que neutralice al deseo, ni hombre que pueda instituirse sobre otro hombre, ni mujer que no sepa volar.




Relato 647 . 154 palabras
CARMEN MARTÍNEZ AMAT.
GRANADA - ESPAÑA.

COLÁGENO
A Julia le gusta tocar las caras. Es un acto poco convencional y perturbador. Las caras se pueden besar y se pueden partir, pero eso no le basta a Julia. Ella pone sus dos manos sobre un rostro y lo recorre en braille, con parsimonia. Pero no, Julia no es ciega. Descubrió que la sensibilidad es en primera instancia una cuestión de sentidos y que el tacto en última instancia se aloja en la yema de los dedos. Julia está construyendo un mapa sensible del mundo. Ha surcado los ríos secos en las mejillas de las madres de los desaparecidos y el cutis de arena de los refugiados; ha sentido la carne hundirse bajo su pulgar ocupando el hueco de unos dientes en desuso; y ha escalado entre los ojos montañas de desesperanza y hondonadas de dominio. Sin embargo, hay un tacto entre todos que evita Julia, el del terso cuero de la indiferencia.




Relato 648 . 200 palabras
MAIALEN RUIZ PRADA
DONOSTIA (GIPUZKOA) – ESPAÑA

MAMÁ, QUIERO UN CUENCO
-Mamá, ¿cuándo iremos a la Ciudad?
-Cuando aprendas a hacer natillas.
-¿Y cuándo me enseñarás?
-Primero tendremos que ir a la Ciudad a por tu cuenco…
Cuando crecí, aquella conversación-trampa derivó a:
-Mamá, quiero mi cuenco de mescanto.
-Pronto.
Porque mis amigas me habían explicado que las natillas de nuestro pueblo, cuya receta solo pasaba de madres a hijas, eran las mejores del mundo gracias a que se preparaban siempre en cuencos de mescanto, aleación que solo conocían los artesanos de la Ciudad.
Y mis amigas conseguieron sus cuencos, pero yo no. Y mamá cada vez comía menos, y un día le grité que era una mala madre porque se iba a morir antes de revelarme el secreto. Y entonces ella se echó a llorar y me confesó que hacía tiempo que se le había rajado su cuenco de mescanto, y sin cuenco no había natillas ni dinero, y no teníamos ni para un viaje a la Ciudad, ni para más cuencos.
Y yo lloré también, pero después lo arreglé todo.
Y ahora hago las mejores natillas del pueblo, y algún día le enseñaré a mi hija los cuencos de plástico barato que tengo escondidos en el armario. O no.




Relato 649 . 200 palabras
JUAN EDUARDO CORREDOR FERREIRA
MADRID – ESPAÑA

LA OFICINA
El trabajo consistía en comprobar que las facturas y recibos coincidían con los pedidos y anotarlo en una hoja. Lo despachaba en una hora, y el resto del tiempo me quedaba libre. Había sacado de la biblioteca el Tractatus logico-philosophicus y, cuando terminaba la tarea diaria, lo leía camuflándolo entre el montón de papeles para tramitar al día siguiente.
- Vaya, Spencer... ¿A esto dedicamos el tiempo?
- El trabajo está concluido, señor McStay.
- En ese caso, ¿por qué no ayuda al señor Dermott?
- No tengo por qué, señor McStay. El trabajo del día lo tengo hecho.
- Escuche, Spencer; he tratado de ser indulgente, pero necesito hacerle entender la naturaleza de su problema. Usted no encaja en ninguna parte. Intentaré conseguirle una semana extra de salario; es todo lo que puedo decirle.
Cogí el cheque con mi exiguo finiquito, lo suficiente para dejarme caer por el club de baile que quedaba a cuatro manzanas, frecuentado por mexicanas y colombianas. Bebería y bailaría hasta el amanecer y tomaría el primer metro, ese en el que se mezclan los últimos supervivientes de la noche con los paletos de cuello abrochado hasta el gaznate y el capazo de la compra.



Relato 650 . 161 palabras
JOSÉ ANTONIO APARICIO TERCERO
GUADALAJARA - ESPAÑA

ALEGRÍA
Desfilan en mi mente ahora esas imágenes como una nostalgia adornada de colores, de luces…, de escenas pobladas de sonrisas que vuelan como cometas por las calles de Trinidad. Aquí tan solo hace falta una bolsa de plástico atada de un hilo para convertirse en cometa, o una cuerda entre dos ventanas opuestas para transformar una calle de La Habana en un campo de voleibol donde juegan los niños. Y en todas partes hay flores, vegetaciones imposibles, esos colores… En todas partes hay gente que deambula y gente que danza con esa cadencia que hace que sus cuerpos parezcan escaparse de todas sus cadenas para bendecir a la vida.
Y mientras tanto, los yumas1 pasean por las calles tratando de atrapar con sus cámaras de fotos lo que ya no son capaces de atrapar con sus almas, para después regresar a esos lugares donde obtienen sus billetes, y desde donde tal vez algunos se preguntarán en qué consiste la verdadera riqueza.



Relato 651 . 145 palabras
JOSÉ ANTONIO APARICIO TERCERO
GUADALAJARA - ESPAÑA

BURBUJAS
He sentido burbujas en mi estómago cuando la multitud ha empujado nuestros cuerpos hasta juntarlos y me transportaba su perfume hacía un atolón de placeres secretos. Mis sentidos se han quedado navegando a la deriva entre los repliegues de su camisa blanca y la pulcritud de la seda que envolvía sus piernas. Por un momento se han cruzado fugaces las miradas mientras notaba su cuerpo pegado contra el mío y me dejaba arrastrar por la pleamar de su aliento. Me ha parecido que temblaban un poco sus labios adornados de jugoso carmín, pero ninguno de los dos hemos llegado a pronunciar una sola palabra. Ha sido como si nos envolviera una sola burbuja. Hasta que el tren ha empezado a frenar y ha salido la gente. Entonces hemos vuelto a mirarnos, y me ha parecido que dos burbujas flotaban hasta desvanecerse en aquel espacio vacío.



Relato 652 . 138 palabras
JOSÉ ANTONIO APARICIO TERCERO
GUADALAJARA - ESPAÑA

MOMENTO DE ANHELO
Aunque la tormenta estaba arreciando yo me sentía feliz en medio de aquel descampado con esa lluvia resbalando por todo mi cuerpo. Mis compañeras ya se habían adelantado pero yo preferí continuar allí un rato más, regocijándome con ese olor que desprenden la tierra mojada y la hierba en los días de lluvia. Fue entonces cuando lo vi ahí. Sentí una emoción difícil de describir. Supe que se aproximaba ese momento que tanto había estado esperando. Contuve la respiración mientras él se acercaba despacio. Confiado. Entonces sonó otro relámpago. Y, en décimas de segundo, lancé mi lengua contra su cuerpo y pude atrapar a ese grillo gordo y mojado. Jamás había probado un manjar tan exquisito. Ya llevaba varios días sin probar bocado. Después, continué feliz hasta la charca donde ya escuchaba cantar al resto de mis compañeras.



