viernes

Relatos 1201 a 1300

Relato 1201 . 200 palabras
JUAN CRUZ LÓPEZ
JAÉN - ESPAÑA
AUTOFAGIA
A Carla le gustaban los puzzles. Solía coger las fotos de sus amantes para hacerlas trizas. Después iba a emborracharse. Cuando regresaba por la mañana se quitaba la ropa y se revolcaba sobre los trozos de las fotografías de los hombres que la habían acompañado en aquel camino hacia no sé sabía qué forma final de autoexterminio. Luego tomaba cada uno de los trozos y se lo metía en la boca, se abría otra cerveza, le masticaba el rostro al fantasma que salía en la foto y se tragaba el pedazo. Y así con todos. Era como si quisiera recomponer en su estómago otra especie nueva de hombre que, al menos, no la dejara insatisfecha; aunque al final lo único que conseguía era vomitar una papilla grisácea de ojos, bocas, ropa, alguna gorra o un cinturón, y de tarde en tarde algún zapato viejo o una corbata negra. Sin embargo, todo fue distinto el día en que, sin darse cuenta, se tragó la foto donde una mujer de mirada huidiza le acariciaba el pelo a un joven de gesto taciturno. Aquella mañana no supo reconocer a la mujer de rostro desfigurado que la miraba desde el otro lado del espejo.


Relato 1202 . 111 palabras
JUAN CRUZ LÓPEZ
JAÉN - ESPAÑA
INCRÉDULO
Llegó a imaginarla tan bien, llegó a desear tanto su presencia real, que al cabo de unas horas, cuando de tan cansado empezaban sus ojos a cerrarse, y como si de una ensoñación se tratara, la vio materializarse entre las líneas de la novela de la que ella misma era la protagonista. Dando por hecho, sin embargo, que aquella imagencita no era sino producto del cansancio, cerró el libro y se fue a la cama.
Una tarde después, cuando llegó del trabajo con toda la esperanza puesta en aquella historia que le estaba robando el sueño, abrió la novela y descubrió, entre las páginas, el cuerpecito aplastado de una mujer bellísima.



Relato 1203 . 199 palabras
JUAN CRUZ LÓPEZ
JAÉN - ESPAÑA
SALIDA
Se había montado en aquel autobús pensando que si escapaba de la ciudad lograría cambiar su suerte. Era un domingo soleado y Juan intentaba sacar de su cabeza toda la nube de preocupaciones que le estaban nublando los últimos años de una juventud que se le derrumbaba. Para facilitar la tarea abrió uno de los tres o cuatro libros que había metido en la mochila. Empezó a leer sin demasiada convicción. De vez en cuando cerraba el libro y suspiraba. Volvía a leer la misma página con resignación, sabiendo que dentro de poco sus ojos se posarían de nuevo allí, incapaz de desalojar de su mente las imágenes que aún le perseguían después de meses y meses de esfuerzo inútil y penalidades. Solo que esta vez también se equivocó… Al final pasó horas y horas leyendo en aquel trayecto infinito que suponía le alejaría de sí mismo. Leyó, leyó y leyó… Y solo paró cuando, complacido, observó el mensaje que durante una curva se le coló entre las líneas del texto que estaba leyendo. La sombra deambulante de un SALIDA DE EMERGENCIA que le hizo sonreír. Se preguntó entonces si allí se encontraría la clave de una fuga definitiva.



Relato 1204 . 77 palabras
ANGELICA GRACIELA PRAT DEMARCHI
NEUQUEN - ARGENTINA
INDIFERENCIA AÑO 2011,12,13..
El chirrido de la frenada del auto se arrastró por el aire y murió en un ruido seco, amargo, calcinado y ominoso.
--cruzó el semáforo en rojo--
Corrían, corrí, corrimos esquivando volantes. Arañándonos y a los puñetazos lo desnudamos. Arrastramos el cuerpo hacia la banquina.
Conteniendo la respiración abrimos la tapa de la fosa comunitaria. Al último anterior todavía le palpitaba la aorta. Tiramos al nuevo.
Nos fuimos calculando el desplume y nos encerramos en nuestras cuevas.


Relato 1205 . 130 palabras
ENRIQUE SÁNCHEZ LUBIÁN
TOLEDO – ESPAÑA
LAS HIENAS
Al dar la vuelta a la esquina, el extraño cayó al suelo. Las hienas, que esperaban agazapadas en los portales, se abalanzaron sobre su cuerpo. Una se indigestó con las tarjetas de crédito, otra con la blackberry y una tercera con el rolex de oro. Perdieron su eterna sonrisa y fueron a la consulta del chamán. Les diagnosticó padecer la variante animal de la enfermedad de los ejecutivos locos, conocida entre los humanos como codicia máxima. El mal no tenía, por el momento, curación. Se recomendó a la manada no ingerir carne de ejecutivos ni de especuladores. Desde aquel día las esquinas se convirtieron en pudrideros de cuerpos desdeñados. Cuando murió el último infectado, las hienas volvieron a sonreír, podían volver a atacar a cuantos extraños caían en las esquinas.



Relato 1206 . 160 palabras
PAULA L.M.R.
LUGO - ESPAÑA
EN DEUDA
Carla indica antes de irse que en el mueble de la entrada pone el dinero para la inminente entrega. La joven se cruza con su tío al salir de casa y asume lo que la inesperada visita supondrá para su madre.
A pesar de la reticencia inicial y de la amarga sensación que le provoca el solo pensar que se enfrentará de nuevo con Ricardo, Luisa percibe un alivio catártico y lo cree. Por primera vez, alberga la esperanza de que está recuperado, no más despilfarros ludópatas, disgustos familiares, inestabilidad y bebida.
Jamás habían sido tan dolorosamente sinceros el uno con el otro. Él describe cómo se ha sentido siempre incomprendido y desubicado, ella lo describe como un desagradecido e irresponsable. Sus posturas, ahora confesas, parecen paso necesario para una nueva etapa.
Ricardo se fue con la llamada al timbre del mensajero. Cuando Luisa quiere coger el dinero para pagar el envío, nada hay sobre el mueble de la entrada.



Relato 1207 . 142 palabras
MARÍA ANSEDE MAREQUE
A CORUÑA - ESPAÑA
CUANDO ABRES LOS OJOS
- Mamá, ¿cómo es el negro?
Luz mira a su hija Celia durante unos segundos buscando en su mente una respuesta que no acaba de hallar.
- ¿El negro?… ¿Qué ves cuando cierras los ojos?
- Nada, casi lo mismo que cuando los tengo abiertos.
- Pues eso es el negro, nada.
- ¿Entonces veo el negro?
- Ves lo mismo que veo yo cuando se hace de noche y no enciendo la luz.
- ¿Y por qué no la enciendes?
- Es una forma de hablar, siempre la enciendo. Me ayuda a no tropezar, como a ti tu bastoncito.
- Y de día, ¿qué es lo que te ayuda a no tropezar?
- Depende, por la mañana, el café y cuando salimos a la calle ‐Luz esboza una pequeña sonrisa- a veces tu padre.
- Entonces, ¿tú también dependes de alguien aunque veas los colores?
- Todo el mundo depende de alguien, cariño.



Relato 1208 . 198 palabras
DIEGO CASTAÑO CHILLARÓN
TOLEDO – ESPAÑA
FALTA LEVE
Eran las cuatro de la tarde de un tórrido día de Junio cuando Pablo y Alfredo, una pareja de guardias civiles, vieron cómo un Seat rojo corría a toda prisa por la nacional así que le hicieron señas luminosas para indicar que frenase.
El coche rojo paró a un lado del carril y por su ventanilla asomó una cabeza.
-Buenos días caballero -dijo Pablo-
-Buenos días -contestó el hombre-
-¿Es usted consciente de que va por encima de la velocidad permitida? -preguntó-
-La verdad es que no, voy algo borracho. Pienso suicidarme -explicó aparentemente cuerdo el conductor-
-¡Será una broma! Este hombre es un peligro, acompáñenos al cuartel ahora mismo -concluyó Alfredo-.
Se montó en el furgón y fueron al cuartel más cercano.
Serían cerca de las siete de la tarde cuando Alfredo lo interrogaba acerca del porqué de sus actos a la vez que ignoraba el sonido de un teléfono.
-En realidad no iba bebido... simplemente bromeaba, no pretendía... -se excusaba el hombre-
-No se sulfure, sólo ha sido una falta leve, pero sea más cuidadoso -le aconsejó-.
Mientras tanto en el maletero del Seat rojo; Lucía, la niña de 14 años secuestrada, luchaba por no asfixiarse.



Relato 1209 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 1210 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 1211 . 154 palabras
CARLOS LÓPEZ MARTÍNEZ
EL TOBOSO (TOLEDO) - ESPAÑA
RESABIO
Los locales de Huertas son Macdonal’s de las copas y el ligoteo. Hordas de máscaras de ambos sexos exhibiendo los brillos y la calidad de sus confecciones. Sucede que esta noche la recibo con un tul rojísimo en el cuello que la vendedora vino a llamar “pasquina”. El aura encarnada de esta prenda ha inducido en cualquier inglesa el deseo de comprobar su cualidad. Teniéndola ya muy cerca su deseo se ha expandido hasta el punto de querer calzarse mis labios para ver que tal le sientan. De frente y de perfil, advertí, se miraba en un espejo, porque en estos sitios jamás falta un espejo donde la clientela se deje fascinar consigo misma. Se ve bien con ellos puestos y los luce por la sala hasta que la música cesa. Desapareció sin despedirse y a mí me quedó el regusto dulzón e insatisfecho que deja una hamburguesa pequeña de oferta en Burguer King.



Relato 1213. 142 palabras
CARLOS LÓPEZ MARTÍNEZ
EL TOBOSO (TOLEDO) - ESPAÑA
TELEFONÍAS
Dejo correr la vida en un café mientras te invoco. Una voz femenina que no es la tuya me dice que estás apagada o fuera de cobertura, por lo que intento comunicarte a fuerza de voluntad, mujer graciosísima, soberana de mis pujanzas. Soy todo voluntad ahora, la fuerza que irradia mi pecho podría derrumbar altísimas torres. Me siento capaz de lustrar mesas y construir aviones con un solo destello de mis adentros. Puedo derrocar dictadores y cambiar el curso de la humanidad hasta el camino del goce y la dicha, borrar de un plumazo la mezquindad, escribir volúmenes literarios profusamente, ser el amante de todos los adolescentes del orbe, llenar de público las bibliotecas; ¡vamos!, de un salivazo acabo con el sida. Pero al parecer, mi omnipotente voluntad no es capaz de hacerte aparecer. ¿Por qué coño no llevas el móvil encendido?



Relato 1214 . 142 palabras
CARLOS LÓPEZ MARTÍNEZ
EL TOBOSO (TOLEDO) - ESPAÑA
LARGOFresco vergel de viñas y olivos. Apacible mañana invernal. El sol está muy alto. La detonación es inminente. Aparece él por un camino de tierra; levanta un polvo húmedo con soberbia. Esta es la mía. El todopoderoso todoterreno de la benemérita avanza hacia mi posición. Me cuadro en mitad del camino. El piloto me invita a que me aparte haciendo sonar el claxon. Respiro de manera amplia; disfrutando el gesto elevo el brazo. Extiendo la mano conteniendo su empuje. El coche frena entrecortadamente hasta detenerse. Ambos asalariados bajan con energía del vehículo. Sin dejar que su verbo violento masculle una palabra les explico que vamos a volar un monte que estorba a la carretera que se construye y que el ingeniero de voladuras es la máxima autoridad en la zona caliente. Ellos, en un alarde retórico, exclaman: Ah. Y dan media vuelta.



