domingo

Relatos 201 a 300

Relato 201 . 190 palabras
CLAUDIA ALEJANDRA MORALES
BUENOS AIRES - ARGENTINA

MAMA Y PAPA
Papá llega del trabajo.
El trabajo lo deja agotado.
Agotada, mamá lo recibe con una sonrisa.
La sonrisa se borra de inmediato.
De inmediato, papá se enoja con ella.
Ella llora, como siempre.
Siempre sucede lo mismo en esta casa.
La casa se llena de miedo y hasta las paredes tiemblan.
Tiemblo en un rincón, porque sé que llegarán los golpes.
Los golpes la dejan tumbada en el piso.
Desde el piso, ella me mira con pena.
Pena siento más por mi padre que por mi madre.
Mi madre, algún día, se cansará de su odio.
El odio sólo genera más odio, eso siempre dice mamá.
Mamá juntará fuerzas y nos marcharemos juntos.
Juntos podremos volver a empezar de nuevo...
De nuevo los golpes, esta vez más fuertes.
Fuerte se siente mamá esta noche.
Esta noche, es mamá quien gana.
Ganas no me faltaban, pero fue ella quien disparó.
El disparo dio justo donde creemos que él tenía un corazón.
El corazón me duele, ahora más que nunca.
Nunca pensé que esto iba a suceder.
Pero sucedió... y aunque suene increíble mamá sonríe.
Sonríe porque sabe que ahora es libre.



Relato 202 . 155 palabras
CLAUDIA ALEJANDRA MORALES
BUENOS AIRES, ARGENTINA

MORIR DE AMOR
Morir de amor no fue fácil.
Elegí un domingo por la tarde... Demasiado obvia, por cierto.
Me senté en la esquina del fracaso. Primero me clavé en el costado derecho tu traición.
Luego, me abrí las venas con las cuchillas afiladas de tus mentiras.
La bala perdida del amor perdido, dio justo en mi sien. Me arrojé bajo las vías del tren de la vida, que para mí, ya no valía nada.
Me ahogué en el recuerdo de tus besos. Me envenené con tus excusas.
Me até en el cuello una soga que encadenaba tus palabras falsas.
Esperé a que el tiempo pasara, mientras me iba deshidratando en llanto.
Morí de amor. Al fin.
El lunes desperté en mi cama. Ya no te extrañaba. Aquella que te había amado con las entrañas, descansaba en paz. Me pinté la boca de rojo, me puse unos tacones altos y salí al mundo, dispuesta a empezar de nuevo.


Relato 203 . 146 palabras
ÍÑIGO DE LA GUARDIA REY.
MADRID - ESPAÑA
.
JUSTICIA EN MAGONIA
- "Dice usted que no puede soportar ya tanto estrés, que esa gente le amenaza de manera constante y que por eso ha venido aquí, porque necesita a alguien que le ayude a hacer justicia ... esos vecinos suyos deben ser muy listos cuando han fabricado una máquina de infrasonidos para torturarle a usted sin dejar rastro".
- "Y luego está lo de la magia negra, ¿sabe?, tengo en la cabeza un síndrome que no me deja vivir".
El abogado sonrió por un instante, sin embargo, aquella historia no le pareció más inverosímil que otras ocurridas en aquel país de locos, como cuando se dirigía una organización terrorista desde un ministerio o como cuando peligrosos delincuentes obtenían inexplicables permisos carcelarios que aprovechaban para cometer más horrendos crímenes, por eso, ¿qué podía decirle a ese chiflado sino que el asunto estaba muy claro y que aceptaba desde luego su defensa?


Relato 204 . 170 palabras
CARLOS SILVOSA PEDREIRA
MADRID - ESPAÑA

EL FRANCOTIRADOR
Miraba fijamente, intentando no apartar sus pensamientos del objetivo y del punto de mira. Se obligaba a no pensar en nada más: Que el objetivo estuviera encuadrado en el centro del punto de mira, en la intersección entre las líneas vertical y horizontal.
Pero inevitablemente divagaba hacia la vida del "objetivo". Se trataba de la vida de una persona... Se obligó a pensar en las órdenes, debía obedecerlas, no debía cuestionarlas, debía hacerlo. Alguien tenía que hacerlo, sino lo hacía él lo haría otro.
Subversivamente su cerebro comenzó a cuestionarlas, lo que iba realizar era algo abyecto, algo de lo que nadie decente podía sentirse orgulloso.
Con cautela, actuando mecánicamente, sus extremidades obedecían a los mandatos de unas neuronas que actuaban por cuenta propia, se alejó de su atalaya.
Caminaba lentamente pensando en como sería su vida a partir de ahora, esto sería una mancha en su historial. Le destinarían a realizar lo que nadie quisiera hacer.
Decidió que lo dejaría. No volvería a trabajar en la prensa del corazón.


Relato 205 . 197 palabras
CARLOS SILVOSA PEDREIRA
MADRID - ESPAÑA

AMOR ANIMAL
Cuando nació María, el primer regalo que tuvo fue un perrito. Casualmente, el mismo día dio a luz la perra de su tía. No es que su tía fuera una perra, que lo era, sino que la perra que tenía su tía tuvo un cachorro. La niña y el perrito fueron creciendo y a los 19 años de haber nacido, ya tenían 19 años los dos. Os preguntareis que como es que el perro seguía vivo, ya que los perros se suelen morir a los 13 o 14 años. Muy sencillo: El perrito había vendido su alma a la Hacienda Pública, y le habían dado hasta los 34, lo que para un perro está muy bien. Cuando la niña cumplió veinte años, sus padres le regalaron un coche, y para estrenarlo María se fue a Fuerteventura con su perrito (entre ellos había más que una simple amistad).
A día de hoy no se sabe nada de ellos. Si ven a una chica muy guapa, a un perro y a un niño muy peludo que se rasca las orejas con las piernas, por favor llamen al 555-33-456, que los padres (del perro) están muy preocupados.


Relato 206 . 165 palabras
CUCA GÁLVEZ AGUILÓ
TALAVERA DE LA REINA (TOLEDO )- ESPAÑA

EL AMOR TIENE GARRAS AFILADAS
Hay una pantera viviendo en mí.
Tú la conoces bien: la dibujaste y, sin saberlo, me la enviaste a través del móvil en un sms que hablaba de un beso.
Entró majestuosa, lentamente y por azar en mi territorio, marcó su terreno y se quedó bajo el único árbol que hay en la llanura.
Puede mimetizarse con cierta facilidad con el pajizo color de mi suelo. Se queda agazapada horas y horas. Pero al más ligero olor o al más elemental sonido puede erguirse felina y saltar; iniciar su carera desenfrenada y asustarme. Sin querer me araña con sus garras cada vez que se mueve.
Yo no puedo hacer nada. Sólo soy su cubículo.
A veces la miro y la veo hermosa. Otras, me da miedo.
Ayer, al ver de nuevo tu nombre en un mensaje en mi bandeja de entrada, después de tanto tiempo de sequía, saltó de su escondite habitual, tal vez herida por el hambre.
Su zarpazo aún me escuece un poco.


Relato 207 . 189 palabras
CUCA GÁLVEZ AGUILÓ
TALAVERA DE LA REINA (TOLEDO )- ESPAÑA

JAMÁS SE HABÍA MOSTRADO ÉL TAN INTENSO
Esa noche, mientras se arrepentía de dejarle marchar, su corazón cayó en picado como en un ascensor con los cables cortados de golpe.
El pobre músculo se quedó tirado en el suelo, con los huesos fracturados, en el sótano de ese tronco femenino, donde empiezan las piernas. Empezó a colorearse su carne tumefacta, y a palpitarle bruscamente todo, notando ese calor de las inflamaciones. Ella no tenía acceso a la cabina hasta que no llegaran los técnicos. Era imposible rescatarlo para devolverlo al noble piso del pecho, en el que habita normalmente. Y allí, en los bajos fondos del subsuelo sin ventanas debió esperar solo y encogido, sangrante y roto.
Nunca se le habían confundido en el mismo espacio sexo y corazón. El sexo aprendió a latir como si fuera un corazón y el corazón aprendió a oler y a desear como el sexo.
Allí abajo, sin poder salir de ese ascensor estropeado, el corazón vivió seguramente su mejor experiencia, terrible, fascinante, hipnótica.
Un sms abreviado tecleaba en el móvil el arrepentimiento y el deseo desde la punta de los dedos de ella hasta los incrédulos ojos de él.