Relato 653 . 187 palabras
DANIEL ALBERTO CASTRILLO
LEONES (CÓRDOBA) – ARGENTINA

ELLOS
Llegan con sus miserias y sus flores, chapoteando lacres festivos o cortesías protocolares, arruinándolo-todo….
Llegan con sus nostalgias baratas, con ese espanto que nos despierta en el lodo del abismo, con sus rostros tan ajenos y esa sonrisa ladeada de imitación y celuloide.
Llegan con las voces que nada dicen, con el parloteo monocorde de ayeres que bostezan, con la furia de papel y el rutinicidio explotando en cada una de sus pupilas.
Llegan de improviso, como debe ser, doliendo algún misterio y el humo delicioso de altares tan criollos, protestando su inocencia de bolsillo y almohadas, invocando las dos o tres sangres que nos sombran y hermanan.
Llegan y nos invaden. Nos birlan el silencio, la soledad de la tinta, el espacio que nos nace, las reservas de hipocresía y hasta las caricias que no se fingen.
Llegan y lo-mueren-todo. Desmitifican las únicas certezas que escondíamos en anaqueles. Burlan todas las excusas que pudieran imaginarse. Se apropian de nuestras huellas y ya-no-nos-dejan…
Llegan.
Será cuestión de ignorarlos por unos días.
De última, son ellos…. Y con ellos no se puede.



Relato 654 . 68 palabras
DANIEL ALBERTO CASTRILLO
LEONES (CÓRDOBA) – ARGENTINA

ACTORES
Creía en los epílogos sin aplausos…
En ese furioso silencio escapando sus miradas, en ese chasquido de muerte jugueteando entre sus dedos, en esa timidez de sonrisa que tanto saboreaba.
Pero esta vez fue distinto.
Lo vivaron de pie. Lo nacieron de flashes en cada uno de sus pasos, lo aturdieron de tintas en el elogio puntual.
No lo dejaron escapar.
Y desde ese día, es el otro….




Relato 655 . 199 palabras
IRE NE GARCÍA MARTÍN DE LA FUENTE
TOLEDO - ESPAÑA

MI YO
Solo siento dolor.
Mis oídos se llenan de ruido, la gente me rodea y todos me hablan. Ya no me dejan escucharte.
Hace unos segundos sentía tu mano sobre mi mejilla, tus dedos me acariciaban despacio y aunque sólo me susurrabas, creo que estabas llorando.
Mi cuerpo se llenaba de dolor pero tu voz me tranquilizaba.
Mi consciencia solo te quería a ti, pero empezó el ruido; llegaron voces desconocidas, sentía nuevos roces sobre mi cuerpo y mi consciencia se perdía.
Intente buscarte entre todo aquello, quise abrir mis ojos con las fuerzas que me quedaban pero no lo conseguía, ya no sentía tu mano en mi mejilla, no escuchaba tus susurros; habías desaparecido de mi mundo y ahora solo estaba el dolor.
Mi alma se desprendía y mi cuerpo dejaba de luchar, yo estaba cansada y ya no te tenía.
Acabo de morir, o quizás hace unos segundos que no vivo.
Mi vida ha terminado del modo mas sencillo que jamás hubiese imaginado.
No he visto luz, no he sentido paz y mis recuerdos no han pasado ante mis ojos.
Ahora sólo me rodea la nada, no hay vida, no hay muerte, sólo yo y un vació absoluto.




Relato 656 . 197 palabras
MARÍA LAURA PAREDES
MAR DEL PLATA, ARGENTINA

QUIETUD INÚTIL
“CHISTE EN MIS LABIOS ESTOICISMO EN MI PECHO” QUEVEDO
¿Quién soy? ¿Soy el que todos ven como el que todo lo puede o soy el que siente miedo ante lo desconocido y ante la posibilidad de perder? ¿Soy el que prefiere la soledad o el que anhela compañía? ¿Soy el omnipotente o el débil que necesita protección?
Soy un mediocre consciente que se instaló en un punto medio en el que la vida está en permanente pausa. Estoy en una quietud inútil y en una vida en verdad miserable. ¿Por qué sigo fingiendo quien no soy? Mantengo esta actitud que me lastima de a poco por terror a aquello que pueda ocurrir. ¿Y si aquello no fuese terrorífico como yo creo y es, precisamente, lo contrario? Lamentablemente para mi persona seguiré en la duda continua por no tratar de ser quien quiero. Seguiré con la sonrisa y la aparente felicidad. Seguiré soñando con la vida que no me animé a vivir. En mi cara se refleja y se reflejará alegría; en el interior sólo habrá pura melancolía, pura tristeza y la nada absoluta.
Fin de esta vida en vida. Que en paz yo alguna vez pueda descansar.



Relato 657 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 658. 198 palabras
DANIEL GONZÁLEZ IRALA
MADRID - ESPAÑA

FRUTOS EN LA ENCRUCIJADA
El personaje que creó Raúl Frutos para su serie negra semanal se estaba volviendo contra él. Mientras se decía a sí mismo que esas cosas pasaban en las mejores familias y que no era la primera vez que el detective aficionado a Sinatra, Saúl, había buscado sus placeres clandestinos en algo más que una timba de póker mal jugada, se veía consumido por algo más que el alcohol, la dejadez y las nuevas apuestas perdidas en los hipódromos; necesitaba hacer brillar al sinvergüenza de su heterónimo y no sabía cómo; tal vez hubiese llegado la hora de jubilarlo, meterlo en un geriátrico y que allí reventase ante los cuidados de su asistente social. Sin embargo cuando Raúl habló con el conserje de Lincoln con la Tercera Avenida se dio cuenta de que los espermatozoides que hicieron que Saúl cobrase vida estaban más dotados que nunca, al menos de palabras, que no de situaciones y conflictos brillantes, al fin y al cabo Marlowe podría haber hecho todo su recorrido sentado en un tren o tumbado en un sofá, y a Raúl le quedaba whisky para rato, tal vez el hecho de no habitar en tan infausto chaflán era suficiente.



Relato 659 . 196 palabras
DANIEL GONZÁLEZ IRALA
MADRID - ESPAÑA

CARTA A UN DESCONOCIDO
Recuerdo el cuaderno que me dejó Alberto, con esas lágrimas de desamor inscritas en un perfume de hombre en la que aparecía esa frase de Rabindanath Tagore; tenías ya entonces, intenciones mágicas, aunque la sombra desde la que me escribías esos versos de amor que luego yo te devolví ruinmente con el libro “Hojas de hierba” de Walt Whitman, parecía ser incierta, pasajera; quería demostrarte que con la literatura no es suficiente, que había que dar ese paso más; no te culpo, sé que lo diste pero en el vacío; hoy, veinte años más tarde me acuerdo de esa frase que decía lo de la melena de las tumbas, lo de cortarse las venas o dejárselas largas, hoy me hace gracia que desesperases por tan nimias servidumbres, y el ver que una relación es mucho más que amor u odio, miedo o dolor me hizo aún más vulnerable, simplemente no podía concebir que estuvieses muerto aún estando tan vivo como para escribirme; sí, sé que me pasé, que no debí hacerlo, sin embargo conocerte no pudo ser mejor. Lo diste todo, y ahora yo me planteo los restos desde un naufragio en la distancia. Tuya. Siempre.