Relato 1215 . 80 palabras
MANUEL JULIÁN ESCOBAR DÍAZ
BOGOTÁ - COLOMBIA
LAS IMPLICACIONES DE LO PARADÓJICO.Finalmente, ya de noche, él entró al videochat.
—Hola, Juan…al fin llegaste…no veo la hora que sea sábado para que vuelvas conmigo y los niños. ¿Dónde estabas a en la mañana, que no te conectaste ni respondiste el celular? Tu reunión era en la tarde, ¿no?
—Fue el dentista, amor….no tomó mucho tiempo pero entre una cosa y otra fue una hora.
Ella reflexionó.
— ¿Y por qué estoy viendo en tus labios el efecto de la anestesia?



Relato 1216 . 75 palabras
MANUEL JULIÁN ESCOBAR DÍAZ
BOGOTÁ - COLOMBIA
POSTERIDADDespués de muchas investigaciones, he logrado encontrar la vacuna. Ahí adelante me esperan el premio Nobel, la fama, la fortuna y el agradecimiento de la humanidad completa. La gente me amará y mi nombre será esculpido en diamante, para que nunca sea borrado del gran libro de la historia.
“Señoras y señores —dije, accionando el aparato—…ante ustedes: ¡la Vacuna contra el Aburrimiento!”
Los presentes se rieron a carcajadas. Y no dejarían de hacerlo…jamás.



Relato 1217 . 132 palabras
MANUEL JULIÁN ESCOBAR DÍAZ
BOGOTÁ - COLOMBIA
SÍ, LO ES.
Soy hombre, vivo en un pueblo, trabajo en una ciudad, tengo veinte años, mi novia me era infiel, ella me dejó, conocí a una colega bibliotecaria, salgo con ella, nos acostamos la semana pasada, mi perro está enfermo, mi familia sigue en el pueblo, ayer me dormí en la biblioteca, ya no me motiva mi trabajo, no he podido amar de nuevo, llevé al perro al médico hoy, ayer me asaltaron, extraño a mi difunto padre, quiero estudiar una carrera, mi colega se enamoró de mí, hoy voy a salir con ella, tengo que pagar la tarjeta de crédito, no encuentro mis llaves, gané un bingo el domingo, mi exnovia se quedó con mis patines, se perdieron dos libros, me gusta el fútbol, llueve a cántaros, tengo hambre.
La vida es compleja.



Relato 1218 .No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 10). no podrán presentarse a este edición los ganadores de las ediciones anteriores.



Relato 1219 .No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 10). no podrán presentarse a este edición los ganadores de las ediciones anteriores.


Relato 1220 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.



Relato 1221 . 198 palabras
LUCAS UBACH CORPAS
BARCELONA – ESPAÑA
REVOLUCIÓN
La decisión fue unánime. Desde el primer momento. Acordaron que el lugar idóneo para reunirse era Canavaro, la coctelería de moda, inaugurada recientemente donde estaba el viejo café modernista , en el que anteriormente se reunían los intelectuales para hacer tertulia.
El movimiento empezaría allá mismo, sin duda. Allí darían a conocer su manifiesto. Eran la nueva generación, sangre joven dispuesta a acabar con esa gerontocracia que, sentada cómodamente en su trona, miraba por encima del hombro a los talentos que pretendían alzar la voz. El panorama literario –decían- mantenía a los de siempre. Las viejas glorias se protegían unos a otros, ninguneando al resto. Eso iba a acabar; estaban cansados. Pretendían quemar sus libros, escupirles a la cara, cagarse en sus tumbas. Serían salvajes, implacables, responderían a ese desprecio con acciones brutales. Estaba todo a punto, sería a las siete.
Se citaron por email y sms. En frente del lugar, puntuales. Uno a uno se encontraban, al llegar, la persiana bajada y el cartel de cerrado por vacaciones. Esperaron a estar todos para sopesar la situación. No podían prescindir de su símbolo principal, obviamente. Volvieron a casa, acordando regresar en dos semanas, al mismo lugar, con más rabia.



Relato 1222 . 66 palabras
LUCAS UBACH CORPAS
BARCELONA – ESPAÑA
UN DÍA EN EL PARQUE
Los niños del parque dejaron de jugar a pelota para contemplar boquiabiertos a un jilguero que se había posado en la rama de un plátano, cerca del quiosco de chucherías. Cantaba, a modo de chanza, para un canario enjaulado que asomaba a unos metros, en el balcón de enfrente del árbol. Una melodía alegre y vigorosa, provocadora. Cantaba y cantaba.
Los niños lo mataron. A pedradas.


Relato 1223 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 1224 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 1225 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 1226 . 200 palabras
ANA Mª GONZÁLEZ APARICIO
VALLADOLID – ESPAÑA
MUSAKA
El camino a Eleusis estaba en la comida, a través del estómago. Perdía la razón a cada cucharada, paladeaba con absoluto placer cada bocado. Disfrutaba con los preliminares como se hace en la cama. Podía deleitarse escogiendo el tipo de plato, el color de las servilletas. Hacer cuadros abstractos con la disposición de los manteles mientras los cubiertos equilibraban la composición.
Finalmente, se añadía el toque final en la cocina.
Ese día las prisas hicieron que tuviera que comer fuera. Escogió un sitio de esos en los que se elige algo que suena sugerente y se acaba comiendo una vistosa ensalada hecha de aire y diseño.
Esta vez pidió musaka.
De cordero.
Cuando la comida llegó, ansias de quinceañero hicieron que devorase el plato. Quince minutos después pidió la cuenta. Cuando la camarera trajo la nota con un valor de 32 euros y una sonrisa que decía: "Acaso no sabes que en plato cuadrado negro las cosas valen doble" ella contestó con mirada de "Si tu maestro zen levantara la cabeza" Se guardó la impertinencia.
Pagó.
Se levantó y se fue, convencida de que había sido el Karma. El del cordero.
No había duda.
La próxima vez pediría la ensalada.


Relato 1227 . 182 palabras
ANA Mª GONZÁLEZ APARICIO
VALLADOLID - ESPAÑA
COPENHAGUE
Todos los días leía el horóscopo. Directo a la sección de amor. La salud, el dinero, la familia y el trabajo le importaban una mierda.
Todas las mañanas recordaría el día que aceptó ese trabajo, esa vida. Esa hipoteca. Ese camino que tan fácil parece de trazar.
Todas las mañanas de diciembre vería pasar los mismos coches yendo a trabajar. Bajaría a comprar al mismo lugar y subiría de vuelta a la misma casa, a la misma puerta. Esa casa que cuarenta años le costó pagar
Nunca se paró a pensar en el futuro ahorro que en su vida supondría esa decisión. Ya nunca pagaría más adivinas, futurólogos o bolas de cristal.
“Dime, bola de cristal, ¿cuál será mi futuro? ¿Dónde estaré dentro de cuarenta años?”
“Estarás en el mismo lugar, en la misma silla, en la misma casa, en la misma ciudad” Decisiones que se toman, caminos que se van. Cuarenta años son muchos para volver atrás. Se mira al espejo y sólo ve una figura vieja, adusta. Y se muere por volver. A aquel tiempo, aquel lugar.
Y decirle: quédate.



Relato 1228 . 200 palabras
ANA Mª GONZÁLEZ APARICIO
VALLADOLID - ESPAÑA
POPOVERDOSE
Flotando por la inmensidad de la onírica llegó hasta un butacón de terciopelo rojo con remaches dorados. Un dormitorio victoriano con armarios de olmo y muebles con retorcidos añadidos lo envolvían. Había llegado. Podía dormir una inmensidad. En aquella casa. En aquella postura, en esa habitación donde el tiempo parecía detenerse. ¿Y si despertaba? Tomaría té con pastas, vestiría con traje decimonónico y debajo de la falda milhojas llevaría enagua, canesú y medias blancas. La gramola del fondo de la habitación tocaría un vals para ella. Y bailaría al fragor de los cristales de aquella lámpara de araña.
Despertó. Y el raso, el terciopelo, el cristal de bohemia y el vals desaparecieron. Pudo ver que llevaba una camiseta verde de lunares, una diadema de plástico de color rojo. Unas princesitas de algún otro color chillón. Chopin fue sustituido por… pero ¿qué demonios era aquello??
Abrió uno de los grandes ventanales para respirar algo de aire. Fuera, en el jardín de la casa, creyó encontrar unos hermosos setos de topiaria o un estanque con patos… En su lugar encontró una mesa de mezclas con dos oportunos djs disfrazados de robots. No cabía duda: era el infierno.
O quizá el mundo real.


Relato 1229 . 196 palabras
ANGELINES ALCALÁ LOMBARDO
MADRID – ESPAÑA
EL CONFITERO DEL BARRIO
Mis hermanas y yo hemos tenido la suerte de que nuestro padre fuera el confitero del barrio, por lo que nunca en casa ha faltado una tarta para un cumpleaños, unas pastas para la hora del café o unas magdalenas para el desayuno.
En bandejas delicadamente envueltas, la despensa se iba llenando de crujientes galletas rebozadas en miel o canela, saladitos rellenos de jamón o queso, olorosos hojaldres con toques de anís.
A veces, mi padre nos llevaba al obrador después del colegio. Allí, sentadas sobre los duros y ásperos sacos de azúcar, apoyadas contra la pared, esperábamos impacientes sus instrucciones, mientras él se iba atando el delantal, se lavaba las manos en el fregadero y encendía la radio.
Me gustaba ver el ritual que él había hecho durante tantos años: cómo derretía las onzas de chocolate al baño maría, la forma que le daba a los buñuelos con la manga pastelera antes de bañarlos en aceite hirviendo, cómo cortaba el bizcocho que iba a transformarse en una tarta…Yo pensaba que mi padre debía de ser un artista y él explicaba su habilidad diciendo: “Para poder dedicarte a esto, tienes que hacerlo con mucho amor”.



Relato 1230 . 189 palabras
ANGELINES ALCALÁ LOMBARDO
MADRID – ESPAÑA
FALSEDADES
La observo desde el otro extremo de la habitación. Está tan entretenida coqueteando con Max que ni siquiera se ha dado cuenta de que he llegado. Juguetea con su collar de perlas, mientras sujeta el martini con su delicada mano de uñas rojas.
Bebe de su copa, entorna sus ojos y mira soñadora la tenue luz de la ventana.
Cuando nos casamos no parecía tan feliz. Ahora es mucho más desenvuelta, como si hubiera encontrado su lugar en el mundo. Sus pendientes brillan como si fueran auténticos. Son los que le compré en nuestro último aniversario.
Está rodeada por los amigos que hemos atesorado durante años y que ahora tienen una marcada preferencia por ella. Cloe, sin embargo, por el que tiene más predilección es por Max, mi mejor amigo. Tanto es así, que aunque supiera que estoy en la habitación, no se comportaría con él de manera menos sugerente. Realmente de nada serviría que abandonara mi escondite tras una de las columnas de la entrada. Sin embargo, me quedo escondido y observo. Es una sensación extraña pero me consuela que al menos uno de los dos sea feliz.