Relato 208 . 156 palabras
BEATRIZ SÁNCHEZ - MARISCAL MEDINA
TOLEDO, ESPAÑA

PAZ
Julia se le quedó mirando con una expresión extraña en la cara. Él parecía un muerto tirado en el suelo, sus piernas estaban cruzadas una encima la otra y su cabeza reposaba sobre sus brazos, tenía una expresión ausente, sus párpados estaban húmedos e hinchados, sus ojos estaban cerrados y en sus labios aparecía una sonrisa.
Poco a poco y mientras Julia se acercaba a él, abría los ojos y fruncía el ceño intentando adaptar sus pupilas al poco sol que lucía esa tarde, había estado como una hora meditando, llorando y riendo, pero se sentía muy descargado y feliz. Un movimiento brusco a su lado le provocó un respingo, pero pronto volvió a su estado, era Julia.
-¿En qué piensas? - Dijo La joven.
La cara del muchacho se iluminó y su pequeña curva en los labios se hizo mas pronunciada.
-No pienso, siento - Le respondió.
-¿En qué piensas pues? - Susurró Julia.
-Paz, Julia, paz interior.



Relato 209 . 193 palabras
VIVIANA VIVAS GILES
MADRID - ESPAÑA

LA GOTA
Quedó sola después de la tormenta; cayó de un canalón dejando resbalar su pequeño cuerpecito y allí permaneció, a la sombra, tendida en el suelo.
Las otras, algo más rellenitas, se unieron y formaron un charco pero ella, una gota diminuta, no pudo seguirlas.
Miró al cielo y un Sol tirano le quitó la idea de saltar y unirse al grupo. Sabía que la única manera de no evaporarse era esperar a la noche pero aún quedaba mucho para que el Sol se durmiera y dejara de quemar con sus rayos de fuego.
Pasaban las horas y cada vez se sentía más débil. Veía el charco, más pequeño que antes, y su temor a desaparecer aumentaba; de pronto, un coche pasó por encima del charco y lo dispersó, brutalmente, a un lado y otro de la carretera. Vio como sus compañeras salían despedidas y cómo el Sol, desde lo alto, reía con maldad.
Perdió su fe, se dejó morir y, en la agonía final, aparecieron en su mente imágenes del pasado donde el agua rebosaba en los pantanos, los ríos fluían llenos de vida y la palabra sequía aún no se había inventando?



Relato 210 . 198 palabras
VIVIANA VIVAS GILES
MADRID -ESPAÑA

REVOLUCIÓN
-¡Por dios que calor! -dijo Meñique-. Desde que le ha dado por remendarse los calcetines, no hay manera de respirar un poco de aire fresco. Benditos tomates?
-Cierto es -continuó Gordo- antes entraba algo de oxígeno y nos permitía sentir más desahogo, pero ahora?
-Hombre, Gordo- dijo Índice- si adelgazaras un poco también ayudaría ¿no crees?...
Y todos rieron como hienas viendo la cara de enfado de Gordo, que les imitó burlonamente.
-El otoño es lo que tiene- comentó Anular- poca luz, botas de agua claustrofóbicas?Qué recuerdos guardo de aquellas vacaciones en el mar: el Sol bronceándonos, la arena de la playa exfoliando nuestra piel?
-¡Algo hay que hacer!- interrumpió bruscamente Corazón- ¡No aguanto más! -profirió indignado- ¡Propongo una revolución como la que otras veces hemos liderado saliendo triunfantes!
-¡Eso!- gritaron los demás- ¡hagámoslo, hagámoslo!-
Y entonces todos se concentraron, tensaron sus pequeños cuerpos y?
- ¡Calambre! - gritaron al unísono- ¡Calambre!- volvieron a gritar-.
Y el pobre Juan, que se encontraba bajo un aguacero de lluvia y ventisca otoñal, profirió un sonoro -¡AYYYY!- y se quitó, veloz, la bota de agua que lo protegía, dejando en libertad a aquellos exquisitos cautivos sublevados en pos de su libertad?


Relato 211 . 196 palabras
ALEJANDRO MATEOS RODRIGO
TOLEDO - ESPAÑA

OLVIDO
No, otra vez no. No me lo puedo creer. Ahora que lo había conseguido. Después de tantas noches esforzándome por cavar un profundo foso en mi memoria para enterrar tu recuerdo? Después de tantas horas poniendo pesadas losas encima de tu tumba? Después de desviar tantos traviesos pensamientos para evitar que pasasen cerca del oscuro rincón donde está oculto nuestro pasado? Ahora vuelves a mi cabeza. Resurge todo en un instante. ¡Y con qué fuerza! Desaparece toda mi lucha ante mi incrédula mirada. Y todo esto con sólo intuir a lo lejos tu silueta. Y ni siquiera eras tú ¡Ni siquiera eras tú! Será que el deseo de sentirte supera al de olvidarte. Quizás me equivoqué al pensar que podía sepultar algo que sigue muy vivo porque no he tenido el valor de matarlo. Quizás debería haber vigilado más de cerca mi corazón que mi mente aunque sería absurdo. Sobre mi corazón yo no mando. Todo seguía ahí y lo único que había hecho es ocultarlo inútilmente para evitarme sufrimiento. Pero todo seguía ahí y ahora más vivo de lo que nunca podía pensar. Se que nunca te voy a olvidar porque no te quiero olvidar.



Relato 212 . 199 palabras
PEDRO SERRANO JORGE
RIVAS-VACIAMADRID (MADRID) - ESPAÑA

ETERNO PERDEDOR.
Nadie se acuerda del viejo Barny. Era uno de los payasos más divertidos del mundo. Sus programas empezaban con la famosa frase "¿A que no te ríes más que yo?" y, entonces, empezaba la guerra de risas con el público. Siempre ganaba la gente y Barny, con su tierna sonrisa, admitía su dulce derrota. Barny adoraba hacer felices a los demás, sobre todo a los niños. En una entrevista comentó que "La sonrisa de un niño vale más que la vida".
Una noche de Otoño, Barny se encontraba en su camerino después de haber tenido una dura función. Sus huesos le dolían. Ya rozaba los ochenta años, pero no quería retirarse. Su viejo corazón no se lo permitía.
De entre las sombras apareció un extraño personaje de negra gabardina. Barny se sorprendió esperando lo peor, pero el extraño le tendió la mano y le dijo: "Quiero que vengas conmigo. Hay muchas almas que necesitan tu risa? Es un contrato para toda la eternidad". Barny sopesó la oferta tres largos segundos y luego aceptó. Entonces se vino conmigo y os puedo asegurar que siempre pierde en sus guerras de risas... Aunque, en el fondo, sabemos quién es el vencedor ¿Verdad?


Relato 213 . 187 palabras
RAÚL FLORIT MEDINA
LA GALLEGA (SANTA CRUZ DE TENERIFE) - ESPAÑA

RESTOS
La señora Tavío tiene un hijo y tiene la costumbre de tirarle a su hijo cosas a la cabeza. Le tira mendrugos de pan, sobras, tabaco, una plancha, le tira la vida hecha despojos arrojadizos, le tiraría los años que no pasan y los que pasaron demasiado pronto, le tiraría los años que tiró pero como no puede le tira a su hijo tijeras de podar y bricks de leche.
Y el hijo de la señora Tavío no se queja y todo está bien. Y un día la señora Tavío y su hijo salen a comprar y mientras ella duda entre llevarse un tinte color caoba o un tinte color chocolate, su hijo señala una pelota que está en el estante de arriba. Al final la señora Tavío se lleva un tinte color violeta y el niño sigue señalando la pelota que está en el estante de arriba, y la madre no le tira la pelota y el niño grita. Esa noche la señora Tavío le tira a su hijo un frasco vacío de tinte color violeta y su hijo le tira las tijeras de podar.


Relato 214 . 146 palabras
RAÚL FLORIT MEDINA
LA GALLEGA (SANTA CRUZ DE TENERIFE) - ESPAÑA

LLUVIA
Un día llueve, y se te escapa el autobús y se te escapa el amor de tu vida, la señora a la que has cedido el paso compra las veinte últimas barras de pan y llueve y no pasa nada y parece que fue ayer. Un día llueve y un niñato hasta el culo de coca atropella a tu perro, y es navidad y no lo parece y tal vez no lo sea, y llueve y ya no esperas nada y no haces otra cosa que no esperar nada.
Un día todo está bien y entonces pasa algo. Algo que a veces es importante y a veces no, a veces es la gota que colma el vaso, un arañazo, un retraso, la muerte, lluvia, una gotera de gotas que colman el vaso?
Un día sabes que es tarde, y sigue lloviendo y ya no te mojas.



Relato 215
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras
.