Relato 660 . 190 palabras
JUANI TORRIJOS DÍAZ
LA SOLANA (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

CUCHARAS Y TENEDORES
...Un día más, como siempre, todo transcurría monótono, mecánicamente gris, casi de una manera estudiada, diría yo. A las dos de la tarde, puntualmente comenzaba nuestra jornada de trabajo. Habíamos llegado un poco temprano, el carro que siempre nos traía hasta aquí hoy parecía tener más prisa que nunca y llegamos con diez minutos de adelanto. Vinimos juntos, pero no revueltos para mi pesar, a mi siempre me recogían un poco después y entraba en otro departamento, contiguo al tuyo, pero desde donde no alcanzaba a verte. Una vez nos hubieron dejado, pude ver como lucías allí en tu sitio, con tu saber estar, siempre tan pulcro y correcto. Yo,...un poco más descuidada, aunque al igual que siempre te miraba de vez en cuando de reojo, para que no te dieras cuenta. Y en mi ingenuidad, soñaba mentalmente con un encuentro fortuito que nos hiciera coincidir alguna vez a solas. Sabía que sería difícil, imposible diría yo... Te amaba desde el primer momento en que te vi, si, desde el primer día que abrieron el restaurante y entramos a trabajar los dos, en aquella caja de cubiertos sin estrenar.



Relato 661 . 160 palabras
JUANI TORRIJOS DÍAZ
LA SOLANA (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

ANUNCIO DE SLIPS
Otra vez te vi alejarte en aquel metálico vehículo, y mis ojos te persiguieron hasta que se disipó tu imagen en la lejanía, calle arriba… perdiéndote una vez más, un día más. En aquella parada de autobús te esperaba religiosamente cada mañana, hasta verte aparecer y hasta verte marchar de nuevo, conformándome con esos cinco minutos de gloria en que mis ojos se recreaban con esa mirada de ensueño, que hacía renacer la ilusión en mí como nunca nadie antes había hecho. No sabía nada de ti, ni tu nombre, ni tu edad, ni la calle donde vivías, nada, tan solo que aquel autobús te transportaba día tras día en su acostumbrada ruta y te traía a mí, sumergiendo todos mis pensamientos en el más dulce de los sueños... Hasta que de nuevo, inevitablemente el tiempo se agotaba, y tu, con tu alma de papel te marchabas en tu recorrido habitual, con tu quimérica sonrisa, en tu anuncio de slips.



Relato 662 . 183 palabras
JUANI TORRIJOS DÍAZ
LA SOLANA (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

DOLOR DE MUELAS
A medida que pasaba el tiempo, el corazón aceleraba su ritmo incontrolablemente hasta notar su latido en mis sienes, un sudor frío humedecía todo mi cuerpo y una terrorífica sensación se apoderaba de mi, haciéndome creer que en aquella habitación se estaba agotando lenta y silenciosamente el oxigeno. Los chirridos metálicos que provenían del otro lado de esa puerta gris, erizaban mi vello y me encogían el estomago sin piedad. Pensé en salir corriendo, escapar de allí. Pero noté que aquella mujer fría y hostil, y de agrio carácter, que vigilaba la entrada, me miraba de reojo detrás de aquel mostrador. Me recoloqué en el asiento tratando de calmarme, concentrándome en el control de mis esfínteres que podían ocasionarme males mayores de los que ya tenía. Cuando de pronto,…lentamente, con una estridencia sepulcral en sus goznes, se abrió la puerta gris, y aquel hombre corpulento, de sonrisa burlona, y pijama verde, pronunció mi nombre de una forma rotunda…, invitándome con fingida amabilidad, a pasar a aquel habitáculo inundado de olor a cloroformo. Y de donde salí con dos piezas dentales de menos…



Relato 663 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 664 . 195 palabras
Mª DOLORES RUBIO PÉREZ
HELLIN (ALBACETE) - ESPAÑA

CANCIONES
Tarde de domingo, la resaca no me deja hacer nada, así que pongo un disco y me tumbo en la cama. Comienza a sonar la música. Es en ese momento cuando los recuerdos afloran en mi mente.
No es un disco cualquiera, lo grabé hace tiempo y son canciones que han marcado mi vida. Canciones para amar, canciones para odiar, canciones tristes y otras que no lo son… en fin, canciones sin más.
Un disco que pretendía ser también una declaración de intenciones.
De repente pienso que todo esta en la música, lo que he vivido ya esta escrito, y no por mi sino por otros. No soy nadie, nada de creatividad por mi parte. Me doy cuenta que mi futuro también está escrito, da igual el camino que siga.
No lo soporto, los oídos me van a estallar, cúmulo de sensaciones. Cambio de disco dejando sonar una y otra vez la misma canción.
Cojo un bote de pastillas de mi escritorio, me las tomo y a esperar a que hagan efecto.
Ahora esa canción es mía para siempre. La última canción que escuché estando viva y la primera que alguien escuchará estando ya muerta.



Relato 665 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo



Relato 666 . 22 palabras
FELIPE IBARRA CORTEZ.
VALPARAÍSO - CHILE.

ESTACIÓN LOS HÉROES
“Próxima parada, estación los Héroes. Lugar de combinación con línea 1”
Ella haría combinación. Yo caminé solo, en dirección a la salida.



Relato 667 . 168 palabras
MIGUEL RUANO MEZQUITA
GUADALAJARA - ESPAÑA

AGUAS NEGRAS
Cada mañana buscaba en el buzón una carta que sabía nunca llegaría. Era como jugar a un mismo número de lotería al que te ves atado de por vida, convirtiéndose muchas veces en la única herencia que dejas. Pero María no tenía herencia que dejar, ni siquiera descendencia. Esa anhelada carta se convirtió en su único anclaje con el pasado. Cada mañana antes de deslizar la llave para abrir el buzón, en esas décimas de segundo, pasaban por su mente imágenes de su hijo en el extranjero, o quizás despertando en un hospital de una ciudad desconocida o incluso volviendo como un hijo pródigo después de haber padecido muchas penurias. Pero al abrir el buzón esas imágenes se desvanecían al instante, tan rápidamente como habían venido. María seguía viviendo en la misma casa de siempre, tan pegada al Duero que casi se tocaba el agua desde la cocina, sin embargo se negaba a abandonar la orilla de ese río que un día se tragó parte de su alma.



Relato 668 . 83 palabras
MIGUEL RUANO MEZQUITA
GUADALAJARA - ESP
AÑA
LA DESPEDIDA
Se miraron largo tiempo a los ojos. Los dos sabían que era una despedida pero no dijeron nada; simplemente se miraron. Quizás recordaron los gratos momentos pasados juntos, las dificultades encontradas a lo largo de toda una vida y sobre todo la complicidad que tanto les caracterizaba. Manuel le acarició la cabeza con suavidad, con movimientos lentos, acompasados como los de su corazón hasta que éste dejó de latir. Lucas levantó entonces la mirada y se tumbó a los pies de su amo.