Relato 1231 . 198 palabras
ANGELINES ALCALÁ LOMBARDO
MADRID – ESPAÑA
UN INSTANTE EN EL METRO
Tomé el metro en Callao. Conmigo se montó un chico joven que, sentándose en el suelo, se dispuso a continuar su lectura. Yo conseguí un asiento en frente de una chica mulata, que estaba leyendo un libro muy interesada: Héroes de papel. Cuando el asiento contiguo quedó libre, el chico aprovechó para sentarse a su lado.
Cada uno, disimuladamente, observaba lo que el otro leía. Cuando se sorprendieron mirándose, sonrieron. Entonces cada uno preguntó abiertamente al otro lo que estaba leyendo. Él le contó que era una historia sobre la República Dominicana y la miró examinándola. No, ella no era latinoamericana, más bien africana, por esa belleza cálida y sensual, pensé yo. Ella le contó que trabajaba en la Casa del Libro y que allí se lo habían regalado, que era una selección de cuentos. El asintió, sin saber que más decir y siguieron leyendo cada uno por separado. Cuando el metro volvió a parar, ella se incorporó. Tras titubear, él decidió seguirla. Saliendo juntos empezaron a hablar de nuevo, pero ya no oía lo que decían. Cuando el vagón de nuevo emprendió la marcha, alcancé a ver que salían juntos de la estación, sin dejar de sonreír.



Relato 1232 . 200 palabras
JORGE MARTÍNEZ MAEZTU
ILLESCAS (TOLEDO) - ESPAÑA
POLVO DE MUCHEDUMBRE
Mi mirada ausente trata de buscarte sentido. La gente que me rodea despoja tedio en el rostro. El suelo luce una suciedad añeja, tan aferrada a su superficie que son la misma cosa. En los cristales de las ventanas se refleja la inexpresividad de las miradas sobrevolando los cuerpos inertes.
La soledad y el sin sabor de lo cotidiano son un cóctel insípido, pero no inodoro. En el ambiente flota el aroma de los ácaros, el perfume rancio de la edad tardía mezclado con mil matices de razas y edades. El resultado sigue sin decirme nada.
Tenso mis músculos para sentirme vivo, aprieto las mandíbulas y busco desesperadamente algo diferente, una cara nueva, la expresión inocente de un niño, una mirada cómplice…pero me rehuyen, me evitan y no dejan de ignorarme ni un instante.
Mi mente no puede volar más allá de este envoltorio enmohecido. No puedo evitarlo, es un día más. Voy empaquetado, estandarizado, en serie, me siento como un tornillo en una interminable cadena de producción. Estoy atrapado por el polvo, somos muchedumbre y polvo en un lapso de tiempo absurdo y prefabricado.
Por fin mi parada, las puertas se abren.
Aire puro, vuelvo a ser libre.


Relato 1233 . 200 palabras
JORGE MARTÍNEZ MAEZTU
ILLESCAS (TOLEDO) - ESPAÑA
MI ETERNA DESCONOCIDA
La primera vez que supe de ti me di cuenta de que nunca te olvidaría. Con tan sólo trece años te quedaste en mi retina para siempre. Al pensarte corazón a galope, sudor en las manos, y una incómoda e inevitable sequedad de boca.
En muchos años nunca fui capaz de hablarte. Sólo en sueños podía encontrar las palabras y congeniar contigo. Otras mujeres trataron de conocerme, pero tu existencia me impedía ser sincero con ellas.
Necesitaba huir de todo, incluso de ti, del espejismo de ese amor platónico que llenó de espinas mi corazón para todo lo que no fueras tú. De repente estaba sentado en un puente, mirando el agua con el pensamiento latente de tu dulzura. Y en el agua el sueño hecho realidad, tu rostro reflejado a mi lado. En un instante se fundieron años forjando mi escudo.
El puente se llama Bonifacio, y desde entonces soy incondicionalmente feliz. Muchas veces me pregunto por qué han tenido que pasar tantos años hasta conocerte, cuando siempre habías estado ahí. En otras ocasiones me cuestiono si alguna vez llegaré a conocerte del todo, descubrir los recovecos de tu laberíntico corazón y averiguar hasta el último matiz de ti.


Relato 1234 . 199 palabras
JORGE MARTÍNEZ MAEZTU
ILLESCAS (TOLEDO) - ESPAÑA
EN TAN SÓLO UN SEGUNDO
Lo que tardas en tomar una decisión, el aleteo de una mosca, ya es un punto y a parte, no hay retorno. La vuelta atrás además de una cobardía sería susceptible de doble error. En el momento en que Matías divisó la gran montaña supo que conquistar su cima era su destino.
De poco sirvió que su mujer Tomasa le advirtiese del peligro, y le suplicase que no lo hiciera, que ya no era tan joven y que con una mujer e hijo tenía demasiadas responsabilidades para cometer esa licencia.
A punto de alcanzar la cima el peñasco donde apoyó su mano se desprendió. Mientras caía al vacío por un momento se sintió más vivo que nunca, pensaba que la adrenalina amortiguaría el golpe. Su último pensamiento por qué respondió a la llamada de la montaña, ahora Tomasa y su pequeño Sergio están solos.
No fue la cuerda vieja y astillada, no fue el mosquetón que por alguna extraña razón falló, tampoco fue el violento viento que hacía ese día. Fue tan sólo un segundo, lo que tardó Matías en tomar su decisión, en afrontar su destino. Ahora en su entierro todos le lloran y se preguntan por qué.


Relato 1235 . 186 palabras
ANTONIO MANUEL MORENO FERNÁNDEZ
ALCALÁ DE HENARES (MADRID) – ESPAÑA
ENFERMEDAD TERMINAL
No hace demasiado tiempo que fui consciente de mi problema. Al principio no quise creerlo, pero después de darle muchas vueltas en la cabeza no me quedó otro remedio que aceptarlo y afrontarlo con el mejor humor posible. Nadie, absolutamente nadie, se arriesga a concretar la fecha de mi muerte, simplemente se limitan a confirmarlo como un hecho seguro, pero no están dispuestos a pillarse los dedos. He consultado todo tipo de médicos, personas entendidas en diversas materias, curanderos e, incluso, filósofos, pero ninguno de ellos me dio una respuesta exacta. Con lo cual, he tomado la decisión de hacer un esfuerzo para aprender a vivir con esta enfermedad que me ha tocado en suerte y sacar buen provecho y disfrute de cada minuto de los que aún me resten. De todas las personas consultadas nadie conoce alivio ni remedio para este mal, simplemente insisten en que hay que luchar por llevarla dignamente y con la cabeza fría y en su sitio. Sé que voy a morir (aunque espero que sea con una sonrisa en los labios) Padezco una enfermedad terminal a la que llaman vida.


Relato 1236 . 98 palabras
JUAN CARLOS SÁEZ RUIZ
BARGAS (TOLEDO) – ESPAÑA
VERDES
Como el prado he vuelto a ver sus ojos: verdes. Me volví a asomar a ellos después de tanto tiempo, y los encontré frondosos, profundos, radiantes bajo el Sol después de haber desaparecido todas sus tormentas. Por fin dejó de llover, antes cuando hablábamos solo había lluvia y más lluvia salada. Hoy soplaba un viento diferente, era fresco, traía consigo una nueva esperanza.
He sonreído de nuevo al verla… sonreí por dentro. No la abracé. Respiré. Pensé:
- ¿Desde qué ojos contemplaré la próxima tempestad? ¿De qué color serán? – Y mientras, mi mente dibujaba esa sonrisa que he ocultado.


Relato 1237 . 134 palabras
ALMUDENA FERNÁNDEZ DEL CAMPO
MADRID – ESPAÑA
EL JUICIO
El Juez absolvió a René Nouvellet en su juicio contra sí mismo.
Lo cierto es que la cromática de sus obras resultaba sospechosa y la temática inquietante. No obstante, había un trasfondo muy personal, una carismática pincelada muy difícil de imitar…
Los Nouvellet se cotizaban alto, lo que había convertido el juicio en una suerte de circo mediático. El fallo tenía que ser certero. Irrefutable. Para ello se convocó a los mejores expertos en la materia.
Tras el veredicto, a su abogado le costó convencer a René de que no merecía la pena impugnar el juicio. La sentencia era tajante: el artista padecía una disociación de la personalidad tan severa que cada obra que realizaba creía que era un plagio.
René, sin embargo, estaba convencido de que él no podía ser tan buen pintor.



Relato 1238 . 190 palabras
JUAN CARLOS SÁEZ RUIZ
BARGAS (TOLEDO) – ESPAÑA
ENCUENTRA UN BUEN VINO
Eva tiene de nuevo el corazón en un puño. Es la sexta vez desde la estación otoñal, desde que abandonó a Adán porque había achicado su espacio y no le completaba lo suficiente como para conseguirse ver realizada. Y desde entonces sale de vinos, o quizás fue antes, convirtiéndose el vino en la nueva fruta prohibida del paraíso postmoderno.
- Eva, el buen vino se descubre disfrutando. – le digo siempre.
El buen sumiller comienza por la fase visual, apreciando todos los matices del color. Continúa en la fase olfativa, a copa parada, posteriormente a copa agitada, registrando cada uno de los cambios, cada una de las diferencias, para terminar con la fase gustativa. La importancia de la entrada en boca, el degustar su cuerpo aprovechando el contacto con toda las partes de la cavidad y posteriormente tragarlo, sentir intensamente el gusto en presencia y en ausencia.
- Pero sobre todo, no te olvides de disfrutar mientras lo pruebas.
Y ella me llama de nuevo. Vuelvo a escuchar por teléfono su voz desdichada, y me la imagino sentada, agarrando como siempre su corazón muy fuerte. Y le pregunto:
- ¿Te has vuelto a emborrachar?



Relato 1239 . 185 palabras
JUAN CARLOS SÁEZ RUIZ
BARGAS (TOLEDO) – ESPAÑA
DEL AMOR, EL CAOS Y LAS COSAS ASÍ
La romántica idea de la causalidad y el determinismo en el amor es categóricamente utópica. Pero nadie se resiste a soñar con ella. Cuando el amor entra en casa todo cobra sentido, todo lo que ocurre parece ser resultado de aplicar la ecuación diferencial del amor. Pero ¿alguien cree que con el amor viene el caos?
El caos es simplemente la expresión de la indeterminación, el conjunto de circunstancias imprevisibles, desconocidas, y que se deben a esa parte del iceberg que permanece oculta bajo el agua. Estimar las condiciones de contorno con la suficiente precisión como para prever los resultados es improbable en ecuaciones intrínsecamente no lineales por naturaleza.
El amor se desarrolla en el caos, y no podemos ser tan ilusos como para creernos capaces de determinarlo. Cuando dejamos que el amor entre en casa debemos estar dispuestos a dejar entrar el caos. Y el caos habitualmente planta árboles, y los árboles crecen y es entonces cuando desenfundamos las tijeras de poda, y hacemos como Guillermo de Ockham, porque la sencillez y el buen arte del hortelano hacen posible el orden en el caos.