Relato 216 . 166 palabras
JOSE PASCUAL ABELLÁN HERREROS
ALBACETE - ESPAÑA

EL ÚLTIMO SEGUNDO
No sabía que aquel era mi último segundo allí. Nadie me lo había contado.
Me rodeaban paredes enrojecidas y blandas contra las que me chocaba apresuradamente. A mi alrededor una amalgama de fluidos y huecos cavernosos que guardaban misterios indescifrables para mi. La sangre me acariciaba el cuerpo y con su calor me hacía sentir protegido. De repente la cuerda gruesa y gelatinosa a la que llevaba meses atado y que me enredaba el cuerpo y las extremidades empezó a tirar de mí hacia una ventana que engrandecía por milésimas de segundo.
Al llegar no me dio tiempo a pensar si quería o no seguir allí, y una especie de aire me absorbió de súbito, sin muestra alguna de compasión. Sentí que una piel semejante a la mía se rozaba conmigo, y al tiempo me quedé colgado de la cuerda que seguía dentro, en mi anterior mundo. Me despedí de ella cuando nos mutilaron y lloré su ausencia desconsolado en brazos de aquella mujer, mi madre.


Relato 217 . 155 palabras
JOSE PASCUAL ABELLÁN HERREROS
ALBACETE - ESPAÑA

EL FIN DE UNA ANSIEDAD INÚTIL
Me dejó una nota en el limpiaparabrisas.
- "Soy la persona que te ha destrozado el coche. Éste es el número de mi móvil. Llámame y arreglamos".
Esperé tres días. Tenía un miedo desbordante. Aquello no era un bollo ni un rayajote inoportuno al aparcar; era la culminación de un deleite de angustia que temía pudiera prolongarse a la carrocería de mi propio cuerpo.
Entre el miedo y el morbo que siempre me dio llegar al final de las cosas que empiezan sorprendiéndome, llamé.
"Mejor en persona", me dijo su voz bronca y semirrota.
"Claro", matizó la mía, temblorosa y falsamente masculina.
Al reconocerme en el banco del parque se echó en mis brazos llorando y gimiendo palabras imperceptibles, como pidiendo perdón. No le conocía pero al abrazarle sabía que su ansiedad le desbordaba la vida. Entonces saqué el limpiaparabrisas con un aplique afilado y lo clavé de cuajo en su estómago.
Se quedó mas tranquilo.


Relato 218 . 200 palabras
JOSE PASCUAL ABELLÁN HERREROS
ALBACETE - ESPAÑA

INSTANTE
Le agarré con fuerza la mano, sabía que le gustaba. Reí violento por un instante recordando su cara cuando encaró de lleno la embestida del insecto. Jamás un deleite de dulzura y pánico me pareció más enternecedor.
Le coloqué los cabellos de la gravedad, aparcándolos tranquilos y cautos detrás de la oreja. Al paso acaricié su lóbulo jugando mis yemas con la carne flácida.
Le dije silencios y me contestó con otros incluso mas sonoros que los míos. Enjugué mi lágrima y se la extendí entre los dedos para humedecer la esencia de aquel momento congelado.
Le prometí que jamás viviría algo parecido y me sentí dueño de aquella decisión eterna.
La picadura fue tan profunda que la sangre se le enrabietó de súbito. Tras esto vinieron muy pocos momentos de dolor.
Ahora, muerta por la caricia mortal de aquel insecto, su carne y su piel se han teñido de una luz mate especial que me invita a protegerla y quererla sin descanso.
Cuando cuidar a un muerto supone mas compromiso que la atención en vida me digo si el ser humano es capaz de sostener el peso de un alma liviana o la pesadez de un cuerpo de plomo.


Relato 219 . 136 palabras
GUILLERMO DE VELASCO ORIA DE RUEDA
GUADALAJARA - ESPAÑA

EL DESAYUNO
Cuando entré por la puerta, la imagen me desfiguró, cambió mis esquemas. Mientras desayunaban, le miraban fijamente, ellas 2 no hablaban, solo miraban. Miraban la respiración. Desayunaban. Esa mañana desayunaban un café con porras. Eso me desfiguró. Ver a 2 personas, madre e hija, destrozadas, tristes, con miedo en los ojos, con profunda tristeza. Madre e hija. Hasta desayunando. Sin levantar la mirada.
Cuando entré no supe que decir, yo sabía lo que había, menos el desayuno con porras. Algo demasiado extraño para ser normal. Entré he hice lo que tenía que hacer. No levantaron la mirada. Ellas siguieron a su desayuno, y cuando me marchaba, se terminaron las porras. Y la situación se desbordó, porque en ese mismo instante fue cuando él, marido terminal, objeto de las miradas y desayunos de madre e hija espiró.


Relato 220 . 166 palabras
JOSÉ JAVIER LUQUE GONZÁLEZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE- ESPAÑA

EL FINAL
He caminado hasta el baño casi sin enterarme. Estoy plantada frente al espejo. Desnuda, los pechos caídos y asimétricos. La imagen se interrumpe por debajo del ombligo, cortada por el lavabo, temerosa, púdica. La boca me devuelve un sabor herrumbroso. Tengo el pelo alborotado, los ojos hinchados con unas horribles bolsas lívidas, el labio partido y, como si resucitase, un dolor agudo en el bajo vientre que ya no me abandona. Abro el grifo, arrojo agua fría a mi cara, una, dos, tres veces, pero no logro despertarme ni ahuyentar los fantasmas.
Me separo. Atrapado en el azogue, aparece mi cuerpo entero, la celulitis, las estrías, los moratones; pero ya no me fijo. Regreso a la alcoba. Lo veo allí, tendido en la cama, con la cabeza en la almohada sobre una gran margarita roja, el brazo doblado en un gesto incongruente. El oído izquierdo se ha vuelto más grande, ampliado. Eso le permitirá oír mejor, escuchar, entender de una puta vez.
Soy libre.

Relato 221 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico
como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo



Relato 222
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico
como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo


Relato 223 . 129 palabras
JOSÉ NÚÑEZ LÓPEZ
QUEREÑO (ORENSE) - ESPAÑA

El TENEDOR DE ALPACA
Era un valioso tenedor de alpaca, siempre dispuesto en la mesa de señores e invitados a la hora del yantar. Con el uso continuado, había perdido su brillantez y sus dientes terminaron encorvándose, de manera que, en vez de pinchar el bocado, se quedaban enganchados en la boca de los comensales, ocasionándoles graves contratiempos. Molesta su dueña de tan impropio servicio, decidió mandarlo a la chatarra.
-¡Oh señora -clamaba el tenedor desesperado-, dejadme seguir a vuestro servicio! Podría servir para escardar las hierbas del jardín...
Pero la dueña no tuvo compasión y el tenedor fue a parar a los crisoles de la fundición. El chatarrero, antes de echarlo a la colada, le concedió la última gracia.
-¿En qué queréis transformaros? -le preguntó.
-En cuchillo, señor -respondió el tenedor.


Relato 224 . 223 palabras
JOSÉ NÚÑEZ LÓPEZ
QUEREÑO (ORENSE) - ESPAÑA

LOS HIGOS DEL CEMENTERIO
En el terreno en donde enterraban a los muertos, crecía una higuera que, a juzgar por sus frutos, debía de gozar de buena salud. Mi madre me repetía con frecuencia que no se debían comer los higos del cementerio, pero no me daba razones suficientes para no hacerlo. Yo se los veía comer a mi amigo Miguel y se rechupaba los dedos. No era para menos, porque parecían los más hermosos del pueblo y resultaba imposible privarse de comerlos.
Una tarde que había estado con Miguel, al llegar a casa fui a quejarme a mi madre porque no me dejaba comer aquellos higos como hacía mi amigo. Ella insistía en que no debía hacerlo, y yo, para hacerla rabiar, le dije que quería ser hijo de la madre de Miguel. Pero ella, sin tener en cuenta mi renuncia a su maternidad, me tomó por un brazo y, apretándome contra su pecho de aquélla manera que tanto me gustaba, me dijo:
"Mira, hijo, te digo esto por tu bien. Es que no quiero que comas la carne de los muertos y te conviertas en una persona diferente de la que eres."
Confundido por la emoción de su abrazo, no alcancé a entender lo que quería decirme. Pero, desde aquel día y sin saber por qué, comencé a ver a Miguel como una persona diferente.


Relato 225 . 184 palabras
BIANCA CID BOUZAS
A CORUÑA - ESPAÑA

TIEMPO DE ADOLESCENCIA
El inicio de un nuevo curso mezclaba sol y lluvia, el ocaso del fin de las vacaciones con el alba de los reencuentros. Y detrás del arco iris, siempre el misterio de nuevas amistades escondidas bajo nuevos compañeros.
Nada más verlo, ella naufragó en los ojos de aquel chico alto y de pelo rubio oscuro. ¡Era el muchacho más hermoso que jamás había visto! Tanto le impresionó su belleza que creyó enamorarse en aquel instante.
Durante meses se dedicó a mirarlo, a acariciarlo con los ojos, a soñar y a nada más, pues los miedos le impedían acercarse a algo tan perfecto. Así hasta que el calendario le regaló un día del mes de febrero, el 14. Se acercó a él, extendió su mano temblorosa y le dio una pequeña caja envuelta en papel de colores: "Feliz día de San Valentín", le dijo. Él mostró su sonrisa perfecta y contestó: "Gracias, pero hoy no es mi santo, yo no me llamo Valentín".
Aquel día la vida le enseñó que el físico sólo es el envoltorio de un regalo que puede estar vació por dentro.