Relato 669 . 83 palabras
MIGUEL RUANO MEZQUITA
GUADALAJARA - ESPAÑA

AMARGA AÑORANZA
No estaba acostumbrado a beber un café con las gafas puestas. Pero desde que Lucía se fue siempre las llevaba encima. Le servían para recordar que ahora la realidad era diferente. Las noches se convertían en auténtico suplicio: buscaba su cuerpo desnudo, quería acariciar su piel de terciopelo, se afanaba en recordar su olor y cuando lo conseguía se hundía más en su desesperación. Andrés lleva ya tres años sufriendo esta ausencia y no hay día en que no recuerde aquel fatídico accidente.



Relato 670 . 13 palabras
JOSÉ MANUEL DORREGO SÁENZ
MADRID- ESPAÑA

ÓPTICA
El pintor expresionista se volvió realista el día que decidió graduarse las gafas.



Relato 671 . 185 palabras
ANTONIO JOSÉ ROYUELA GARCÍA
CÓRDOBA – ESPAÑA

LOS ESPEJOS
Dani murió con el cuello rajado cuando tan sólo tenía 11 años. Aquel día de abril, circulaba en su bicicleta camino de la escuela como hacía todos los días de la semana. Pero ese día, la mala fortuna quiso cebarse con él.
La antigua fachada de unos grandes almacenes estaba en obras. Se iban a colocar unas grandes cristaleras. Habían acordonado toda la zona con alambre y plásticos rojos colgados para señalizar el corte temporal a los viandantes.
Dani fue un chico de los mal llamados raros. Moreno, de tez tan blanca como la leche, que le proporcionaba un aspecto pálido. Su mayor problema fueron los espejos, hacia los cuales sentía una terrible aversión. Trataba de evitarlos como si en ello le fuera la vida. Cuando el negro azar lo colocaba delante de alguno, Dani temblaba, los ojos se le salían de las órbitas y los espasmos aumentaban hasta tumbarlo sin consciencia alguna.
En muchas ocasiones, Dani, le contaba a su madre, que frente a los espejos, se veía tumbado en el suelo con un charco de sangre a su alrededor que manaba del cuello.



Relato 672 . 169 palabras
SANTIAGO CASERO GONZÁLEZ
ALCÁZAR DE SAN JUAN (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

REVOLUCIÓN
Hace ya dos semanas que tomamos el palacio para derribar al gobierno corrupto del presidente Garrido. Lo recorrimos durante días intentando localizar al tirano en el infinito dédalo de corredores, estancias y meandros. En algunos de los salones descubrimos tesoros inimaginables; en otros, despojos de mártires de nuestra gloriosa insurgencia.
Cierta tarde encontramos a los miembros del servicio en una de las habitaciones de la segunda planta. Estaban asustados. Sánchez quiso forzar a una criada pero enseguida comprendió que la revolución no era eso. Hizo falta una descarga de fusilería cuyo eco recorrió todo el palacio. Su cuerpo quedó tendido sobre una alfombra.
Finalmente dimos con la estancia donde se ocultaba el gobierno. Las ventanas estaban abiertas. Sobre una mesa de despacho hallamos un sable desenvainado y una carta de renuncia del presidente. Nos pareció verlo correr por la campiña seguido de sus molosos y de sus ministros.
Estamos exultantes: hemos ocupado el palacio y ahora gobernamos nosotros. El problema es que encerrados aquí dentro no sabemos a quién.



Relato 673 . 163 palabras
SANTIAGO CASERO GONZÁLEZ
ALCÁZAR DE SAN JUAN (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

INOCENCIA
-¿Que cómo me siento?: como un cuy nadando entre pirañas, licenciado. Tiene que sacarme de aquí.
Severo Ybarra, coronel de la policía metropolitana, encerrado en la mayor penitenciaría estatal por narcotráfico y cohecho, se arrimaba iracundo al cristal del locutorio mirando de soslayo alrededor: Aquél no era un buen sitio para esbirros de su nivel ni un buen caso para un abogado novel.
-El proceso sigue su curso, coronel: el sistema es el sistema. Las acusaciones contra usía son muy…
-Sistema, sistema –me interrumpió con furia contenida y marcial-, no sea jodón, letrado; hasta ayer yo era el sistema…
-Iremos al Supremo, alegaremos defectos de forma…- yo insistía indesmayable: sería mi juventud.
-Apele a esta instancia - dijo repentinamente, echándose hacia atrás, extrañamente sereno-, ella es la que me ha condenado.
Sonreía, amargo y sagaz, mientras adosaba una nota al vidrio:
“Soledad Cepeda…”
Y luego, con trazo vacilante:
“Esposa del General Méndez, Jefe del Comando…”
De pronto ya no me sentí tan joven.



Relato 674 . 193 palabras
SANTIAGO CASERO GONZÁLEZ
ALCÁZAR DE SAN JUAN (CIUDAD REAL) - ESPAÑA

TAN FÁCIL
Recostado en un lecho blando y confortable, Ramón no podía dejar de leer un libro con una litografía de Orozco en la portada. Recordaba haber contemplado esa obra en Nueva York; en ella había unos campesinos sin rostro, vueltos, portando fardos y escopetas: un México en llamas, supurando miseria, rebeldía. Sin embargo, resistiendo a duras penas el asedio de una plácida somnolencia, pronto dejaría resbalar el libro en su regazo, como siempre, hasta quedarse totalmente dormido… Poco después una voz femenina lo zarandeaba para que se alzase:
Ya es de mañana, Ramón.
Ramón sintió pesadas gotas de lluvia cayendo sobre la techumbre como si fueran riscos. Abrió los ojos y revolvió entre las cobijas.
¿Y el libro?
Debes de andar dormido aún.
El libro que estoy leyendo...
Ni por asomo hemos tenido acá nada semejante. Anoche te debiste abusar del trago…
Una lámpara de carburo desvelaba una pieza de adobe alborotada por el canto del gallo y, junto al jergón, el rostro marchito del que procedía la voz. En la calle, la viva desesperación de un perro ladrando a una luna difuminada en el cielo…
Qué fácil, pensó resignado Ramón, era soñarse otro.



Relato 675 . 147 palabras
AARÓN BENJAMÍN LÓPEZ FELDMAN
SAN PEDRO CHOLULA, (PUEBLA). MÉXICO.