Relato 1240 . 199 palabras
CARLOS CENTENO LAIRET
CARACAS - VENEZUELA
ESCUELA EN SAN ANTONIO
Somos varios aquí sobre el cemento. Tengo la esperanza de que alguien me lleve de este infierno, al fondo del pozo, donde nadie respira. Pero nadie viene. Y hoy de nuevo la comida es la misma. Siempre ha sido la misma; un mazacote de carnes pastosas, agrietadas, con quebradas de sangre marrón.
Y así pasan las noches y los días, como dos colores distintos. Uno de ellos ruidoso y el otro bajo un silencio que solo me recuerda el pasar del ruido.
A mi mamá se la llevaron y mi papá solo servía para montarse encima de ella. Vivíamos en casa de una familia con vajillas de plata y pisos de baldosas marrón, marca Balgres. Mi mamá cuidó la casa hasta que se metieron y le propinaron un balazo en el cuello. Trato de decir algo mientras su voz nadaba contra la marea hemorrágica. Pienso en eso cuando nos entrenan para proteger. Se que no voy a terminar como mi mamá.
Nadie nos saca de aquí.
“Y, por eso: qué tristes viven los niños
en las casas de cartón...
Usted no lo va a creer
pero hay escuelas de perros y les dan educación”
Techos de Carton
Ali Primera


Relato 1241 . 189 palabras
CAROLINA SALAS DE LA MAZA.
SANTIAGO - CHILE
ABARATANDO COSTOS
Soy esquizofrénica. Bonita forma de comenzar este escrito ¿no les parece? La realidad es que no me interesa mentir a estas alturas de mi vida, la crisis del middle age será o quizás no, quién lo sabe. Una situación me incomoda y es que quieran despojarme de mis maravillosas y cruentas alucinaciones ¿Quiénes son ellos? Los doctores que me escuchan y realizan tontas preguntas, previo recetario de una serie interminable de medicamentos que me quitan la conciencia; vaya, no lloraré sobre la leche derramada, no soy débil tampoco fuerte, mas necesito de mis ilusiones que no son tal; todos confabulan en mi contra y los eliminaré uno por uno, claro está que debo engañar a los de las batas blancas y no ingerir sus suculentas dosis de pastillas ¿Lo lograré? No lo sé. De lo único que estoy segura es que moriré en el intento, sino ¿para qué existir? He dicho, lo que afirmo es ley, que se cuide aquél que se haya burlado de mi condición, estaré fresca y lúcida en mi revancha, que ya estoy preparando, esto se pondrá feo, señoras y señores, que comience la función.


Relato 1242 . 149 palabras
ERIC VELÁZQUEZ AHUMADA
XALAPA (VERACRUZ) - MÉXICO
EL CAZADOR
Yo te persigo aún sabiéndome un cazador urbano; tú te has empeñado por la omisión sistemática de mis trampas. Hace poco has esquivado mi obra maestra. ¡Con qué desenvoltura y garbo te has librado del pozo cavado en noche de insomnio! Mudo espiaba balanceándome en la cuerda floja.
No sé cuándo, ni cómo cayeron dos jovencitas de no más de diecisiete años: rubia y morena en pescadores y descalzas; ¡bellísimas! No soy estrictamente monógamo y me quedé con el par para el desayuno.
En los días siguientes me entretuve meditando aquel “espejo mágico” sin más resultados que un bodrio de bisutería. Iba a tirarlo cuando me percaté que las Mujeres de Argel se habían instalado ya cómodamente en casa y preparaba lindas y alegres la cena.
Desde entonces llevamos una vida tranquila y placentera. A veces, al verte pasar, te presiento espejismo laberíntico y vórtice retrocesivo de lampos fantasmagóricos.


Relato 1243 . 71 palabras
VANESSA ARIZO LUQUE
PUÇOL (VALENCIA) – ESPAÑA
NIEBLA
Se descubrió sintiendo una intensa niebla. No podía prever lo que encontraría al siguiente paso. Al girar la próxima esquina. Mañana por la tarde. Tras la última decisión.
Acertó al pensar que, igualmente, le difuminaba a la vista, tornándole imprevisible en el siguiente paso, al girar la próxima esquina, mañana por la tarde o tras la nueva decisión.
Resolvió que su situación no era, al fin y al cabo, tan desafortunada.


Relato 1244 . 196 palabras
ANA KARINA SANTOS CHACÓN.
LOS TEQUES (ESTADO MIRANDA) - VENEZUELA.
ORO LÍQUIDO
La guerra se había iniciado, esta vez la lucha no era por el poder, era por obtener el oro líquido que garantizaría la vida y subsistencia de los humanos en la tierra, pues el “oro”, como mi madre me lo relató una vez, no era más que un líquido cristalino, incoloro y sin sabor, que encerraba los secretos de la naturaleza, gracias a ella, crecían alimentos en las tierras, existían animales y nosotros, los últimos humanos de este planeta, lográbamos sobrevivir.
Y así fue como empezó la batalla entre los pueblos para adueñarse de la fuente mágica, un foso de agua, el único que aún no se había secado, y que en épocas antiguas nuestra civilización le llamaba lago. En una de las áridas noches de luna, mi madre me contó como los hombres acabaron con el único hogar que tenían y como pudieron sobrevivir a la enfermedad llamada “sed”, que sólo se curaba con el oro líquido, mientras que la vida desde ese entonces, dependía de hallar manantiales en la tierra.
Llegó el amanecer, todos los hombres de nuestra tribu salieron con sus filosas armas, a pelearse con otros por el oro que nos salvaría.


Relato 1245 . 125 palabras
MARTA INFANTES BENÍTEZ
MÁLAGA - ESPAÑA
UN PEQUEÑO SELENITA
En mi temprana infancia miraba la luna cada noche, acercándomela con la mirada. A veces cogía una regla y medía su diámetro a distancia de modo que también podía luego calcular su radio, otras veces le ponía un muñeco debajo y lo convertía en santo. Poco a poco la luna se fue haciendo mi amiga y por las noches me seguía a todas partes, sólo bastaba con inclinar la barbilla hacia el cielo para poder contemplarla. Algunas noches las pasaba en silencio para poder escuchar la música que la luna componía y cuando se dejaba ver acompañada de cientos de estrellas era porque nos dejaba ver a toda su orquesta tras la función. Muchos eran los secretos de la luna, pero yo, los conocía todos.


Relato 1246 . 154 palabras
MARTA INFANTES BENÍTEZ
MÁLAGA - ESPAÑA
ACCIÓN
Desde que desperté tengo la ligera sensación de estar aún dormitando; mis recuerdos están enredados entre batas blancas, luces pálidas y un sillón que hay en frente de mi cama. Intento abrir los ojos, parece que debo apropiarme nuevamente de una frecuencia rítmica del parpadeo. Cada vez hay más personas a mi lado, son médicos. Quizá haya sufrido un accidente, quizá un infarto de miocardio, quizá una operación a vida o muerte, quizá simplemente apendicitis. Una enfermera con su vestido arrugado, con esas líneas que denotan haber estado sentada largo tiempo, semejantes a las de una frente anciana, me llama criminal, y mi cara cobra el color blanco de su vestido. La enfermera del vestido arrugado ata mis manos con correas a los laterales de la cama y saca una jeringuilla rellena de un líquido transparente. Solo tardo unos segundos en darme cuenta de lo ocurrido, soy un actor, pero a veces lo olvido.


Relato 1247 . 151 palabras
RAHAMANI AÑEZ CORONEL
LOS TEQUES - VENEZUELA.
LA HOJA
El Arte es largo y breve el Tiempo. (Charles Baudelaire: La Mala Suerte) Terminé el trabajo, organicé las hojas y el calor sofocante en aquella tarde veraniega me llevó a abrir la ventana. El viento entró en la habitación y causó estragos: las hojas volaron. Algunas tocaron el techo, otras alcanzaron la lámpara y las de menor peso aterrizaron en el suelo —ninguna sobre el escritorio—. La más importante, pequeña nota donde subrayé cita con Sara, escapó por la ventana. Con un brazo me sujeté al marco de la ventana, cerré los ojos y con más fuerza estiré el otro brazo. Saqué mi cuerpo a la mitad, craquearon mis huesos y expulsé de mi boca un tren de la más abierta de las vocales: “aaaa…” Intenté alcanzar la hoja como se intenta alcanzar a la mujer que huye con nuestro corazón. Siempre pierdo en el amor. No pude alcanzar la hoja.


Relato 1248 . 95 palabras
LUIS MIGUEL AZANZA LADRÓN
MADRID – ESPAÑA
DE DISTANCIA, 80MM
Desde la pequeña ventana que da a Gran Vía recorre el paseo en pupila gris. Algo parecido a vestido en Re bemol le llama la atención entre tanto gilipollas. Dispara y la captura. Dispara y el Ducados. Revela el blanco y negro de las nalgas coloradas a punta de billetera. Guiña al observarla, humo en la mirada. Carlos, tu foto de portada; sin besos en la boca ni despedidas. Cuelga y cobra. Recoge, apaga y baja. Pasea en Do sostenido mientras desde la pequeña ventana que da a Gran Vía le recorren en pupila gris.


Relato 1249 . 188 palabras
LUIS MIGUEL AZANZA LADRÓN
MADRID – ESPAÑA
RUBENENCIAS
Pasea en rayban con gris. Zapatillas marrones en piel de peluche y goodyear. Chulo. Moreno y en vaqueros. En pequeño caminar, decidido en paso corto; a zancadas, si fuera un cómic. Y se acaricia. Las manos. Con ternura graciosa, casi de perfil en plano medio. Media mueca en la boca, apenas un jugoso respingo que le ayuda a empezar a hablar. Habla en seguro del baile irlandés. Y entonces recuerda y brinca. Se levanta en sus caderas, recto, fino. Apenas desliza un pie en el aire. El otro y los dos. De nuevo suelo. Posado a cuarenta y ocho fotos por segundo. Sin flexión, eleva en golpe la cabeza. Entonces ríe; y se pasea. Se expresa calmo exuberante calle Ruiz arriba recorren sus tobillos dirección Café Las Musas. Charla sobre firme y razona sobre charla. Por eso sus ojos. Se pasean en marrón oscuro, ennegrecen en el centro y queda silente la pupila. Por un momento sus labios deshacen palabras mudas. Apenas tres. Y se desliza el tiempo por los hombros, descalzo entre las corvas, susurrando cada gesto en la muñeca. Desatiende sosegado.
Y besa.
Y respira; luego.


Relato 1250 . 89 palabras
LUIS MIGUEL AZANZA LADRÓN
MADRID – ESPAÑA
ZAMUDIA
Zamudia queda lejos tomando como prioridad la línea recta que cruza el océano prohidrólico. Sin embargo, la embarcación decidió ruta norte sin percatarse de la falta de agua. Una lástima, dijo el capitán al hacer tierra la quilla en lo hondo del retrete, probaremos por el sur. Catorce marineros y dos grumetes salieron despedidos en número impar a levar anclas y arriar velas. Cuatrocientos quince minutos más tarde, la costa de Zamudia les saludaba en golpe sordo. Hemos llegado, sentenció el capitán.
El naufragio fue precioso. La comida, excelente.