Relato 226 . 189 palabras
ALEX GABRIEL VILLANUEVA ARAYA
BARUTA (CARACAS) - VENEZUELA

EL TESORO
Después que ha llovido,
emerge con el sol resplandeciente
el arco iris tejido de los colores de magia viviente,
por el cual pasan hadas
y ángeles hacia sus propias moradas.
El arco iris termina
en una olla colmada de monedas
de oro, más que una mina,
con un duende sentado entre arboledas
que cuida aquel tesoro que tu ambición despierta sin decoro.
Corriste candorosa
por el sendero mágico de luz
intentando afanosa
llevarte la fortuna de andaluz,
mas siempre se alejaba
cuando más el tesoro te brillaba.
Pues nunca lo alcanzaste,
así desfallecida y sin tesoro,
resignada exclamaste:
"ya no me gustan las monedas de oro",
diría Esopo sin largas:
"las uvas están verdes, son amargas"
No te has dado cuenta,
hay un tesoro que sí puedes lograr,
es belleza que alienta
bendición de colores para amar,
arco iris de la vida
que fortalece el alma alicaída.
El rojo es pasión,
el naranja es salud y es energía,
amarillo es visión,
el color verde es paz y la armonía,
azul, serenidad
y violeta es nobleza y la verdad.
Ve por ese tesoro,
su valor es mayor que cualquier oro.


Relato 227 . 198 palabras
BIANCA CID BOUZAS
A CORUÑA - ESPAÑA

SITUACIÓN PERSONAL
El mapa del tiempo, con témperas de isobaras y acuarelas de nubes, parecía un cuadro de Turner. Viento y lluvia, nieve; un largo fin de semana por delante para los dos al ardor de la chimenea. El amor siempre espera por alguien.
Introdujo la llave con cuidado en la cerradura curtida de óxido por efecto de los años. Abrió la puerta despacio y se descalzó antes de pisar las baldosas frías, siempre frías. Entró. Se volvió para cerrar el postigo y utilizó también su mano izquierda, todo acompañado de la extraña mueca que siempre hacemos cuando no queremos ser escuchados y la madera roza el límite que jamás traspasará. Caminó de forma sigilosa, de puntas, quizás no tanto, de puntillas. Por el pasillo se iba desprendiendo de su ropa oliendo a humo, los pantalones mojados en los bajos por la lluvia que comenzaba a caer con fuerza, los calcetines humedecidos, la camiseta de rayas que a ella tanto le gustaba? Entró a oscuras en la habitación y se metió en su lado de la cama, despacio, indolente, remiso, sin hacer el más mínimo de los ruidos. Y se giró para abrazarla? Había olvidado que estaba solo... Otra vez.


Relato 228 . 79 palabras
BÁRBARA MÓNICA BENÍTEZ
BUENOS AIRES - ARGENTINA

SÓLO UN PASO
Voló por los cielos y fumé en paz. Eso es el lo que recuerdo del velorio de mi hermano. Él flotaba mirando desde arriba a los que lloraban, sin poder decirles que estaba bien.
Lo sé porque me lo dijo. Le habló a mis pensamientos (aunque ignoro cómo) y me dijo que me calmase; que la muerte no existía; que era sólo un paso.
Así que sonreí y prendí un cigarrillo.
Pensé que mi cáncer también sería lo mismo.


Relato 229 . 93 palabras
BÁRBARA MÓNICA BENÍTEZ
BUENOS AIRES - ARGENTINA

VENGANZA
-Sin camisa y bajo las bombas vio derrotados los malditos cimientos de su megaloma-nía.
Dijo Rodolfo al analista.
- Mi viejo - Dios en la tierra- apenas enviudó se casó. Ese asqueroso ni respetó el duelo por mamá. Yo sabía cuando había tenido sexo porque se paseaba sin camisa.
- ¿Y las bombas?
- A los veintiún años entré al escuadrón antibombas para aprender todo sobre ellas y acabar con su delirio de poder.
-¿Entonces?
Armé dos que coloqué en su auto. Me senté a esperar que subiera. Voló por los cielos y fumé en paz.


Relato 230 . 79 palabras
BÁRBARA MÓNICA BENÍTEZ
BUENOS AIRES - ARGENTINA

SÓLO UN PASO
Voló por los cielos y fumé en paz. Eso es el lo que recuerdo del velorio de mi hermano. Él flotaba mirando desde arriba a los que lloraban, sin poder decirles que estaba bien.
Lo sé porque me lo dijo. Le habló a mis pensamientos (aunque ignoro cómo) y me dijo que me calmase; que la muerte no existía; que era sólo un paso.
Así que sonreí y prendí un cigarrillo.
Pensé que mi cáncer también sería lo mismo.


Relato 231 . 188 palabras
TERESA BUZO SALAS
SEVILLA - ESPAÑA

ACTO DE ALTRUISMO
El anciano pregonero apareció visiblemente conmocionado en mitad de la plaza del pueblo. Su ajado rostro estaba surcado por ríos de lágrimas, las cuales parecían trepar por un laberinto imposible de arrugas. El viejo emitió un sofoco ahogado y dijo a los lugareños que estaban a su alrededor:
-¡Ninguno ha vuelto con vida!-
Al tiempo que aclaraba su garganta sacó de su bolsillo un usado pañuelo de hilo blanco con el que frotó sus húmedos párpados y acto seguido vociferó:
-Se hace saber que tras una discordia por las lindes de sus fincas, los hermanos Alvareros bajo la luz de una luna parda se han apuñalado e impregnado de sangre la siembra y la escarcha. Las tierras de tan infortunado litigio se han quedado huérfanas, pasando a disposición de nuestra humilde comarca. Debemos todos agradecer este desgraciado acto de altruismo rezando por sus almas, y acudir al santo sepelio que tendrá lugar entre ambas lindes al alba-
El viejo quitándose suavemente el sombrero añadió casi en susurros a los que estaban a su alrededor:
- Deseamos que el espacio escogido bajo sus tierras sean del agrado de sus ánimas-.


Relato 232 . 188 palabras
TERESA BUZO SALAS
SEVILLA - ESPAÑA

EL AMOR DE AFRODITA
Cada noche su hijo se acurrucaba entre las mantas y decía:
-¡Mamá cuéntame otra vez esa historia!- .
Ella lo miraba con ojos cansados y tras un largo suspiro comenzaba diciendo:
-Érase una vez una bella diosa llamada Afrodita. Cada mañana tomaba una cesta cargada de amor y salía a repartirlo por el mundo. Un buen día, mientras ella paseaba por la rivera conoció a un joven llamado Baco. Al verlo quedó tan prendida de él que decidió entregarle todo el amor que tenía. El dios Zeus se enfureció al verla llegar con la cesta vacía y como castigo los convirtió a los dos en mortales y ¡colorín colorado este cuento se ha acabado!-
-¿Y fueron felices mamá?-
- Pues? más o menos hijo ¡ahora a dormir!-
Ella cierra suavemente la puerta. Envuelta en la penumbra espera resignada a que llegue su esposo. Él aparece con las luces de la aurora, borracho como de costumbre y gritando enfurecido su nombre. Al tiempo que escucha las pisadas de su marido Alfreda se acuerda de su vieja cesta y se repite asímisma con ironía:
- ¿felices? más o menos si, más o menos-


Relato 233 . 161 palabras
TERESA BUZO SALAS
SEVILLA - ESPAÑA

LA PRIMERA HISTORIA DE AMOR
- El primer día le brindó con besos la claridad del alba.
- Al segundo día le regaló un mar envuelto en caricias.
- El tercer día creó bellos bosques para que embellecieran su hogar.
- Al cuarto día su pasión se elevó a los cielos en forma de sol dorado y de plateada luna.
- Al quinto día danzaron entre coloridos peces y aves cantores.
- AL sexto día invitó a todas las criaturas terrenales a una fiesta para disfrutar juntos de tanta dicha.
- Y al séptimo día descansó.
Luzbel ardorosa desparramaba fuego sobre su cintura, pero él tremendamente agotado no pudo satisfacer todas sus peticiones.
Antes de que el mundo existiera ya había amor y después de su creación? el divorcio más conocido de la historia
(Nota): Han transcurrido varios siglos de enfrentamientos y aún no se ha dictaminado un veredicto que determine a quien corresponde los bienes gananciales. Los eternos pleitos concluirán con una sentencia en firme el día del Juicio Final.
¿Quién ganará?