LAS SUICIDAS
Afuera: protestas. Gerundios y Malas Palabras luchando por romper el cerco y entrar al edificio. Atrás de ellos, las consignas, la ira, los gritos de apoyo de Muletillas, Cacofonías y Adverbios terminados en –mente.
Los Adjetivos —seguros en fuerza y número— mantienen el cerco, sólido.
Adentro: la asamblea, en orden. Verbos, Moralejas y Artículos ya han intervenido. Es el turno de las Parábolas. Su delegado va al estrado. De pronto, las Metáforas —eternas conspiradoras— se levantan, en bloque. Atónitos, los presentes las ven arrojarse desde lo alto, rodar por las escaleras y sumarse al piso del recinto. En el último rostro de las suicidas sólo cabe el orgullo: esta vez, la rebelión es definitiva.
Al instante, caen los del corazón roto, los que lo tienen de piedra, o en la mano; llagas se llenan de dedos; pies se vuelven plomo; nudos y estómagos cierran gargantas; ruedan cabezas…



Relato 676 . 144 palabras
JOSÉ LUIS CASTELLANOS SEGURA
CIUDAD REAL – ESPAÑA

EL DESPIDO
¿Qué haría con todo el dinero que le había tocado? Se iría a dar la vuelta al mundo, sí, sí, eso lo primero. Luego se compraría la casa que nunca soñó tener con su sueldo de ochocientos euros al mes (¡seguía sin concebir lo que podían ser diez millones de euros!); se podría casar con su novio e invitar a todo el mundo a un gran banquete; y sobre todo, podría mandar a su jefe al carajo; es más, eso era lo primero que iba a hacer. Se levantó del retrete y tiró de la cadena sin darse cuenta de que el boleto premiado desaparecía en un torbellino de agua. Con la furia contenida de varios años y con el arrojo que le había faltado hasta entonces se dirigió decidida al despacho del director. Horas más tarde se arrepentiría de ser una nueva parada.



Relato 677 . 152 palabras
ALEJANDRO CARMELO DATO
BARCELONA - ESPAÑA.

ASÍ NUNCA TE VOY A ALCANZAR
La primera vez que vi a Dunia nos encontrábamos en el banco haciendo la cola para plegarnos a una moratoria impositiva. Ella estaba nueve personas delante mío y lo primero que me atrajo fue su culo, un culo precioso amigos. Cuando gracias a un sutil movimiento de Dunia, descubrí el impresionante perfil de su cara, supe que el asunto se las traía y cómo. Anduve inquieto los días que siguieron, sin letargo ni suerte, pero volví a cruzarla a la semana, esta vez en el correo, haciendo cola para despachar no sé qué documento. Como había mucha gente aquel día, la fila tenía la forma de una S y en un momento quedamos enfrentados. Y ahí sí, incapaz de pronunciar una palabra, la pude apreciar a pleno lleno de agitación. Fue en ese momento cuando decidí abandonar mi trabajo en la gestoría e intentar como cajero en alguna de estas grises dependencias



Relato 678 . 99 palabras
ALEJANDRO CARMELO DATO
BARCELONA - ESPAÑA.

LA SINIESTRA RISA DE TODOS ESTOS AÑOS
Bajo la lluvia fría, el tipo se acercó, me ofreció el cigarrillo. Permaneció a mi lado mientras lo fumaba, cubriéndome con el paraguas, sin decir nada. Miraba la pared sucia del patio y las burbujas que se formaban en los charcos.
Voy a volver a este lugar –le dije por lo bajo. Y él se quedó inmóvil, como si se lo estuviera pensando, y de golpe se me rió en la cara y yo también me le reí en la cara.
Los del escuadrón de fusilamiento, lo noté en la última pitada, empezaban a temblar con la lluvia fría.



Relato 679 . 120 palabras
ALEJANDRO CARMELO DATO
BARCELONA - ESPAÑA.

Y SEGUIMOS
El gato me está haciendo pedazos el respaldo de la silla que uso para escribir. Me la encontré en la calle a esta silla, hace dos años, y es una silla excelente. Tiene para regular la altura del asiento y la inclinación del respaldo. Tiene rueditas y está tapizada en una especie de pana rojo oscuro. Y el gato, que primero la usó para dormir, ahora la usa para reclamar. Me araña la parte superior del respaldo en sentido perpendicular a la costura del tapizado, que se está abriendo. Está creando un labio de pana descendente, como un gesto de embobamiento. La madera que queda a la vista parece una encía. Y en esto me apoyo cada vez que escribo.



Relato 680 . 125 palabras
DAVID TORRES LUCENA
GIJÓN - ESPAÑA

ANOTACIÓN
Hace ya algún tiempo que no sé distinguir si hago las cosas porque las juzgo lo más conveniente en cada caso o para tener algo que anotar en mi diario. Sin que pueda decir cómo ocurrió, este pequeño bloc de notas ha dejado de ser mi leal confidente y se ha convertido en un malvado tirano, celoso de toda otra cosa que no sea él mismo. De no haber ocurrido todo tan rápido, o si al menos me hubiera dado cuenta antes, aún estaría a tiempo de detener el proceso. Pero es ya demasiado tarde. La vida en estas condiciones no tiene sentido. Cualquier día, lo sé, abriré estas hojas y leeré, con todo detalle, la fecha y el método que usé para mi suicidio.



Relato 681 . 193 palabras
LUCÍA RODRÍGUEZ MOURAZOS
LA CORUÑA – ESPAÑA

GOLPE DE SUERTE
Nunca entendí a padre, si bien es cierto que poco tiempo tuve para intentarlo y él en nada ayudó. La última vez que lo ví tenía apenas 12 años. Entró en el salón sudoroso y acalorado, me dió un bofetón con la mano bien abierta y su alma puesta en ella, sentenció “tu madre ha muerto” y se marchó. Me llevé la mano a la mejilla y noté algo húmedo, volví la palma, la miré y limpié la sangre al pantalón. Fui al baño a lavarme la cara y comprobé que no había ninguna brecha ni herida. Me apoyé en el lavabo y respiré tranquilo. Entonces el pecho se me abrió y gritando, desesperado, corrí a la cocina. La puerta estaba abierta y madre tendida en el suelo, inmóvil, con el cráneo abierto. Hundido apoyé mi cabeza en su regazo y lloré. Entonces sentí su mano en revolviendo mi pelo y escuché un leve “estoy bien”.
Ella meses de hospital y una sola cicatriz, él simpre prófugo, y yo, tan solo medio huérfano. Ni una lágrima derramada, ni una mala palabra empujada por el odio, sé que ese mal golpe salvó nuestras vidas.




Relato 682 . 191 palabras
JUAN RAMON POMBO
LA BARRA DE MALDONADO – URUGUAY

CAFETÍN
Nunca supe que fue, que circunstancia, me llevó a entrar en aquél feo y oscuro café.
Tal vez buscaba paliar en algo la congoja que me embargaba, luego de acudir al entierro de uno de mis amigos de la infancia; un buen trago, no me vendría mal antes de retornar con mi tristeza a mi hogar.
Allí me refugiaría en la paz de mi morada.
Cuando entré, ya me dieron ganas de volver, pero me animé y pedí un café con una copa de coñac.
Zumbido de moscas y un aroma a tabaco rancio emitido por los pocos parroquianos que sin duda eran habitué de aquella pocilga.
Por lo menos el mostrador y el servicio eran limpios ¡Menos mal! Y el café, bastante aceptable.
De pronto alguien se me apersonó y me pidió lumbre, se la dí y a la vez me prendí un cigarrillo; el parroquiano luego de prender su pitillo, dándose vuelta me dijo…¡Gracias “Crespín”! y se alejó rumbo a donde lo esperaban personas que junto a él, salieron a la calle.
¡Qué curioso! Sólo dos personas me llamaban “Crespín”, mi finado Padre y mi recién sepultado amigo. ???