Relato 1251 . 200 palabras
SERGIO ANDRES MARENTES OTALORA
BOGOTA - COLOMBIA
EL HOMBRE QUE CAMINA SOBRE SÍ HACIENDO ARTE
Justo después de escuchar de esos labios enmarcados con entorchados bigotes engomados por el sudor, que cuando se le acabaron las ganas de seguir en busca de anónimos dueños de paredes, portadoras orgullosas en silencio de sus obras de arte, sin refunfuñar por los clavos atravesándole los intestinos, cuando la humedad de los lienzos por la culpable mezcla de color se escabulló al más allá y los inocentes pinceles sin marca, sin mancha, sin usar, seniles ya, de vírgenes querer estar se oxidaron; sin temores ni remordimientos de prestigioso artista creador se dispuso, haciendo grandes esfuerzos para no pisotear con rudeza sus creencias, con suficiente agilidad para no maltratarse en demasía, con inmensas ansias por poco infantiles, de pintar sobre lo ya pintado, de crear sobre su propia creación, ese sublime instante registrado en los anales de la historia cuando de la creación agonizada, perfecta, se termina por hacer una Eva de una escéptica costilla curvada. Caminar lo caminado divisando paisajes familiares ya para la retina inmortal y así, terminar por aprender a ver lo que no se debe hacer cuando se acaban los vírgenes lienzos pacientes; justo después, me volví arte suyo, mezclado con mi cuadro bajo el brazo.


Relato 1252 . 188 palabras
HAROL GASTELÚ PALOMINO
LIMA - PERÚ
MÓVIL
Luz abrió los ojos. Debajo de la almohada, el móvil vibraba como una abeja gigante. Era Marfe. ¿Hola? Eran las tres de la mañana. Escuchó un sollozo. ¿Qué hacía despierta mientras todo el mundo dormía? ¿Había terminado con Rodrigo? Alégrate, ese tío no valía la pena. Ya encontraría otro mucho mejor. El círculo de luz fosforescente dejaba vislumbrar la enorme fotografía en blanco y negro de Marilyn Monroe que colgaba de la pared del frente. Se alisó los cabellos, arregló la tira de su bata. ¿A esta hora? Ni loca, mi mamá me mata. Tómate una pastilla, duerme, pon música suave. Mañana despertarás como nueva. Marilyn con ese ridículo calzón al aire. Si se tomara ahora la foto, se pondría un hilo. Marfe seguía lloriqueando. No eres la primera ni serás la última, amiga. ¿Tú crees que dándole lástima volverá? ¿Para que te lo haga de nuevo? No seas tonta, amiga, olvídalo. Mañana hablamos. ¡Matarse por un estúpido! ¿Acaso era el único tío del mundo? Se buscaría otra, sería como si nunca hubiese existido. La llorarían un año, después la olvidarían, las flores se marchitarían en su tumba.


Relato 1253 . 177 palabras
HAROL GASTELÚ PALOMINO
LIMA - PERÚ
EL RELOJ
Lo compró mamá muchos años antes de morir. Le cambiaba sus pilas cuando estas se agotaban. Le quitaba el polvo. Siempre estaba con la hora oficial. Cuando mamá murió, se quedó colgado allí, en la pared de la cocina. Un día se quedó con las manecillas congeladas a las cuatro y cuarto, casi la misma hora de la muerte de su dueña. Pasaron un poco más de tres años. Papá se acordó del reloj de plástico amarillo y números dorados que había pertenecido a su mujer. La muerte le soplaba en las nucas. Lo colgó frente a su cama después de cambiarle las pilas. Le muerte llegó y el reloj se quedó colgado allí, frente a la cama vacía de papá, marcando las horas, el paso del tiempo, de los días, de los meses. Un día me acordé de ella y fui a buscarla: estaba tirada en el suelo, media deshecha. Había perdido las manecillas. Me la llevé. Le puse pilas nuevas. Ahora la tengo frente a mi mesa, haciendo tic tac, pero sin marcar el tiempo.


Relato 1254 . 157 palabras
HAROL GASTELÚ PALOMINO
LIMA - PERÚ
EL FANTASMA
Mi abuelo se dirigía al pueblo una madrugada. Estaba llegando al río y vio a un hombre que iba y venía como tanteando el agua para cruzar o no al otro lado. Al abuelo se le escarapeló el cuerpo. Sabía que los fantasmas le tenían miedo al agua. Continuó su marcha, pronto amanecería, tenía que estar en la ciudad a primera hora. Saludó al hombre. Este le contestó con una voz que no era de este mundo. Le pidió que lo ayudara a cruzar al otro lado. No te voy a hacer nada, le dijo. El abuelo aceptó. De un brinco, el fantasma montó en sus hombros. Pesaba menos que una pluma. Se metieron al agua. Cada vez que el abuelo trastabillaba en alguna piedra resbalosa, al fantasma le castañeaban los dientes. ¡Al fin llegaron a la otra orilla! El fantasma saltó a tierra, le dio las gracias y con paso apurado se dirigió al cercano cementerio.


Relato 1555 . 32 palabras
MARTÍN PABLO GÓMEZ ESCRIBANO
OLIVOS (BUENOS AIRES) - ARGENTINA
CUCARACHA
Con infinito horror, gritó al sentir las patas en su pie derecho.
Después de un movimiento involuntario, y al ver el cuerpo aplastado contra su muslo, con infinito horror, volvió a gritar.


Relato 1256 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto. No envía el documento adjunto




Relato 1257 . 134 palabras
OBANDO FLORES LUGO
MATURÍN - VENEZUELA
ANGUSTIA Y SUEÑO
Había quedado solo en la casa dedicándose a leer, desahogando la angustia de esperar por su hijo, fiesta en el pueblo, noche de farra.
Agotado por la mezcla de cansancio y temor salió al patio a aspirar la suave brisa que le dejaba el campo, calmante de sus penas.
Viudo hace cinco años, hija mayor escapada con una barriga llena y adolescente inquieto queriendo explorar la vida sin la experiencia de los años.
Escucha al fondo perros aullando, aves de mal agüero le crispan el cuerpo. Vuelve a la casa, tropieza con algo. Intenta asirse a la ventana, mas solo alcanza el borde de la alacena…, envases, cubiertos, platos y vasos al suelo. Un estruendo escucha, cae la lámpara y resbala.
Tendido y ensangrentado queda.
Papá, papá, despierta, te quedaste dormido en la puerta.


Relato 1258 . 151 palabras
OBANDO FLORES LUGO
MATURÍN - VENEZUELA
COCA-COLA POR TÉ
Justo al salir de la función de cine, ella le pidió que le llevara a comer en algún sitio del centro. Al sentarse a la mesa le trajeron el menú dudando escoger entre una paella de mariscos, salmón ahumado u otra delicia de mar, sin decidir igual, cual fémina al preferir, “Quién quiere ser millonario”, “La historia de Benjamín Button” u otra película más.
Pasaron treinta minutos y llamaron al mesonero para solicitar alguna sugerencia. Ya exasperado el señor por la indecisión y luego de borrar varias órdenes por fin escogen.
¿Y qué desean de tomar?, un buen vino, cerveza, escocés en las rocas, jugo de cereza, manzana o fresa.
Vuelve ella preguntar, ¿tiene té señor? Si, tenemos té.
Visión profunda, ensimismada, pensamientos gastronómicos, combinación de frutos marinos con bebidas sublimes que permitan cerrar una tierna noche en gran pantalla con una cena frugal.
Este…, bueno, tráigame entonces una coca-cola.


Relato 1259 . 169 palabras
OBANDO FLORES LUGO
MATURÍN - VENEZUELA
FRIJOLES GERMINADOS
Jesús y Manuel tomaron el ferry para la isla, no sin antes empacar una cava con hielo y cerveza que consumirían durante cinco horas de travesía.
Una vez arriba en cubierta ya se habían tomado cuatro cada uno y los síntomas de alegría se incorporaron en la conversa, football, trabajo, política y mujeres.
Oiga compadre, ¿qué te parece hablar mal del gobierno? ¿Qué más queda Manuel? Es viernes por la noche, nadie nos espera y muchas cervezas quedan.
A mitad del camino se acabó el hielo, compraron más en el bar y siguieron la juerga con pool en el barco, toda la diversión a cuestas.
Llegan a la isla, cada uno veinticuatro cervezas “puestas”.
Tengo hambre Jesús, vamos a un restaurante chino que un arroz frito caería fino. Degustaron también con lumpias y low – mein, quedándose a dormir en un sencillo hostal.
3 AM, despierta el primero vomitando en el baño. El segundo le sigue con la cabeza estallando: “Caramba compadre, creo que los frijoles germinados nos hicieron daño”


Relato 1260 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto. No envía el documento adjunto



Relato 1261 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo


Relato 1262 . 176 palabras
FRANCISCO LÓPEZ CASTRO.
VIÑA DEL MAR - CHILE.
FEO
Juan estaba parado frente a la puerta del departamento. Una gota de sudor frío recorrió su frente. No estaba seguro si debía entrar, pues podía resultar una broma más, pero la invitación fue de su amigo Nacho a quien le tenía mucha confianza. En ese instante recordó la conversación.
- Llega esta noche a la dirección en el papel disfrazado de luchador. De lucha libre mexicana con máscara y todo.
- ¿Es muy importante la máscara? se que soy feo, pero tengo mi orgullo. Ojalá sea una fiesta de disfraces y no una broma.
- Compadre, no es una broma, es más - se acercó y bajo el tono de voz - tómalo como un regalo de cumpleaños. - concluyó a la vez que guiñaba un ojo.
Juan seguía parado frente a la puerta. Decidido, se puso la máscara y tocó el timbre. Una mujer bastante atractiva abrió la puerta y al verlo gritó hacia adentro.
- ¡El vedetto!
No supo como, pero pronto se vio rodeado de diez mujeres que le gritaban piropos y tocaban su cuerpo.
Se sintió como un dios.


Relato 1263 . 164 palabras
FRANCISCO LÓPEZ CASTRO.
VIÑA DEL MAR - CHILE.
EL PUENTE
Viviana leía una carta de Luís:
“... nuestra relación era un puente de roca: fuerte y resistente. Cuando te fuiste el puente se debilitó y cuando yo muera el puente morirá conmigo...”
- Otra vez con la tontera esa - Viviana arrugó la carta y la tiró. Una semana después leería una segunda carta.
“...me imagino que botaste la carta al llegar a la parte en que muero, así que ahora continúo. Te recuerdo también cuando te acostaste con ese mal nacido de Juan, aquel ser que tanto odiaba y aborrezco ahora aún más...”
- Ahora lo de Juan - Viviana quemó la carta. Paso algún tiempo más y llegaron tres cartas consecutivas con diferencia de una semana cada una. La primera decía: “El puente se debilitada”. La segunda: “El puente se resquebraja”. La tercera “El puente se derrumbó”.
Hirviendo decidió terminar con el juego. Tomó el teléfono:
- ¿Esta Luís? - dijo con voz firme.
- Hola Viviana, hablas con su madre. Luís nos dejo: ayer se tiró de un puente.