Relato 234 . 143 palabras
FRANCISCO FUENTES PÉREZ
MADRID- ESPAÑA

U.H.T.
El primer caso fue en Bagdad. Lo recuerdo porque aquel día me pasé la mañana viendo la tele local: iban a dar una noticia sobre mi último poemario. Interrumpieron dos veces la programación.
El terrorista se había quedado dormido la mañana del atentado. En las imágenes se veía a un grupo especial de operaciones entrando en la casa y sacando a aquel hombre en brazos.
Amy vivía en Barstow desde los cuatro meses. A los nueve años y tres días se ahogó en una piscina hinchable con 20 centímetros de agua. Padre tuvo que venir de Irak por segunda vez en cuatro días.
Luego cerraron el país y la gente comenzó a matarse.
A España llegó esta mañana. Alguien grita. La vecina del cuarto no consigue despertar a su marido. Me hubiera gustado aprender a tocar la guitarra. Ojalá mueran todos menos yo.


Relato 235 . 96 palabras
SONSOLES SILVAN MAYORGA
MADRID- , ESPAÑA

MI SOLEDAD, TU SOLEDAD
A mi pequeño, al que no veré andar ni oiré hablar.
Era algo innato en mí. La infidelidad. Ella me visitaba a cada momento del día, sobre todo cuando estaba lejos de él. Me perdía la curiosidad por conocer nuevos chicos, nuevas vidas? Y me aprovechaba de mi atractivo para conocer nuevos hombres y ponerle un poco de sal a mi aburrida vida... Ese puede ser el resumen de mi vida contado a grandes rasgos. Y la conclusión es que existen dos tipos de soledad: la mía y la tuya, hijo mío.
Fdo. Una madre egoísta


Relato 236. 103 palabras
SONSOLES SILVAN MAYORGA
MADRID- , ESPAÑA

LA TELEVISIÓN
Aquella tarde renuncié a salir a la plaza del pueblo a jugar con la Mari y la Tere. En cuanto acabé de comer me cambié rápidamente de ropa... pasé un buen rato rebuscando en el armario qué ponerme. Quería estar guapa, tanto como aquellas personas a las que yo por fin iba a ver en el salón de mi casa y que hasta ahora había visto en el teleclub los domingos a la salida de misa. El 3 de mayo de 1971 entraba la televisión en mi casa, en mi vida... pronto me di cuenta de que no era tan mágica como pensaba...


Relato 237 . 145 palabras
SONSOLES SILVAN MAYORGA
MADRID- , ESPAÑA

ALGO QUE CONTAR
Era algo innato en mí. La curiosidad. Ella me visitaba a cada momento del día, tanto que llegó a ser diagnosticada como enfermedad. De pequeña me pasaba horas mirando a una ventana e imaginando lo que allí ocurría. Tengo que confesar que aún hoy se me van los ojos ante cualquier ventana o puerta abierta que encuentro a mi paso y me deje adivinar un rastro de vida en su interior. Todo en busca de una historia. Siempre quise ser una gran escritora, pero mi talento se vio truncado por mi obsesión en busca de algo que contar. Hoy escribo estas letras tras los muros de un psiquiátrico. Los motivos los dejo a su imaginación, sólo puedo decir que fue en busca de una buena historia. El resto, es posible que algún día llegue a sus casas impreso en papel. Pero solo es una posibilidad.


Relato 238 . 166 palabras
SARA VEIRAS
MADRID - ESPAÑA

EL AMOR EN LOS MESES DEL CÓLERA
Anhelando dormir, respiró profundamente. Contuvo el aire y su abdomen se hinchó hasta alcanzar la dimensión de un globo capaz de elevarse por encima de aquellos muros.
Le esperaban cinco horas de felicidad en brazos de Morfeo y como siempre, antes de despertar, compartiría con ella una taza de té:
- Hoy he visitado el laboratorio de Melquíades -dijo, saboreando la deliciosa mezcla, que ella preparaba como nadie-. Es un gran científico. Ha diseñado una taza que lleva un micrófono incorporado. Se activa al entrar en contacto con un líquido caliente. Les regalará un ejemplar de su invento a varias mujeres y podrá escuchar sus conversaciones. Quiere formar una familia con aquella que manifieste mayor compresión y lealtad.
Ella se despertó sobresaltada, como todos los días desde que él cayera preso y se viera obligado a permanecer en aquel lejano lugar... Corrió hacia la cocina, calentó el agua y llenó la taza. Respiró profundamente, el exquisito aroma calmó su ansiedad:
Te esperaré toda la vida -le dijo.


Relato 239 . 178 palabras
SARA VEIRAS
MADRID - ESPAÑA

LA PROFECÍA
El entramado social reveló fisuras que provocaron el derrumbamiento de las instituciones. Miles de personas que lo habían perdido todo reclamaban justicia. El cielo se atiborró de cohetes llenos de emprendedores en busca de otros mundos. Mientras el mar quedó cubierto de cayucos repletos de víctimas que intentaban huir del hambre. El letrado, un experto en satisfacer a los oyentes con esperanzadores discursos, esta vez no supo qué decir, y buscó refugio en sus recuerdos. Allí el deseo infantil se saciaba intercambiando historietas de espías por gominolas. ¿Qué había sido de aquellos niños?, se preguntó, pero sin respuesta volvió a lo suyo, dictaminar la sentencia. El veredicto resultó inapelable, aunque sirvió de poco, porque no se podía encarcelar a la naturaleza humana, que con su egoísmo había causado aquel desbarajuste. Sólo cabía volver a empezar, erradicar la codicia, aprender a compartir, elegir entre leer una historieta o comer una golosina. "Quererlo todo para sí representa el principio del fin", explicó el letrado en el último minuto, antes de que la cuerda sujetada por la multitud estrangulara su voz.


Relato 240 . 141 palabras
IRÈNE GUINEZ
BARCELONA - ESPAÑA

ABONADO AUSENTE
Aquí el contestador de Álvaro GOMINA, en estos momentos no estoy, deje su mensaje después de la señal. Gracias. Bip.
-Álvaro, soy yo Clarisse, sé que estás aquí, tengo que hablar contigo, por favor contéstame!
- Aquí el contestador de Álvaro GOMINA, en estos momentos no estoy, deje su mensaje después de la señal. Gracias. Bip.
-Álvaro, no me hagas esto, tenemos que vernos, te has ido sin darme explicaciones, por favor dime algo!
Aquí el contestador de Álvaro GOMINA, en estos momentos no estoy, deje su mensaje después de la señal. Gracias. Bip.
-Álvaro, basta ya, no tiene gracia, dime algo, dame una oportunidad, te juro que voy a hacer un disparate?
-¿Bip?
-¿Álvaro? Por fin, cariño, por fin puedo decirte lo mucho ?
-No señora, soy el contestador automático, por favor deje su mensaje después de la señal. Bip, bip, bip?


Relato 241 . 129 palabras
IRÈNE GUINEZ
BARCELONA - ESPAÑA

ALQUIMIA CONTRA EL DESAMOR
Ingredientes:
Gotas de ira pero no demasiado
Pizca de celos
Puñado de animosidad
Restos de hostilidad
Algo de rencor
Kilos de resentimiento acumulado
Preparación:
Cortar a trocitos la hostilidad, rallar los celos, desmenuzar el rencor, amasar la
animosidad (si se deja), derretir la ira en una cacerola y machacar con fuerza el
resentimiento.
Dejar reposar unas horas con un trapo a temperatura ambiental.
Mezclar todos los ingredientes en una fuente.
Añadir un poco de indulgencia, perdón y comprensión.
Cocer a fuego lento, que haga "xup xup" durante tres horas.
Dar vueltas con cuchara de madera hasta que baje la presión. Si no bajara, añadir
unos gotas de ron.
Resultado:
Debe ser cremoso, tierno, fundente, listo para consumir en caso de ira incontrolable.
Acompañar con copa, puro y buen humor.


Relato 242 . 134 palabras
IRÈNE GUINEZ
BARCELONA - ESPAÑA

CREACIÓN
La había perdido. Perdido para siempre. La estuvo buscando por todas partes, en el cuarto de baño, ella era muy coqueta, en la biblioteca de la casa, le encantaban los libros, fuera en la calle, por si hubiera querido tomar el aire, en la cama, por si hubiera querido dormir un rato, en el sofá del salón, a veces estaba agotada y se quedaba pensativa. Pero ni rastro de ella.
Estaba disgustado, la quería tanto, sentía adoración por ella, ella era muy buena, más que
esto, era excelente, original, genial y no venía a menudo a verle. Cuando estaba con ella,
estaba sobre excitado, eufórico, exaltado. Sentía tanta admiración, su presencia era un honor; era excepcional y no la encontraba. Así se lamentaba el escritor inspirado que, por una vez, había tenido una idea.