Relato 683 . 190 palabras
JUAN RAMON POMBO
LA BARRA DE MALDONADO – URUGUAY

CUENTO CORTO (DIALOGADO)
Autor dice… ¿Te parece que podrás contar algo verosímil en doscientas palabras?
Narratista plasmado en papel _ ¡Por supuesto que no!...Es casi utópico que uno se pueda explayar en tan pocas palabras; salvo que tú que eres la parte visible y firmante de tantas elucubraciones y bazofias, no te atrevas y me endilgues a mí, toda la responsabilidad.
_No, no trates de zafar de tu responsabilidad y me culpes a mí, de las inventadas reglas de los que pergeñan los condicionamientos de los concursos de relatos, (llamados micros) que restringen y cercenan la inventiva de los que nos ufanamos de pensar libremente.
_ ¡Ha! Tú lo dices como si me reprocharas a mí de lo que tú no eres capaz de hacer.
¡No! Que va; si soy capaz de eso y mucho más, yo sólo intentaba saber de lo que serías capaz, después de tantos años de yo darte formas e inventivas; aunque debo admitir que siempre me has sido muy fiel.
__Narratista terminando la cuestión… ¡Bravo! Te acepto el merecido elogio (me lo tengo ganado) y te sugiero que empecemos a trabajar ¿Te parece?
_ ¡Vamos a por ello!



Relato 684 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto en formato .doc .rtf ó .txt . Documento adjunto en formato desconocido



Relato 685 . 177 palabras
NADIA LUGO LÓPEZ
SANTO DOMINGO - REPÚBLICA DOMINICANA

PARADOJAS DE MARCOS
Eran las diez de la mañana y la desesperación de saber que no tenía nada que hacer le hacía volver a cerrar los ojos para repasar en su mente miles de posiciones con Malena desnudita a veces atada e inventar los tres finales estúpidos para que los guionistas de Lost fascinaran al bucólico público de Alabama y Kentucky. Así pasó una semana tras otra dentro de las sabanas. Saltaba de la cama solo a cenar y por las noches, daba una vuelta por la cocina y abría la nevera y seducía a un mango o un guineo negro a medio morir para sacarlo de su friolento habitad natural. Ya que los mangos son de carácter más puto siempre aceptaban irse sin saber que pronto serían torturados por ácidos digestivos y bacterias intestinales luego de ser masacrados por caninos, incisivos y molares. Se los comía y regresaba a las sábanas que lo reconfortaban de tener una maquina de hacer frío llena de cadáveres, de ser el fiel propulsor de esta industria de tormento de matas y fertilizantes químicos.



Relato 686 . 116 palabras
NADIA LUGO LÓPEZ
SANTO DOMINGO - REPÚBLICA DOMINICANA

PALOMITOS
Bajo el cielo muerto de Santo Domingo camina 11con su boca de sabor a mango, piña y coco. La brisa que sopla con furia sus cabellos de palma lo hace ser el niño mas privilegiado del mundo al obligarlo a contemplar un mar gris que se adueña un horizonte tan lejano al de África y sus clientes a los que es imposible sacarle cinco pesos por zapato lustrado. Así flota 11 por encima de la acera preguntándose: dónde diablos fue a parar el oloroso cemento de las ferreterías? No importa porque huele a pollo frito y a lluvia sobre tierra y a suculenta ambición de querer estrangular todos los deseos que dirigen la vuelta a casa.



Relato 687 . 193 palabras
ERLANTZ GAMBOA VILLAPÚN
PUEBLA – MEXICO

LOT
El señor le dijo a Lot que se fuera a la montaña Zoar, porque, harto de sus pecados, pensaba arruinar Sodoma y Gomorra. Y que cuando estuviesen a salvo, él destruirá las dos ciudades. No debían mirar hacia atrás por ningún motivo.
Mas, cuando el cielo se abrió, y comenzó a vomitar fuego, y el olor a azufre invadió todo el entorno, la mujer de Lot miró hacia atrás, y quedó, al instante, convertida en estatua de sal.
Es correcto, pero la Biblia olvidó explicar la razón por la que ella desobedeció tal orden divina.
Aquella mañana, antes de salir, Lot les dijo a sus dos hijas, que por ningún motivo mirasen al valle, ya que el señor podía castigarlas. A su esposa no le dijo nada, pues la mujer andaba ocupada en empaquetar lo imprescindible.
Cuando subían la ladera de Zoar, las hijas, más jóvenes, iban bastante delante, y Lot cerraba la comitiva. Se escuchó el trueno de Dios, y los cielos se abrieron. Lot corrió hacia su esposa, y, a unos pasos, le gritó:
-¡Parece que ahí abajo están festejando!
Luego esbozó una sonrisa, y siguió hacia la cima de Zoar.



Relato 688 . 159 palabras
ERLANTZ GAMBOA VILLAPÚN
PUEBLA – MEXICO

CANCIONES DE NUESTRAS VIUDAS
El presentador del conocido programa se sentó junto a la invitada, diciendo:
-Así pues, la canción que eligió evoca el momento más feliz de su vida. ¿Cuando conoció a su esposo? -sonrió a la cámara y a una rubia de la primera fila.
-No. Más tarde. Fue cuando...
-Ya sé. Le recuerda el día de su boda. Momento entrañable.
-No. Éramos muy pobres y no teníamos para música.
-¿El día que nació su primer hijo? -lanzó un guiño al público.
La invitada negó con al cabeza. El presentador esperó la respuesta.
-El día más feliz de mi vida fue cuando...
El presentador la detuvo con un gesto. Esbozando una sonrisa, señaló la orquesta. El movimiento le salía de maravilla, y lo hacía cada vez que tenía ocasión.
-Pues para usted, interpretada magistralmente por la orquesta Delicias…
La orquesta atacó los primeros compases de la Marcha Fúnebre.
-...enterramos al muy hijo de... - prosiguió la mujer, en su nostalgia .



Relato 689 . 200 palabras
YURENA SAR GARCÍA
MADRID – ESPAÑA

TWITTEO EN UN DÍA CUALQUIERA DE MARZO
Emigrante retornada. Hace 9 meses. Políglota, con carrera, muchísimas ganas de trabajar y experiencia como jefa de departamento.
¿Y para qué?
Si me telefonean es para llamarme ´híbrido´ y otro tipo de lindeces racistas ó me asustan tocando al timbre a las 3 de la mañana dos energúmenos que siempre llevan pasamontañas.
¿Desde cuándo tenemos al Ku Klux Klan afincado en España?
Esto no lo habían mencionado en la embajada.
Que si tengo la piel pálida, que si parezco inglesa, que por qué no bailo cuando ponen una canción de Shakira en la discoteca, que llevo botas ´´de extranjera´´...
¿Y eso exactamente qué quiere decir?
Ojalá pudiese swappear mi pasaporte español por otro.
De donde sea.
Sí, sueño con una utopía y es que la realidad es demasiado fea.
Gracias por no llamarme en todo el santo día chicos ⁄ as.
Totalmente comprensible, of course.
Habréis estado ocupados viendo el Gran Hermano por la tele ó con los ojos enrojecidos enganchados delante del videojuego.
´´Manada´´ de frivolones...
Os multiplicáis como clones.
Yo sola, como una friki (¿se dice así? para que veáis que me estoy re-integrando en esta sociedad) y discriminada en mi propio país.
Manda huevos como diría áquel...