Relato 1264 . 67 palabras
FRANCISCO LÓPEZ CASTRO.
VIÑA DEL MAR - CHILE.
SOMBRAS
Las sombras largas y afiladas aniquilaban a las pequeñas con ventaja abrumadora. Cerca del final el sol se movió y las que eran pequeñas se multiplicaron tornándose largas y afiladas recuperando el terreno y aniquilando a sus enemigas. Cuando la victoria era inminente el sol se ocultó y ambos bandos cayeron. No hubo ganador y al otro día empezaría una nueva batalla, había que romper el equilibrio.


Relato 1265 . 197 palabras
ANA KARINA SANTOS CHACÓN.
LOS TEQUES (ESTADO MIRANDA) - VENEZUELA.
LA LLEGADA
Ana sabía que en un abrir y cerrar de ojos su vida cambiaría por completo, nerviosa y con el corazón a punto de explotarle en su boca, se enrumbó en un taxi a enfrentar su destino, el conductor, un hombre de unos cincuenta años la miraba fijamente por el retrovisor, sin atreverse si quiera a mencionar palabra alguna. Hasta esa madrugada de marzo, la chica jamás se había percatado de un amanecer, del olor de la tierra húmeda por el rocío y de lo cómoda que hasta ese momento le había parecido su cama.
Llegó puntual a las 6 Am, unas chicas vestidas de blanco le recibieron en la entrada, al verlas, Ana saco de su bolso un sobre con el dinero acordado, firmó unos papeles, la llevaron a un cuarto, le pidieron que se quitase su ropa y colocase una bata de papel, luego sintió un pinchazo y zas…no recordó nada más.
Una hora después, al abrir los ojos, vio junto a ella a una chica que le decía: - ¡es un niño y está muy sano!, - Ana, vio a ese pequeño ser, lo tomó de la mano y le dijo: -bienvenido, juntos conoceremos el mundo.


Relato 1266 . 151 palabras
ANA KARINA SANTOS CHACÓN.
LOS TEQUES (ESTADO MIRANDA) - VENEZUELA.
RENACER
Nadie lo podía creer, como en tan poco tiempo la salud de Eneida se había vuelto quebradiza, así sin más, luego de una asombrosa recuperación de un cáncer pulmonar, cayó de nuevo en las manos médicas con un fulminante tumor en su cabeza, que minó sus recuerdos y su vida.
Tres días fueron suficientes para que mi amiga decidiera partir, aún sin haber conocido el amor o la felicidad verdadera, el único consuelo para todos es que abandona este viejo traje gastado y enfermo llamado “cuerpo”, para renacer en otro sano y fuerte que le permita tener nuevas experiencias en esta escuela llamada vida. Como las encarnaciones son cíclicas, hoy te vas, dejas un vacío, pero pronto, en el momento más inesperado, vendrás a nosotros renovada, con una nueva conciencia y te reconoceremos en la mirada de un nuevo ser que le dice a la vida: Vengo a intentarlo de nuevo.


Relato 1267 . 86 palabras
JAHAZIEL DAVID TORRES SANTIESTEBAN
HIDALGO DEL PARRAL (CHIHUAHUA) - MÉXICO
DESENCUENTRO
Yo tenía muchas ganas de ir y encontrarme con ella, y sé que ella también deseaba encontrarse conmigo, en ese lugar que el destino nos tenía preparados.
Pero surgió algo de última hora y no pude ir, no fui, me quedé en casa al igual que ella. Ninguno de los dos acudió a nuestra cita, las cosas de la vida nos distrajeron de lo mucho que deseábamos encontrarnos casualmente por primera vez, y esa es la historia… de como nunca la conocí ni ella a mí.



Relato 1268 . 14 palabras
JAHAZIEL DAVID TORRES SANTIESTEBAN
HIDALGO DEL PARRAL (CHIHUAHUA) - MÉXICO
MENTIRAS QUE MATAN
No debes preocuparte, no te mataré, no soy un asesino, sólo soy un mentiroso.


Relato 1269 . 193 palabras
JAHAZIEL DAVID TORRES SANTIESTEBAN
HIDALGO DEL PARRAL (CHIHUAHUA) - MÉXICO
FINA CAMISA DE SEDA
“¿Qué tienes planeado hacer hoy?” le preguntó la joven al hombre mayor mientras lo veía calzarse una fina camisa de seda, “Planeo encontrarme con alguien” respondió él con la mirada perdida. El horizonte resplandecía en la ventana detrás de la cama donde la joven yacía recostada, cubierta sólo con una ligera sábana blanca que acentuaba su contorneada figura, se asemejaba a la estatua de una diosa griega. “¿Y tú?” le preguntó él, “yo… se supone que me encuentre con mi padre, no lo he visto desde niña, él y mi madre se separaron hace mucho tiempo”.
Él fue al baño, y cuando ella se disponía a salir silenciosamente del apartamento se oyó un fuerte estruendo, corrió hasta el baño y descubrió al hombre mayor tirado en el suelo, inerte, con su fina camisa de seda manchada de sangre y sus sesos desparramados por todo el lugar. Se acerco hasta su lecho y leyó incrédulamente la pequeña nota en su mano, luego tomó el revólver y acabo con su vida.
En dos extremos opuestos de la ciudad un padre y una hija esperaron durante horas a que dos muertos acudiesen a la cita acordada.


Relato 1270 . 184 palabras
BEATRIZ IBÁÑEZ MORENO
TOLEDO - ESPAÑA
NOSOTRAS
La vi pasar, no me esperaba. Yo no entendía porqué me hacía aquello. Yo siempre había estado allí para ella, yo me había entregado. Creo que nunca la decepcioné, ¿o sí? Es algo difícil de saber. No sentía que fuera así, pero pudo haber momentos de debilidad, que mi memoria ha borrado. Pero quizá ella sí los recuerda. Siempre hemos estado juntas, jamás una separación, y ahora, ¿qué pasaba? Qué buenos momentos juntas. Sólo recuerdo ratos buenos, unas veces solas, otras rodeadas de gente, de paisajes, de amor, de fantasías, de realidades. Pero siempre hacia delante, con cientos de caminos que tomar, eligiendo unas veces con cuidado, otras sin pensar. Llenando nuestros corazones de sensaciones, de ganas de flotar y verlo todo desde arriba. De gritar. Todos los recuerdos se agolpan en mi memoria, luchando por salir, luchando por hacerme disfrutar de nuevo de aquellos momentos, que siempre estarán ahí. Jamás desaparecerán, porque fueron vividos con intensidad, y por eso, no dejarán de existir. Le doy gracias por haberme llenado de tantas cosas. Ahora no me espera. Pero es normal. La vida pasa, pasa….


Relato 1271 . 147 palabras
BEATRIZ IBÁÑEZ MORENO
TOLEDO - ESPAÑA
EL RINCÓN DE LA NIEVE
Todo a su alrededor estaba blanco. Un gran manto cubría lo que había encontrado a su camino, en una noche fría, pura. La belleza era extrema, algo difícil de imaginar sin previamente haberlo visto. Cómo y cuándo había sucedido no era importante, ni siquiera pasó por su mente encontrar una respuesta. Simplemente, estaba allí, contemplándole de la misma manera que él le devolvía la mirada. Dos realidades tan distintas unidas por aquel momento de mutua observación. Los sonidos a su alrededor eran lejanos, cubiertos de barreras que les impedían llegar en su total desarrollo. Le embargaban inmensos deseos de abrazar lo inabrazable, de abarcar para siempre lo inabarcable. El único modo de retenerlo era absorberlo con la mirada, grabarlo en su memoria, a través de la cual, perduraría para siempre. Fue en aquel momento cuando recordó. Recordó que aquello, esta belleza indescriptible, era fruto de su ceguera.


Relato 1272 . 140 palabras
MARIANO MONGE JUÁREZ
ELCHE (ALICANTE) – ESPAÑA
NOTICIA DE LOS LIBROS COMESTIBLES,
una historia suspirada en hechos reales
De repente, se escucha la noticia:
“ACABÓ EL HAMBRE EN EL MUNDO”
Incrédulos, conocemos que una multinacional editorial ha lanzado al mercado el producto más revolucionario de la historia: los libros comestibles.
La población mundial disfruta de Kant en bizcocho, de Madame Bovary al gazpacho andaluz o de Newton con verduras. Las bibliotecas son multitudinarias. La gente descubre la textura de los quesos según la poesía Tang o el teatro lorquiano. Se inundan las librerías de amas y amos de casa, que cargan con páginas de tomate o pimienta. Las bibliotecas no cierran por la noche, y sus bibliococineros redactan cartas: primeros de Borges, segundos de Dostoievski y postres psicoanalíticos.
La comida rápida se dignifica con haykus de fruta y microrrelatos de palmito para tomar entre horas.
Por fin, leer nos hace doblemente felices.


Relato 1273 . 170 palabras
ALICIA GONZÁLEZ GARCÍA,
GIJÓN (ASTURIAS) – ESPAÑA
PALABRAS VIAJERAS
A la hora de descifrar mi futuro, de poco me sirven mis viajes por el mundo atesorando huellas en mi ser; ya que cada nuevo encuentro resulta diferente y desconcertante. Mientras unos me buscan con angustia, me eligen, posan en mí sus manos y me acarician con devoción durante todo el tiempo que dura nuestra relación, confiados en regresar a mí siempre que me necesitan; otros, en cambio, cuando nos conocemos por casualidad o a través de alguien que favorece el encuentro, alaban mi aspecto e incluso se atreven a olerme; pero su amor es efímero y me abandonan ante la primera exigencia de tiempo o comprensión. Los más me atesoran, me lucen en sus casas; aunque jamás penetran en mi interior, desprecian mi esencia, mi sentido, a veces creo que temen lo que escondo. Cuando tales seres te atrapan, un pensamiento único golpea: ojalá me preste a alguien que realmente me desee y olvide devolverme, ojalá me libere para siempre de vivir en esas estanterías tristes y sin vida.

Relato 1274 . 59 palabras
MAX MENDIZÁBAL PÉREZ.
MÉXICO D.F. - MÉXICO.
AMOR URBANO
Presuntuoso dentro del automóvil, la observa. En ningún momento despega su mirada de la mujer.
Ella sonríe sin separar los labios del popote* conectado al refresco.
Forman una pareja ideal, separada por una avenida atiborrada de vehículos, cuyos manejadores apenas si reparan en los dos monumentales anuncios.
* Popote, tubo delgado de papel o de plástico para sorber líquidos.


Relato 1275 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico como documento adjunto. No envía el documento adjunto



Relato 1276 . 168 palabras
MAX MENDIZÁBAL PÉREZ.
MÉXICO D.F. - MÉXICO.
EL ORIGEN DE LOS CELOS
En el libro de Abayán, predecesor de la Biblia, se cuenta que con Eva se iniciaron los celos; arrojó a un abismo a la venada con la que Adán solía retozar. Luego lapidó a una gacela por hallarla dormida junto al hombre, y poco después lanzó al magma deslizante de un volcán a la tortuga, tan sólo porque Adán le había sonreído.
Enferma de celos infectó a su compañero, que envenenado asesinó a Abel al descubrirlo refocilándose con su propia madre y acusó a Caín de haberlo hecho.
La pérdida de control se recrudeció en Adán, quien cada vez que el calendario señalaba un diez de mayo, día dedicado a la madre, se perturbaba sin saber por qué y eludía a la tribu, que festejaba a sus madrecitas con obsequios adecuados a su economía: racimos de uvas seleccionadas, ramos de flores, pieles de lagartos, potes con miel de abeja, y en el último año, comidas en el recién inaugurado puesto bajo un colosal cedro, donde preparaban suculentos churrascos.