Relato 243 . 195 palabras
EVA LOZANO CARPENTE
ALTET (LLEIDA) - ESPAÑA

JUEZ Y PARTE
Alguien me ha enviado sin contar con mi aprobación. No quiero desnudarme ante sus ojos, rasgar mi intimidad y dejar al aire mis pensamientos más íntimos. Aún guardo las cenizas que dejó su paso. Nadie me ha explicado cómo terminar el relato y dar media vuelta sin mirar atrás.
Nos conocemos. ¿Recuerda? ¿Sabe dónde queda aquel lugar donde vamos mientras dormimos? ¿No le resultan familiares los objetos más surrealistas, no transmutan las personas en pleno discurso, no hay enanos y gigantes en sus sueños? Pues allí estaba usted. En el mío. Plantado como un árbol. Desplegando sus ramas hacia el cielo. Me acerqué a tocar su tronco, y de pronto empezó a arder. Sus hojas se convirtieron en papeles. Yo era uno de ellos, con un texto íntimo, donde usted y yo éramos los protagonistas. Usted leía, y su lectura extinguía el fuego. Puntuaba, descartaba. Me cogió en sus manos, me reconoció. Éramos uno: yo no era sin usted ni usted sin mí. Nos abrazamos, ¿recuerda? De pronto nos encontrábamos charlando en un bar. Y nos despedíamos.
Caí dormida y el sueño me permitió despertar después. Y ahora estoy aquí. De nuevo en sus manos.


Relato 244 . 147 palabras
EVA LOZANO CARPENTE
ALTET (LLEIDA) - ESPAÑA

YO NO SOY
Te conozco y no sé de qué. Me suenan esos ojos de duda inquisidora. Igual nos hemos visto antes, qué curioso...
Me asaltan las dudas. No sé bien si hablarte de lo que había preparado. Si ya me conoces no servirá de nada volver a lo de siempre. Tendré que inventarme algo nuevo, diferente. Qué rabia, tendré que volver a empezar...
Dejaré de pensar en si nos hemos visto antes, porque hay algo que me inquieta en todo esto. No son sólo los nervios normales de encontrarme aquí, en esta situación, ante ti, expuesto a tus juicios.
Ay, perdóname. A veces no sé ni lo que digo. Si en realidad yo no soy nadie, y no puedo tener sentimientos. Yo sólo soy un texto. No me mires con esos ojos... Yo quería contarte una historia, gustarte, y tú has venido a despistarme con esa mirada tan inquietante...


Relato 245 . 144 palabras
EVA LOZANO CARPENTE
ALTET (LLEIDA) - ESPAÑA

YO NO HE SIDO
Sonaba el teléfono y nadie se movía. Los padres, desde la terraza, parecían no escucharlo, y el servicio, en la cocina, permanecía inmóvil, en silencio. De vez en cuando el tono cesaba, para volver a resurgir después, si cabe con más fuerza.
Nil jugaba en su cuarto. Cada superhéroe cumplía una misión. Spiderman trepaba por el edificio para obtener una mejor perspectiva. Hulk destrozaba los tanques enemigos a puñetazos, a lo loco, sin ton ni son, como poseído. Batman, cómo no, escapaba con Catwoman en su Batmóvil, siempre escaqueándose, sin prestar atención al equipo. Nil desconfiaba de él. Nunca seguía sus instrucciones, siempre iba a la suya, y, de todos, le parecía el más sospechoso.
El teléfono no paraba de sonar. Empezaba a molestarle. Tendría que cogerlo. Nadie se movía.
-¿Diga?
-¿Están tus papás?
-No. Ya no queda nadie. Creo que ha sido Batman.


Relato 246 . 178 palabras
OSVALDO PÉREZ PADILLA.
YARA, GRANMA, CUBA

DURA REALIDAD.
El momento tan esperado por ti ha llegado, ella se desnuda. Como en mar sereno el flujo de luz transporta cada detalle de su silueta hasta tu iris y desde allí navegan hasta el torbellino de tus pupilas y son tragados cada uno de los detalles trepando por el nervio óptico hasta el órgano mandante.
El "jefe" ordena a tu corazón que aumente el flujo de sangre a otro órgano, uno que no manda, sino que obedece adoptando la actitud de erección, por el henchido de sus cavernas. Piensas que ella al ver la desmesurada medida del órgano cavernoso, te pedirá que le encienda su fogata con tu tea.
Mientras tus pupilas siguen tragando imágenes de su cuerpo y el órgano mandante procesándolas para luego prescribir a todo tu organismo su comportamiento preciso.
Transitas por el sendero de la ilusión hacia ella y cuando estás a milímetros de penetrar sus entrañas, entonces el maldito órgano mandante da la orden a la tea de que flamee con llama blanca y espesa. Ella te mira y se da la vuelta.


Relato 247 . 96 palabras
OSVALDO PÉREZ PADILLA.
YARA, GRANMA, CUBA

NOVIA DEL...
Despierto al sentir tus dedos prendiéndome y todo mi cuerpo se energiza. Entonces tu mirada no se aparta de mí, apenas parpadeas. Mi amor a tu lado me siento extasiada, pero todo cambia cuando me ordenas, valiéndote de tus mañas, que indague entre mis colegas de la bolsa sobre informaciones secretas que utilizarás en transacciones fraudulentas y que luego te reportan grandes ganancias. Te sonríes con ese rictus que asumes a manera de satisfacción, en ese momento me siento como una prostituta manejada por su chulo. Parece no importarte mis?, porque te despides, dejándome sin energía.


Relato 248 . 198 palabras
OSVALDO PÉREZ PADILLA.
YARA, GRANMA, CUBA

AHORA SI SE MUEVE.
Observas el alacrán que clava su aguijón en un pezón de ella, el que más te gusta besar, succionar, morder. Termina de inyectar su veneno y ella no se mueve.
Después de marcarla, viaja hacia el sur del ombligo y tú lo miras, sonríes, recuerdas las tantas veces que tus labios y lengua transitaron ese sendero, observas para ver si va hacia el lugar en que otras veces lamiste, la húmeda selva, ella le decía y que tu bautizaste como el monte del gran cañón.
El bicho continúa y ella no se mueve. Pero, ¿qué haces?, estas loco como vas a tomar rumbo opuesto al escorpión. Después de besarle los pies, tus labios trotan por la pierna de ella hacia el norte de su cuerpo, parece que quieres llegar primero que él al gran cañón. Como un arácnido clavas tus colmillos en su muslo, pero ella no se mueve. Apuras tu trote, sin embargo, él está más próximo que tú al objetivo, das un salto y te le enfrentas. Su aguijón está frente a ti?
Despiertas y la ves como comienza a tragarse por su gran cañón tu muñeco y? ahora si se mueve.


Relato 249 . 181 palabras
OLGA RUIZ TRINIDAD
TOLEDO, ESPAÑA

PUNTO DE INFLEXIÓN*
No sé si escribo desde la rabia, desde la furia, desde el desconcierto, desde la gran mierda o desde el lado más oscuro y malo que anida en mí. Sufro.
Y da igual lo que haya pasado hoy, o ayer, o lo que pueda pasar mañana. Estoy en medio de la nada mirando al suelo y viendo como poco a poco los folios escritos se mueven a su antojo, riéndose, haciendo la ola, el trenecito y bailando la conga. Suspiro resignada; ya ni eso puedo controlar. Observo un ejército de sublevadas palabras que han formado frases-filas y me apuntan sin piedad. Fuego, gritan. Fumo y Sufro.
Aquel que habita en la latitud 0º 11' 25''N- longitud 0º 75'29''E me manda un mensaje cifrado que traducido confirma la existencia de un lugar llamado basurero que me recomienda visitar. Qué romántico, me digo. No esperaba menos. Persisto en mi desorden. Escucho música, fumo pero ya, sin saber por qué, me parece que no sufro.
*Dícese del punto impreciso espacio-tiempo donde los problemas existen pero nos dejan de importar.




Relato 250 . 168 palabras
OLGA RUIZ TRINIDAD
TOLEDO, ESPAÑA

LENTES
Escrito el relato observo que es imposible mejorarlo. Cuento palabras y está redondo: mil caracteres incluidos espacios. Siento la punzada en el estómago, síndrome de magia y perfección, quizás la esperanza de que algo bueno hay detrás de esta historia tan simple. Pero, aún así, no me fío: repaso los verbos, los adjetivos usados, las tildes, la ortografía y en general todos los signos de puntuación. Pues no, no, no, sabiendo lo imperfecta que soy, no sé ni cómo ha quedado esto tan perfecto. No hay error. Y entonces veo cómo se mueven despacito pero con buena letra, así, muy bien, al ritmo, buscando su espacio. En orden, uno tras otro, formando frases. Me enfado: Ya os he dicho mil veces que no os disperséis, no juguéis al corro de la patata que ya sois mayorcitos. Venga, caracteres, ánimo, hay que conseguirlo. Sí, sí, por fin: tan juntitos y preciosos. Sólo queda una última comprobación, tendría que ponerme las gafas de hipermétrope por si acaso hay algún esquirol.