Relato 690 . 175 palabras
YURENA SAR GARCÍA
MADRID – ESPAÑA

HOBBES ESTABA EN LO CIERTO
´´El hombre es un lobo para el hombre´´ - Thomas Hobbes En mis tiempos me llamaban patas cortas por mi estatura y leche condensada por
mi color de piel.
Ser hija de padres divorciados lo convertían en un tres en uno de calamidades asociadas que hacía que mis compañeros de clase se comportasen no como chiquillos sino como buitres carroñeros.
Hoy Jairo me ha llegado como raro del instituto, sin apetito y con un jersey raído que nunca le he visto y una chaqueta de lana marrón tres tallas más grande que él.
¿Y esas pintas? No sabía que te ibas de exploración al Polo Norte...
Me dijeron los chicos en el recreo que soy negro como una cucaracha porque mi padre es sudaca.
Ahí ya temblé.
Le dije a uno ´´´No me palpes los bolsillos ó te haré llorar´´ pero no me hicieron caso, mamá... no me hicieron caso y tuve que sacarla para defenderme. Me han quedado las palmas de las manos así.
¿Sacar el qué y así cómo? Por Dios, Jairo ¡remángate esa chaqueta y enseñámelas!
Todo rojo y encharcado como mi corazón.



Relato 691 . 200 palabras
VICTOR DAMIAN MORA
BUENOS AIRES - ARGENTINA

LA MASCOTA, UN SER SUPERIOR
La superioridad espiritual de las mascotas por sobre los seres humanos, es inconmensurable. Amigos nobles, inseparables compañeros y ayudantes valiosísimos.
Los perros olfatean a sus amos, sacuden las colas cuando llegan del trabajo, si se enferman, cuando preparan la comida, y a veces no tiene que suceder algo en particular para llevar a cabo tal muestra de afecto. Ellos jamás abandonarían a su líder hogareño, a quien protegerían arriesgando su propia vida.
Los gatos suelen secundar a los perros en cuanto a la preferencia de pertenencia.
Es contundente la apreciación de la elegancia de todos los felinos, y los gatos son ejemplos muy representativos de esta elite de finura. Más adustos y gandules que sus tenaces rivales caninos, igualmente luego de pasar incontables horas embebidos en insondables siestas, con el letargo aún a cuestas, buscan la pierna de su amo y la frotan suavemente, conduciendo a una calidez y cosquilleo equiparable a un beso de novios apasionados, e inigualable a la luz de las demás sensaciones gustosas, lujuriosas y afectuosas existentes.
A ambas mascotas, ni se les ocurriría marginar a sus amos, tampoco traicionarlos, competir, injuriar, o aprovecharse de sus buenas intenciones.
¿Son las mascotas superiores a los seres humanos?.



Relato 692 . 200 palabras
EDUARDO FRANCISCO MONTALVO RAMÍREZ
TEGUCIGALPA – HONDURAS

VIAJE AL OTRO LADO
Iba con mi papá en la noche de regreso a la casa, yo iba comiendo tranquilamente en el carro; y mi papá iba manejando, volteé la mirada al piso y cuando vi nuevamente al camino, vi las luces de un bus que venía prácticamente enfrente del carro; el bus se había metido en el único carril que no tenía que meterse…
-¡Dios…! Gritó mi papá e hizo varias maniobras en cuestión de segundos.
Yo en ese momento sentí que todo se oscurecía y me sentí “en el aire”, gracias a la agilidad de mi papá; solo se daño la parte de atrás del carro, nos bajamos del carro inmediatamente, la policía que estaba cerca llegó en tres minutos y dijo:
-llamen a los de transito. Luego se fueron. Al igual que el bus.
Nos quedamos solos en la calle mi papá y yo y Me puse a reflexionar que en cualquier momento “se nos puede ir el aire de nuestras manos…”y ¿Cómo es posible que hallan tantos asesinos conduciendo?.. La familia, compartir soledades, la mediocridad de los policías, con todas estas experiencia me “desperté esa noche, y espero no volver a dormirme y estar consiente de cuanto vale la vida.



Relato 693 . 150 palabras
MERY LARRINUA ROBLES
MIAMI (FLORIDA) ESTADOS UNIDOS

CAMINO AL PUERTO
Que mañana tan fria –pensé
Baje casi corriendo aquellos cinco escalones que me separaban de la acera, tomé el camino, el mismo camino que me habia visto ir y venir durante las ultimas semanas. Iba al puerto.
Silenciosamente, con mis propios pensamientos, camine hacia mi destino...y... ¿cual era mi destino?...ya lo sabré...seguí caminando, miré a mi alrededor,
Esta vez se me hacia todo desconocido, acaso...me habia confundido de camino? Creo que no. Seguí y casi de inmediato senti que se me acercaba alguien, miré, no
Alcancé a ver a nadie...se habra escondido? Pero lo sentia cerca, segui caminando, quise regresarme, estaba tremendamente asustada, pero como? Por donde me regreso? ahora sentia que me llevaba de la mano, senti una mano fria, pero me sentia segura, me protegia, me tenia abrazada
Con mucho recelo giré mi cabeza para verle la cara, y si, ahí estaba conmigo. - buenos dias Sr. Alzheimer.




Relato 694 . 174 palabras
MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ LANCHA.
TOLEDO – ESPAÑA

CASTELLANO BLUYÍN
El herrero es el hombre que tiene por oficio labrar el hierro y la herrera, su mujer. ¡Ojalá se tratara de una ocurrencia mía! Mala suerte, no soy yo, es la RAE, el cementerio de las palabras y sus acepciones. Lo vivo implica movimiento. El movimiento, alteración. La alteración trae lo nuevo. Y siempre intrínseco a lo nuevo aparece la incertidumbre. No es sólo la inseguridad, sino también los posibles errores. Así que ni a la luna ni al dedo del sabio, miraron a otro lado.
Veintidós ediciones del real diccionario. La vigésima tercera mirando de cerca. Ninguna deferencia para Aído, nada de miembras, pero sí bluyín para los vaqueros. Es la línea de otoño en primavera. Y, una vez más, el hombre será el individuo que tiene las cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza. ¡Con un par!
Y es que cuando lo real es relativo a la realeza y no a la existencia, ya se sabe, malamente pudiera. Pero esto es un micro relato y ése, otro tema.




Relato 695 . 143 palabras
SANTIAGO BLAS GILABERT
MARÍA DE HUERVA (ZARAGOZA) ESPAÑA

FILANTROPÍA -
¿Es cierto? - preguntó el padre, rojo como la grana, al borde del colapso-, responde. ¿Te matriculas en “leyes”? Di.
- Sí, padre, lo es.
- O sea, que no estudiarás medicina como hice yo, como hizo tu abuelo y el padre de tu abuelo…Pero, dime, ¿Qué te impulsa a acabar con esta noble tradición familiar?
El joven se quedó pensativo, rebuscando en su cerebro las palabras más adecuadas para, sin faltar a la verdad, contestar al requerimiento paterno.
- Por filantropía -declaró al fin-. Sí, por filantropía. Verás, tres generaciones de López cargándose parroquianos es más que suficiente. Yo me limitaré a joderles la pasta.
De repente el progenitor estalló en sollozos. Pero no eran llantos de pesar, sino de júbilo, porque nada alegra tanto el corazón de los padres como ver en sus hijos una versión mejorada de sí mismos.