Relato 1277 . 64 palabras
MAX MENDIZÁBAL PÉREZ.
MÉXICO D.F. - MÉXICO.
LOS NIÑOS SON EL FUTURO DE LA PATRIA
Dedicada toda su existencia a ver televisión, Gustavito desconocía la vida en el exterior.
Ocasionalmente advertía el ajetreo de sus padres al irse o al llegar fatigados del trabajo, mas pronto dejó de sentirlo.
Cuando al fin, transcurrido mucho tiempo apagó el aparato, caminó trabajosamente al baño y en el espejo vio arrugas en su rostro, canas en su cabello y su mirada muerta.



Relato 1278 . 114 palabras
CARLOS FRÜHBECK MORENO
GUALDO CATTANEO (PERUGIA) - ITALIA
ELLA
Todas las noches ella sale del grifo del fregadero, deja un rastro de huellas húmedas en el salón y se mete en mi cama. Entonces, yo la abrazo e intento disimular los escalofríos que me produce su piel resbaladiza. Quiero que mañana vuelva. Siento su olor a glaciar subterráneo, a mujer con cabellos de alga y me digo que cómo es posible que la quiera tanto, si nunca me he atrevido a preguntarle de dónde viene todas las noches, cómo es posible que ella haya cambiado mi modesta vida de jugador de ajedrez por correspondencia, si nunca me he atrevido a encender la luz de la mesilla y a mirarla fijamente a los ojos.



Relato 1279 . 101 palabras
JUANA CIUDAD PIZARRO
SALAMANCA - ESPAÑA
LA MOLICIE
Hay casas enfermas de molicie. A los primeros síntomas ㅡrimero de platos sucios en el fregadero y camas sin hacerㅡ le siguen los segundos: ropa revuelta, ceniceros llenos y tazas con posos de café; y los terceros: montañas de bolsas de basura, frigorífico abandonado a la podredumbre, zapatos impares... y pelusas engordando pasillo arriba, pasillo abajo, para acabar recalando siempre en los mismos rincones, en los que sería muy fácil atraparlas, pero la molicie corta primero las manos y luego los pies de los moradores de la casa que, convertidos en meros troncos latientes, reposan en los camastros revueltos



Relato 1280 . 86 palabras
JUANA CIUDAD PIZARRO
SALAMANCA - ESPAÑA
CASO
Fui al médico porque veía triple. Al Doctor Vilander. Tiene usted una enfermedad muy rara, hemos de estudiarle en profundidad. ¿En profundidad?, ¿qué quiere decir con eso? Verá, vamos a publicar su patología en una revista científica y para ello debemos obtener todos los datos posibles sobre su caso. ¿Mi caso?, pregunté, pero él siguió hablando, sin escucharme. Su dolencia es muy interesante, la vamos a describir como Síndrome de Vilander.
No pude aguantar más y me lancé a sus tres cuellos con mis seis manos.



Relato 1281 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 1). cada autor/a podrá presentar un máximo de 3 relatos.



Relato 1282 . 192 palabras
OCTAVIO PINEDA ADAYA
BOGOTÁ - COLOMBIA
ESTADO DE COMA
Su cuerpo reposa en el silencio de la media tarde. La ventana ilumina su rostro a medias y vuelve su humanidad más vulnerable a mis ojos. El sueño se confunde con mi vigilia. Han pasado varias horas y nadie llega para relevarme. Mi cansancio se prolonga en el tiempo. Afuera la ciudad parece aletargada. Sólo de vez en cuando un automóvil transita. Exhaustos, mis ojos se cierran…
Un silbido incesante se cuela en la ebriedad de mi sueño y termina por despertarme. Levanto mis párpados con pesadez y recobro la visión del cuarto, sin verdadera conciencia de lo que sucede.
Antes de incorporarme, irrumpen en la habitación dos enfermeras de guardia. Exploran los signos vitales de un cuerpo en reposo: no hay pulso y ha dejado de respirar. Sus esfuerzos por reanimarlo parecen vanos. La entrada repentina del doctor lleva sus ojos hacia la puerta. Él, sereno, procede a la auscultación. En el fondo, sabe que todo esfuerzo adicional es inútil. Confirma el diagnóstico y me comunica la noticia con la mirada. Una sábana blanca cubre el rostro impasible de mi padre. Yo soy testigo mudo de su muerte.



Relato 1283 . 136 palabras
OCTAVIO PINEDA ADAYA
BOGOTÁ - COLOMBIA
GOLPE DE SUERTE
Gregorio no lo pensó dos veces. Cuando la tormenta eléctrica estaba en su apogeo y parecía desgajar el cielo con relámpagos sin tregua, tomó el celular. Su esposa venía en camino para finiquitar los términos del divorcio.
De pie junto a la ventana de su apartamento, casi detrás de las cortinas, se puso al acecho.
A los pocos minutos un taxi paró a las puertas de su edificio, bajo la extraña borrasca de aguas ligeras. Era ella.
La puerta trasera se abrió y apenas la vio desplegar el paraguas para posarse en tierra firme, le envió un mensaje en el que depositó todas sus esperanzas: “Pese a todo, te quiero.”
La onda del mensaje de texto no había terminado de anidar en el celular-destino cuando el rayo que él hubiera querido fulminó a la mujer.



Relato 1284 . 190 palabras
OCTAVIO PINEDA ADAYA
BOGOTÁ - COLOMBIA
LLUVIA DE PIEDRAS
Una vez que se apagaron las luces se hizo el silencio. El murmullo de los espectadores se fue extinguiendo y comenzó la película.
Una bolsa de frituras escudriñada a tientas crujió con descaro y produjo una lluvia de reclamos. Shish, silbaron las bocas. La mano hambrienta descifró el mensaje y fue más discreta. Volvió el silencio.
Con las primeras imágenes de la pantalla, una hilera de cuatro siluetas comenzó a inquietarse. Voltearon a mirarse unas a otras. ¿Están seguros de que ésta es la película?, preguntó una de las sombras. Mejor averiguo, respondió otra y salió a tientas de la sala, lapidada por un nuevo y largo shish.
Minutos más tarde la silueta voluntaria volvió con la confirmación de que se habían equivocado de película, de sala y de cine. Reprochándose el error unos a otros, los cuatro ancianos se levantaron de sus asientos y enfilaron rumbo a la salida.
Los espectadores instalados en las butacas vecinas alcanzaron a comprender el embrollo y sólo esbozaron una leve sonrisa, como reflejados en un espejo a futuro. El resto de la sala siguió lanzando, como piedras, reclamos de silencio a los ruidosos.


Relato 1285 . 200 palabras
CÉSAR GÓMEZ MONTAÑEZ
TOLEDO – ESPAÑA
AMETABOLA
Un hombre triste, tratando de crear algo puro, se transformó en langosta. Nunca se acostumbró del todo a su nueva esencia y vagaba por el mundo buscando un lugar en el que arraigar. En su deambular iba conociendo diferentes gentes y formas de vida, pero en ningún sitio se sentía lo bastante cómodo como para permanecer más tiempo de lo necesario. El hombre langosta primero observaba, luego absorbía, y después meditaba todo lo que emanaba de un lugar y sus habitantes para adquirir un mayor conocimiento de la vida y perfeccionar su ser. Entonces, como el viento del norte, volaba.
Un día llegó a una tierra que en principio no le pareció muy diferente a las que había dejado atrás. Allí conoció por azar a otro grupo de bichos como él, y por primera vez en su vida se vio aceptado, feliz y dichoso. Pasó con ellos una buena temporada, hasta que el hombre langosta se vio otra vez con fuerzas para intentar convertir de nuevo algo malo y sucio en algo natural y honesto.
Nada se volvió a saber de él, solo quedó su pellejo a modo de crisálida vacía al lado de un papel donde había algo escrito.


Relato 1286 . 191 palabras
IDOIA SARALEGUI SAN SEBASTIÁN.
PAMPLONA - ESPAÑA
HALCON MALTÉS
Llevaba tantos años adoptando la actitud de Humprey Bogart que una gran parte de él había terminado por creersela.
También había perdido casi toda la ilusión. O, tal vez, nunca la había tenido. Por eso, el día que una de sus sobrinas le preguntó si había sufrido alguna vez mal de amores, se sorprendió confesando que solamente una vez. Su sobrina se rió, porque a los trece años creía haber sufrido de mal de amor ya tres o cuatro veces. Pero él sintió, por primera vez en años encenderse una luz de esperanza.
Todos empezaron a especular, sobre si había sido la última mujer que había traido a una comida familiar, o aquella rubia tan guapa que vivía en Madrid. Su cuñada les dijo que no tenían ni idea. Había sido su novia; la de los veinte años. Aquella que fué la única a la que humilló en público.
- Necesitaría mucho alcohol para confirmaros o desmentiros eso.
Solo su cuñada le había hecho sentir, hace ya mucho tiempo.
Un maldeamores sin futuro y agriado que le obligó a poner la gabardina y el sombrero de ala ancha a su pobre corazón.


Relato 1287 . 21 palabras
IDOIA SARALEGUI SAN SEBASTIÁN.
PAMPLONA - ESPAÑA
EL DESTINO BURLÓN
Erase una vez una célula.
Erase una vez otra célula.
Estaban destinados a crear un microcosmos. Pero nunca llegaron a fusionarse.


Relato 1288 . 126 palabras
IDOIA SARALEGUI SAN SEBASTIÁN.
PAMPLONA - ESPAÑA
EL DORADO VINO DE TODOS LOS ENCUENTROS:
En las celebraciones familiares, la abuela de Amira Ayelén se subía a una escalera de madera y sacaba de los altillos del armario del balcón unas botellas de vino tan añejo que, muchas veces, el corcho se había descompuesto y tenían que pasar el líquido por un colador metálico antes de poder beberlo.
Eran botellas de vino dorado, de un paladar fuerte y afrutado que ella siempre consideró el sabor de su familia. Y todas y cada una de ellas tenían una historia. Una historia de encuentros y desencuentros; de cadenas invisibles.
Por eso, el día en que Gerardo Spolidoro se presentó en su casa, ella sacó una de aquellas botellas y la colocó, exactamente, en el centro de la mesa. Como si le estuviera retando.