Relato 251 . 199 palabras
OLGA RUIZ TRINIDAD
TOLEDO, ESPAÑA


LOS CRISTALES BONITOS
Llevo tiempo buscando los cristales bonitos. Sé que estaban en un baúl chino, dentro de una bolsa de terciopelo, entre un soldadito de plomo y una Nancy enfermera o esa fue la última vez que recuerdo haberlos visto. Mi madre se empeñaba en guardarlos siempre que me despistaba, por miedo a que me los tragase o los perdiera; por eso, encontrarlos era siempre tan divertido ¡Serendipity!, -gritaba al localizarlos dentro de la funda del sofá, o dentro de una maceta, o en el falso fondo de un armario del baño, o en una tulipa de una antigua lámpara de lectura, por citar algunos ejemplos. Iban apareciendo y desapareciendo sin orden en los lugares más inverosímiles. Ella me decía que los cristales tenían alma y se colocaban en aquellos sitios donde eran puntualmente más felices. Y yo me lo creía.
Mi madre murió hace dos años y desde entonces, encontrarlos se ha convertido en mi obsesión. Sé que los cristales bonitos están aquí, en algún lugar de la casa, y son unas valiosas joyas como así lo confirman los certificados de autenticidad que encontré junto al testamento. O?, quizás, puntualmente, fueron felices en el bolsillo de mi madre al morir?



Relato 252 . 149 palabras
ANGELES ROSIQUE LABARTA
BARCELONA - ESPAÑA


PAN DE ORO
Maruchi como la llamaban en el barrio había dejado de sonreír, hacía unos meses que su divertida expresión había cambiado por una mueca de miedo, vergüenza. Su rostro se había maquillado de un tono violáceo, sus ojos se estaban nublando a medida que venia el otoño. Cuando salía de casa intentaba aparentar ese estado que ella anhelaba tanto de felicidad, ese sentirse querida, pero su expresión la delataba. Entraba a las tiendas cuando no había clientela, ella pensaba que nadie la veía, pero todos la miraban con pena, pero con omisión. Todos sabían la vida que llevaba y a pesar de eso se sentían alejados de aquella realidad. Su silencio diario hacía mella en su rostro y en su vida, había sido la persona más divertida, más querida, pero el tren de la vida hizo que en una estación encontrara a su verdugo, y allí se apeo.
Lois Tarranco



Relato 253 . 199 palabras
JUAN LUIS ETXEBERRIA AJONA
DONOSTIA - ESPAÑA

O.K.
Fría y calculadora. Al fin había encontrado un paralelismo entre la expresividad emocional de mi pareja y el instrumento que regía mi vida de contable. Con una pequeña diferencia. A mi querida niña de Texas Instruments le gustaba nuestra relación. Problema, resultado. No nos pedíamos más. Y con un poco de sol le bastaba para mostrarse en plenitud de facultades.
Bajo el sol conocí a mi pareja. Y bajo él me disponía a dejarle, en una terraza veraniega con buenas vistas. En medio, un soliloquio por mi parte, respondido con la indiferencia de unos ojos escondidos bajo unas gafas oscuras. "OK", musitó sin mayores alarmas cuando le pedí que devolviera sus llaves, que lo nuestro se había acabado.
Ya en casa, recapacitando sobre lo sucedido, fui presa de una extraña excitación. La imaginé cambiando sus pilas. Enchufada a la corriente, vibrando con la electricidad. Calculando en silencio. Respondiendo entre tics sonoros, rebuscando las opciones en lo más profundo de su insensible ser.
Asumir la revelación amorosa fue sencillo. Lo complicado fue explicarle al señor Juez que lo que quería era casarme y compartir toda esta vida y parte de mi criogenia con ella. Mi querida compañera. Mi querida calculadora.



Relato 254 . 196 palabras
BÁRBARA ASNAGHI
LA PLATA, BUENOS AIRES. ARGENTINA
.
GUTTENBERG
Una fresca mañana de octubre, la Dra. Guttenberg llegó más temprano de lo habitual al laboratorio genético de Nueva York. Con el esfuerzo demandado por su pesado cuerpo subió la inmensa escalera de piedra del museo.
Dejó su portafolios en el piso y extrajo de un frigorífico rectangular dos pequeños tubos, con gran cuidado y los ojos desorbitados. Su respiración era irregular, pero sus movimientos precisos. No quiso encender la luz. Colocó los tubos a un costado de microscopio y se puso los guantes para evitar el contacto con la sustancia a examinar.
Los ojos café, con sus respectivas ojeras, se aproximaron al artefacto. Probó varias distancias para asegurarse de que todo funcionara con exactitud. Luego se volvió a los tubos y los miró, desconfiada.
Con taquicardia, quitó de uno de ellos una sustancia roja; del otro, simple papel. Colocó ambos contenidos sobre el vidrio, y los superpuso con una pinza esterilizada.
Dos ojos, abiertos sobre el moderno telescopio, leyeron línea por línea:
-"Sobre el microscopio puede leer su propia vida, escondida letra por letra en cada una de sus células. Ahora cree que es la palabra la que genera la vida y no al revés."



Relato 255 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 3a). los relatos se presentarán por correo electrónico
como documento adjunto . Envía relato en el cuerpo del correo



Relato 256 . 25 palabras
SANTIAGO MATEOS
CÓRDOBA - ARGENTINA.

METAS
Siendo un prestigioso abogado, sentía una angustiante frustración delante de su interminable colección de diplomas.
Defraudó a su padre, y otras tres generaciones de payasos.


Relato 257 . 200 palabras
NÉLIDA DEVESA GÓMEZ
MADRID - ESPAÑA
BASURA, BASURA, BASURA.
Basura, basura y basura. Miró sus últimos trabajos y sintió vergüenza de sí mismo. Se levantó y corrió hacia el cigarrillo que se posaba al otro lado de la habitación. Dio una fuerte calada, como si fuera la última de su vida, como si fumar fuera a resolver sus problemas. Se agarró del cabello con violencia y lanzó un alarido. Volvió al ordenador y contempló atento las piezas de nuevo. Quizá hubiera alguna que considerar aceptable. Con lentitud. Como si la calma fuera a ayudarlo esta vez. No, no había nada. Nada que pudiera salvar. Todo era una auténtica mierda. Volvió a dar una calada a su cigarrillo, esta vez, muy cabreado. Pues sí, todos tenían razón. Comenzó a dar vueltas por la sala. Rápido, cada vez más rápido. Soy una decepción. Todos tenían razón. Soy una decepción. Un mediocre. Me he relajado. Soy un mediocre. No paraba de repetir mientras se precipitaba en círculos. ¡Mierda! Dio una patada a la calefacción. Y comenzó a llorar. Con amargura, casi sin respirar. No se lo había dicho a nadie, pero a veces, cuando estaba muy irritado, no podía evitar lloriquear. Se acurrucó en sí mismo y se preguntó ¿y ahora qué?


Relato 258 . 90 palabras
SANTIAGO MATEOS
CÓRDOBA - ARGENTINA.
GIRANDO.
En la moneda que se lanzó al aire, las caras luchan por ser elegidas. Cada una por su lado, hace fuerza por quedar arriba. Del lado brillante, pasan al oscuro, mientras la trayectoria se concreta. Una canta victoria en la palma del desconocido. Eufórica, no detiene su festejo, mientras (al opuesto) la oprimida, paciente, hace silencio.
Ella sí sabe que el juego no ha terminado. Aún falta el giro fatal sobre la otra mano, que la dejará triunfante en este aleatorio y macabro juego, donde gana quien menos lo espera.


Relato 259 . 107 palabras
SANTIAGO MATEOS
CÓRDOBA - ARGENTINA.
LA AVENTURA DEL HOMBRE.
Examinaba una especie con su lupa, y le resultaba estúpidamente extraña: Quien tenía un poco de alimento en sus mandíbulas, en lugar de comerlo, corría para entregárselo (entero), a otro que se lo reclamaba. Éste, a su vez, lo mezclaba con algunas sobras, y dándole dos o tres mordidas, se lo entregaba rápidamente a otro que se lo exigía. Quien lo recibe, vuelve a mezclarlo con más porquerías guardadas, y se come brutalmente una bola sobredimensionada de alimento, quedando inmóvil por su gula.
Una vez que puede moverse, recoge todas las sobras, las pone en venta... el primero las compra... y este cuento parece no tener final.