Relato 696 . 198 palabras
JESÚS D. FERNÁNDEZ ROLDÁN
VALDEMORO (MADRID) – ESPAÑA

SANA RIVALIDAD ENTRE CABALLEROS
Mi estimado amigo,
La vida del boxeador bailón de su última carta me ha recordado a la de otro personaje tan singular como el suyo. Le hablo de Umberto Latecla, famoso pianista del Hotel Imperial de Roma –seguro que lo recuerda, le hablo del año 1935-, al que le avergonzaba mostrar sus dedos en público. Según él, aquellos dedos -capaces de interpretar cualquier melodía con una habilidad y sentido del ritmo envidiables- tenían la forma de ridículos y enrojecidos falos de caniche. De ahí que en todas sus actuaciones decidiera usar guantes de un terrible tono vainilla. Como podrá adivinar, a la leve imprecisión melódica que provocaba el rozamiento de la tela entre sus dedos, vino a empeorar aun más la situación una especie de sarpullido que acabó inutilizando por completo sus manos. Tras ser despedido del hotel, oí decir que acabó sus días como pianista en un circo ambulante, pues aseguran que aprendió a tocar himnos nacionales con los dedos de los pies. Parece que, en este caso, la visión de los mismos –bien parecidos a pequeñas morcillitas de alargadas uñas- no le provocaba malestar alguno.
Lo dicho, gracias por su carta y recuerdos a su señora.




Relato 697 . 189 palabras
CRISTÓBAL TIRADO GARCÍA.
ALHAURÍN EL GRANDE (MÁLAGA) - ESPAÑA.

COITUS INTERRUPTUS
¡Mamáaaaaaaa!
La madre salta de la cama y se recompone un poco el pelo, se coloca una bata para cubrir su desnudez y desciende las escaleras corriendo. El padre tarda un poco más porque no tiene bata, tiene que quitarse el condón que estaban empleando y se viste con un calzoncillo y una camiseta. Llega la madre al salón y el niño está de piedra, parece a punto de desvanecerse:
¿Qué ha pasado, hijo?
Está otra vez aquí, lo he notado.
No puede ser, dijiste que se había marchado para siempre...
Llega el padre:
¿Qué ha hecho, qué has visto?
Cuando yo pasaba ha desenchufado la tele y ha dado la vuelta al mueble.
¿No habrás sido tú sin darte cuenta?
La madre se indigna por el comportamiento del padre. Seguro que luego no terminan de follar. Mira al hijo, con un poco de fluido vaginal bajándole muy lentamente por el muslo izquierdo. La sensación es inverosímil:
— ¿Cómo podría el niño girar ese mueble con el televisor encima? Hijo, no ha venido a hacernos daño, cada vez estoy más segura. Creo que nos está intentando decir que quiere protegernos...



Relato 698 . 198 palabras
CRISTÓBAL TIRADO GARCÍA.
ALHAURÍN EL GRANDE (MÁLAGA) - ESPAÑA.

NO VUELVAS
Pasos. En el jardín. Él se asoma a la ventana de la habitación. Oye el crujir de un adulto sobre los adoquines. Agarra un reloj de la mesilla de noche para usarlo como arma arrojadiza. Baja las escaleras en eclipse muscular:
¿Qué haces aquí?
Llega a la primera planta y va directo a la cocina para evitar que el intruso se arme. Él cambia el reloj por un cuchillo de hoja grande. Avanza con las luces apagadas por el salón, por el pasillo. Los pasos se vuelven a oír fuera. Sale y se dirige al garaje. Se le ocurren más de seis películas que recrean escenas similares. Abre el garaje de súbito y entra:
¿A qué has venido? Ya no me necesitas, ¡vete!
Se revuelve y lanza el cuchillo. Directo al espejo. Los trozos al suelo, estruendo momentáneo. La espalda apoyada en la pared, sudando a mares, pero ahora sonríe. Se relaja y avanza triunfante hacia el espejo roto. Desde su posición, su reflejo se repite en cien tamaños y formas en los trozos espolvoreados por el suelo. Ya no sonríe, chirría los dientes. A los trozos de cristal, con la peor cara de furia:
— ¡Y no vuelvas!



Relato 699 . 194palabras
MANUEL DOMÍNGUEZ SENRA
SEVILLA - ESPAÑA

EL LADRÓN DE CUADROS.
El vuelo 337 procedente de Madrid inicia su destino a Sevilla. Entre el pasaje se encuentra don Juan de Figueroa, marqués de Riofrío.
Simultáneamente, por una de las ventanas de su casa de Sevilla, sale un hombre con dos cuadros bajo el brazo, uno de los cuales lleva la firma de Julio Romero de Torres. Suena la alarma, pero en esos días hace un frío poco común en la ciudad, y apenas se ve gente por la calle. Así que el ladrón -alto, con barba de pope y pelo oscuro- mete el botín en una furgoneta y se va.
A las 23.45 H -desde el aeropuerto, y en compañía de un amigo- llega a su casa el marqués, quien, sorprendido al ver tantos policías, se da a conocer al inspector, y éste le informa de lo sucedido. Y el marqués levanta los brazos gritando:
-A ver si cogen pronto al ladrón.
Pero la mano invisible del destino hizo que la maleta del marqués rodara calle abajo, hasta abrirse completamente, dejando al descubierto, entre otras cosas, peluca y barba negra postizas.
Ahora es el inspector el que se dirige al marqués:
-Ya tenemos al ladrón.



Relato 700 . 200 palabras
ALICIA DE MENDIETA ÁLVAREZ
POSADA DE LLANERA(ASTURIAS), ESPAÑA

NEGRO
Como una continuación del silencio, la brisa corría suave en la calle empredrada. Acompañada por el sonido de mis pasos taciturnos, enredaba mi pelo y mi pensamiento, sin que yo opusiera resistencia.
Un haz de luz me cegó desde la carretera. El taxi estaba esperando.
Sin mediar palabra , embriagada en tristeza, subí al coche. En él no había nadie, las luces delanteras estaban encendidas. Crucé las manos sobre mi regazo y dije:
- Adelante.
El coche avanzó despacio , y fue acelerando poco a poco. La noche era negra, y las únicas luces eran los reflectantes de la carretera. Las líneas blancas se sucedían como serpientes de luz cruzando el vacío.
A medida que pasaba el tiempo, me iba haciendo vieja. Pasaron los días, los meses, los años...en aquella negrura. Mi piel dejó de ser tersa, y mis ojos estaban cansados.
Después de mucho tiempo, de forma súbita,llegó la respuesta.
- Llévame allí dónde todo no sea negro.
- El cielo se iluminó suavemente con la luz del amanecer, y el taxi aceleró de forma decidida. Sin darme cuenta, volví a ser una niña, y miraba con inquietud e ilusión el paisaje desconocido que se abría ante mi ventana. Era, La Vida.


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