Relato 1289 . 200 palabras
JAVIER ANTONIO NISA ÁVILA
SEVILLA - ESPAÑA
ANOCHECIENDO
Anocheciendo entre las ramas de la vida, veía pasar el impávido rostro del mundo sobre mis pensamientos, sobre el desdén de los necios que no viven en el mundo y lo que no existe entre lo presente. Algo pasaba por las pupilas, como sueño roto entre los dedos, que podía sesgar los sueños del aroma de la lluvia. Aquel día me resultaba enrarecido, se fue la luz en toda la ciudad, la oscuridad inundó la esperanza, la luna desapareció y todo empezó. Sus pasos se escuchaban desde cualquier lugar, nada era imposible, no podía moverme, paralizado, pero con aquella sensación tenue de muerte, una sonrisa se hizo sobre el fondo del callejón, de repente, desapareció, y sobre la nuca me encontré la respiración acelerada, que cada vez más cerca, disfrutando, se iba acercando, mientras yo sentía la muerte, mientras todo se tornaba tibio, y la mirada al frente se veía turbia, fría y fija, sobre el río en el asfalto, brotando de mi alma todo y vaciándose del recuerdo la indiferencia de los recuerdos, que surgen del infierno apagado entre plumas de tinta eterna, rota en los cristales mojados de la esquina del mundo, mientras yo, fluyo por el asfalto.


Relato 1290 . 192 palabras
PAU ROIG CAVA
TERRASSA (BARCELONA) - ESPAÑA
MAR DE ARENA
Estaba perdida en el desierto.
Cerró los ojos y pensó en él con fuerza. Por un momento le pareció oír su voz y creyó reconocer su inconfundible olor.
Durante un breve segundo, sus labios secos y agrietados recuperaron algo de humedad. Eso la animó e hizo que de pronto el aire ya no le pareciese tan sofocante. Se arrodilló sobre la arena. Alargó sus brazos para acariciarlo y poco a poco dejó de sentir el dolor de la piel quemada en sus manos. Sonrió como nunca antes había sonreído. Demasiadas horas de sol, muchos pasos sobre la arena ardiente, demasiados silencios cargados de grávidos pensamientos. Al final, sin embargo, sólo una idea invadía su cabeza. Nunca antes lo había deseado con tanta intensidad.
Se tumbó boca arriba para notar como su cuerpo se llenaba de vida por última vez. Todavía con los ojos cerrados y esa nueva sonrisa, sintió sus suaves y refrescantes caricias. Lo amaba, siempre lo había amado, y su último pensamiento fue para él.
Para aquel mar que siempre había llevado en su corazón y que ahora palpitaba con fuerza en su cabeza, sólo y únicamente en su cabeza…


Relato 1291 . 135 palabras
MARÍA FRISA GRACIA
ZARAGOZA - ESPAÑA.
UNA CASA EN ESTE MUNDO
El que no acepta este mundo no levanta una casa en él. Henri Michaux El escritor recogió las fotografías de sus viajes que le había enseñado: Méjico, lugares de Estados Unidos que ella, y la mayoría, ignoraba que existieran, Grecia, Túnez, Croacia…, aquí estuve de lector en la universidad, aquí de squatter en un piso clausurado por el ayuntamiento, aquí trabajando en una editorial medio clandestina…
Allí, en color y en blanco y negro, estaba la vida que ella siempre soñó que existía. Le daba vergüenza, era la primera vez que quedaban solos para tomar un café, pero se acercaban las cinco y debía ir a recoger a sus hijos al colegio, así que se atrevió a formular la pregunta que le hormigueaba en la lengua desde el principio, la única importante:
-¿Has sido feliz?



Relato 1292 . 198 palabras
NATALIA SEBASTIÁN CIFUENTES
TOLEDO – ESPAÑA
MUERTE EN VIDA
Ella jamás pensó que el hombre que hace tan sólo un mes iba a darle un hijo que la naturaleza decidió arrebatarle, podría destrozarla con tanta atrocidad.
Ella sólo había acudido a la casa que compartían para decirle que esa realidad juntos se había terminado; que iba a abandonarle para siempre incapaz de perdonar sus continuas infidelidades. Él reaccionó violentamente acosándola para saber adónde se iba. Ella estaba tan asustada por las amenazas que le había oído tantas veces que se negaba a hablar. De repente, él se abalanzó sobre ella para sujetarle del antebrazo. Ella podía sentir sus dedos clavándosele en la carne.
—¿Es que ahora eres un maltratador?— preguntó ella.
—Sólo te estoy agarrando del brazo—, le oyó decir con su acento extranjero.
—Pero me estás haciendo daño—, contestó ella viendo toda aquella violencia reflejada en sus ojos negros.
Un segundo después, él la estaba agarrando por el cuello con su otra mano para mantenerla inmovilizada. Aquel hombre de tan poderosa musculatura a causa del gimnasio descargó toda su rabia sobre ella asestándole varios bofetones. Ella no podía creer que aquel hombre de rasgos tan atrayentemente exóticos y eróticos continuara humillándola, y menos de aquella manera…


Relato 1293 . No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 1294 . 194 palabras
MARCOS DAVID SÁNCHEZ HERRERA
MÁLAGA – ESPAÑA
LA ÚLTIMA CENA
Joaquín tiene en las manos una carta de comidas. Junto a él hay un tipo esperando para anotar lo que elija. No sabe qué pedir, y le pregunta a éste qué suele tomar la gente.
- Muchos piden -responde el hombre- el medallón de ternera regado de vino crianza Rioja, acompañado de un salteado de verduras. En la lista es el número quince.
- Sí –afirma Joaquín un tanto nervioso-, ese mismo. ¿Y de postre?
- Pues… uno de los más solicitados es la tulipa de helados variados con un baño de chocolate blanco.
- Vale, estupendo - responde Joaquín.
El hombre anota lo que Joaquín ha decidido tomar, recoge la carta y comienza a marcharse.
- ¡Un momento! – dice Joaquín alzando la voz-. Mejor borra todo eso. Sólo quiero un buen plato de patatas fritas, con un par de huevos donde se pueda mojar el pan en la yema. Sí, siempre me ha gustado ese plato.
Ese plato le recordaba muchos momentos vividos, lo había comido en multitud de ocasiones. Era lo último que había comido en casa con su mujer. Sí, Joaquín quería que ese plato fuera lo último que comiera en su vida. Después… la silla eléctrica.


Relato 1295 . 198 palabras
CÉSAR GÓMEZ MONTAÑEZ
TOLEDO – ESPAÑA
DESPIDO IMPROCEDENTE.
La amargura de mi ataúd de cuatro paredes se alivia con las flores de mi cigarro. A cada aspiración mi pupila enfoca y me permite ver la habitación como si hubiera una vela de gas mostaza. Vuelvo al silencio, a la nada, a tientas, a gatas.
Veo como se planea un crimen, la preocupación de una madre, una confesión, un te quiero, una cana al aire, unos besos, el anuncio de una muerte, una disculpa sincera y hasta unos versos imitando a un poema. Descifro un código, una queja, un concurso, el mapa de un tesoro y hasta el mensaje de una botella. Observo una camada, dos cumpleaños, unas excusas y un casamiento, el ego de un pescador, un suspiro, un buenas noches que se leerá la mañana siguiente, un insulto, ilusiones, perdones, utopías, e indultos, el anuncio de un nacimiento, y hasta una caricia sin sentimiento.
Entonces noto que la mente ya rebosa de historias y me preocupo por la salud de mi juicio. Pensar me destruye, lo estoy empezando a notar. Debo sobrevivir y olvidar la ilusión de crear. Apuro la mezcla de mi cigarro y salgo de la nada, del silencio, a tientas, a ciegas.


Relato 1296 . 188 palabras
FAUSTINO LARA IBÁÑEZ
TOLEDO – ESPAÑA
ACOSO
-No he dado este paso tan importante para escuchar solo reproches –dice ella, haciendo un esfuerzo formidable para reprimir el llanto. Se ha prometido ser fuerte.
-Claro, pero en vez de esperar a fallecer de muerte natural, tuviste que suicidarte. Yo no me estoy inventando nada.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo sé.
-Al menos, verías la descomposición de mi cuerpo para estar seguro.
-No me hizo falta. Aquí se sabe todo. En cualquier caso, no hay que ser muy inteligente para intuir que, aunque yo estuviera muerto, ibas a seguir persiguiéndome, aunque nuestra relación fuera imposible porque dejé de estar enamorado de ti, porque, sencillamente, ya no me atraías. ¿Es tan difícil de entender?
-Compréndeme, Matías, yo te sigo queriendo. Necesitaba morir para poder decirte que el próximo invierno pensaba depilarme piernas, brazos y axilas y que me iba a apuntar al gimnasio para ponerme en forma y poder así reconquistarte.
-Julia, no, por favor, no intentes engañar también a mi alma con promesas que no vas a cumplir. Los dos sabemos que eres demasiado descuidada. Ahora tengo otra vida, otro amor. Afortunadamente, mi suicidio no fue en balde.


Relato 1297 . 61 palabras
MATÍAS BLEI MONTERO
BUENOS AIRES – ARGENTINA
EL TERCER TIPO
—¡Miren! ¡Ahí!— dijo el primero y levantó su índice para señalar una luz turquesa que cruzaba el cielo.
El segundo hombre, paralizado por la sorpresa, enmudeció mientras el vehículo aterrizaba suavemente sobre los matorrales. Varios tripulantes bajaron de la nave. Ninguno era humano.
—¿Por qué tardaron tanto?— preguntó el tercero en una lengua que los otros dos nunca antes habían escuchado.


Relato 1298 . 100 palabras
JOSÉ ÁNGEL CASAS BARRIGÓN
ZAMORA – ESPAÑA
UN MUERTO POCO APLICADO
El inspector Malalana llegó a la escena del crimen. Parecía la habitual. Un cadáver tendido en el suelo, algún desperfecto en la casa y varios “polis” merodeando en busca de pruebas. Su subalterno le señaló algo que le resultó extraño. Sobre el parqué, junto al joven asesinado, había un grueso tomo de Química editado por la Universidad Complutense con restos de sangre y los lomos despedazados.
Tras varios interrogatorios y una larga madrugada, Malalana resolvió el caso. El padre del asesinado fue declarado culpable. Era de aquellos de la “vieja guardia” que seguía pensando que la letra con sangre entra.


Relato 1299 . 107 palabras
JOSÉ ÁNGEL CASAS BARRIGÓN
ZAMORA – ESPAÑA
DEDICATORIAS
Adoro que me dediquen los libros porque, con permiso de sus autores, se hacen míos. Quizás suena a perogrullada, pero es un pequeño detalle que lo diferencia y le da un halo de eternidad. Un “te quiero” sumergido en el blanco de la hoja, un beso dibujado en carmesí, un abrazo hecho tinta o una simple firma significa un libro desprendido del anonimato que sus hermanos mantienen en las estanterías de mi librería. Y cuando termino de leerlos no mueren. Sólo es un hasta luego que se disipa con la magia de volver a abrir sus tapas y evocar los recuerdos acoplados al sentir de su dedicatoria.


Relato 1300 . 101 palabras
JOSÉ ÁNGEL CASAS BARRIGÓN
ZAMORA – ESPAÑA
ÚLTIMA CALADA
La noche se consumía a la par que el cigarrillo en su boca. Su mano derecha sobre la solapa de la gabardina ocultaba el agujero por el que su vida se derramaba. En sus últimos minutos repasó lo acontecido mientras sus ojos, inmóviles como una estatua, se fijaban en una mujer que recogía sus últimas posesiones de la casa.
Había sido traicionado por sus bellos cabellos. ¿Cómo no se dio cuenta? Como detective nunca debió dejar los casos de espionaje industrial por los de infidelidades. – El amor es ciego – balbuceó a la vez que encaminaba su mirada hacia la oscuridad eterna.

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