Relato 260 . 198 palabras
FRANCISCO AMADO PINEDA
MÁLAGA - ESPAÑA
EL NIÑO Y EL POZO
El niño se asomó al pozo pero no vio nada, estaba completamente oscuro, así que decidió tirar una pequeña piedra para comprobar si en el fondo había agua. El niño esperó unos segundos pero no escucho nada, siguió esperando unos minutos más, pero seguía sin escuchar nada, pasaron horas, días, meses, años y el niño que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en un hombre, seguía sin escuchar el sonido de la piedra al estrellarse contra el agua. Entonces pensó que tal vez la piedra era demasiado pequeña y que al caer en el agua no había producido un sonido lo suficientemente fuerte como para que él lo hubiera escuchado, así que decidió echar una segunda piedra tan grande que casi no podía con ella. Pasó el tiempo y el hombre seguía sin escuchar ningún ruido, el pelo se le fue volviendo blanco y su piel se arrugaba progresivamente. Llegó el momento en el que el anciano se cansó de esperar y se fue a su casa pensando que el pozo no tenía fondo.
Pasados unos minutos, después que el viejo abandonara el pozo, un pájaro que se encontraba posado en el brocal salió volando de repente.



Relato 261 . 169 palabras
FRANCISCO AMADO PINEDA
MÁLAGA - ESPAÑA
VIVIR
Hoy escribo cosas que podría haber sido, pero que nunca fui. Cosas que una vez estuvieron en mi mente pero que nunca se hicieron realidad. Cosas que ocuparon mis sueños pero que nunca pasaron. Hoy escribo cosas.
Por ejemplo podría haber sido trapecista, por qué no, arriesgar mi vida saltando de trapecio en trapecio sin ningún tipo de medida de seguridad, ni redes, ni nada de nada. O mejor, equilibrista, eso sí que es arriesgar.
Aunque también podría haber sido inventor. Haber buscado la solución a algún problema creando un novedoso artilugio.
Podría haber sido escritor, bueno no eso no, no se me da demasiado bien escribir.
También podría haber sido astrónomo y pasarme toda la noche mirando las estrellas, aunque eso también lo puedo hacer sin tener que convertirme en astrónomo.
Piloto de aeroplanos, eso sí que hubiera sido genial, todo el día paseando entre nubes.
Podría haber sido tantas cosas. Sin embargo ahora no soy nada tan solo polvo en un cajón a dos metros bajo tierra.


Relato 262 . palabras
FRANCISCO AMADO PINEDA
MÁLAGA - ESPAÑA
FIN.
No envia el relato adjunto.


Relato 263 . 158 palabras
PEDRO NEL NIÑO MOGOLLÓN,
LOS PINOS, BUCARAMANGA, COLOMBIA,
INHERENCIA
A José, caminando bien en
una sola pierna.
Por los estragos de la diabetes, tuvieron que amputarle la pierna derecha. La gangrena no daba espera. No aguantaba más ese intenso dolor, una barra de hielo por fuera y una brasa ardiente por dentro. Y ese olor a podrido, a carne muerta, que se esparcía por toda la habitación.
Algunos días, se despertaba con dolor en la pierna ausente y decía que no sólo la sentía ahí junto a la otra sino que también la veía pegada al resto del cuerpo, tan grande y velluda como en realidad era. Que en lugar de nada, preferiría tenerla así fuera una bola negra y maloliente.
Una mañana, al despertarse, sintió que la pierna fantasma no le dolía, que estaba completamente sana como cuando era un gran deportista. Se levantó, apoyado en los dos pies, y empezó a caminar normalmente. Las muletas quedaron colgadas en el muro contiguo a la cama ortopédica.


Relato 264 . 132 palabras
MARÍA JOSÉ LAGUNA CASTRO
GRANADA, ESPAÑA
EL SÉPTIMO CIELO
No tengo mucho que decir al mundo.
Solo que me perdone por todas las imprudencias desaforadas, todas esas veces que intenté mantener la boca cerrada y finalmente se abrió, por soñar despierta tanto que algunas veces casi llegué a distorsionar la realidad?por seguir creyendo en lo imposible después de tantos y tantos "noes", por no seguir la corriente que nos arrastra a todos sino empeñarme en ir río arriba.
Me llené los bolsillos de arena y paseé por una orilla muy larga. Corrí, sí, allí que no llegaba el dolor, y volé alto, altísimo, con la imaginación, hasta el borde del infinito? y entonces salté la valla. Lo que encontré iba mucho más allá de todo ideal consagrado: un vastísimo papel en blanco.
La mejor alfombra para el cortejo más espléndido?

Relato 265 . 73 palabras
SILVIA CABALLERO OLIVA
VALENCIA - ESPAÑA
LO EXCULPATORIO
Aprendió a caminar sobre la arena, por eso luego la dureza del asfalto le hacía perder el equilibrio a cada paso. Al poco tiempo, le hundieron las costillas buscándole un pulso que, una vez de regreso, nadie pudo asegurarle si era el mismo. Antes que a leer le enseñaron a mover piezas de ajedrez. Y como no podía recordar ninguno de estos hechos, durante el interrogatorio les enseñó la costilla aplastada y bostezó.


Relato 266 . 177 palabras
LUIS ALBERTO PÉREZ CÁRDENAS
ALBUQUERQUE, NUEVO MÉXICO. ESTADOS UNIDOS.
ESPECIE EN EXTINCIÓN
El laboratorio parecía algo así como el Arca de Noé, sólo que no había tanta variedad como en la gesta bíblica. Una sola especie ocupaba las pequeñas habitaciones que servían para el apareamiento; las más amplias se destinaban a educar a las crías. Esta vez no se podían cometer los mismos errores. Se necesitaban ejemplares más aptos para las actuales condiciones de la Tierra. Pero debía ser al natural. La época de la clonación había terminado.
Todo estaba listo. El Creador podía sentirse satisfecho de su obra. Temprano en la mañana, los sementales, las hembras y sus crías fueron ubicados en las naves que los transportarían a la Tierra. La Antártida -ahora sin calota de hielo y cubierta de helechos- sería el lugar adecuado para readaptar a la especie en peligro de extinción.
Cuando las naves abrieron sus puertas sobre el pasto verde que cubría el pequeño valle, avanzaron hombres, mujeres y niños, dispuestos a dejarse transformar por la naturaleza. Al mismo tiempo, se acercaban a olfatearlos, desconfiados, algunos de aquellos animales que lograron sobrevivir al raciocinio.


Relato 267 . 42 palabras
LUIS ALBERTO PÉREZ CÁRDENAS
ALBUQUERQUE, NUEVO MÉXICO. ESTADOS UNIDOS.
EXTRAÑA AMISTAD
Nos echaron a pelear ante la mirada excitada de la gente.
-¡No sean crueles! -balbuceó una señora.
-¡Qué gane el mejor! -sentenció un joven fortachón.
Entonces pensé mientras mordía una pata de mi oponente: ¿No que somos los mejores amigos del hombre?


Relato 268 . 49 palabras
LUIS ALBERTO PÉREZ CÁRDENAS
ALBUQUERQUE, NUEVO MÉXICO. ESTADOS UNIDOS.
OTRO PUNTO DE VISTA
El murciélago se cansó de ver el mundo al revés. Entonces decidió cambiar su posición en el callejón oscuro donde pasaba el día. Apoyó sus patas sobre el suelo como los humanos sus pies. Y cuál sería su sorpresa cuando descubrió que el mundo seguía de la misma forma.

Relato 269 . 122 palabras
FRANCISCO ENRÍQUEZ MUÑOZ.
ECATEPEC ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO.
MONSTRUOS
De pronto los militares que se hallaban dentro de la casa salen llevando a empujones y culatazos al diablo. Detrás de ellos corre una bruja más o menos joven gritando y tomando de las mangas al conscripto de la retaguardia. Éste le da un codazo. Desde el suelo la bruja grita CRIMINALES HIJOS DE PUTA. El soldado se vuelve, le apunta y dispara, mientras ya al diablo lo están subiendo al camión. Detrás de la bruja que se desangra, viene un diablito de pantalón corto llorando y dando gritos. El soldado le apunta y por segunda vez hace fuego, demostrando su perfecta puntería. En pocos minutos el camión parte y, salvo dos cadáveres bajo el foco esquinero, la tranquilidad retorna al pueblo.


Relato 270 . 46 palabras
FRANCISCO ENRÍQUEZ MUÑOZ.
ECATEPEC ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO.
APLAUSOS
Cierta tarde, un científico dejó caer a un bebé desde la terraza de un rascacielos.
Mientras el crío iba cayendo, su arrojador anunció a los presentes que aquella vida se extinguiría al impactar contra el suelo.
Su vaticinio resultó correcto.
Y todos los presentes le aplaudieron.


Relato 271 . 152 palabras
FRANCISCO ENRÍQUEZ MUÑOZ.
ECATEPEC ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO.
ESO PASA SI NO SE USA
Había una vez una hermosa princesa; rubia, muy rubia, y de ojos azules y grandes. Su cabello largo y sedoso le caía sobre los hombros bien formados y sobre su grácil espalda. Sus manos eran suaves, y sus labios muy rojos. Cuando entraba esta princesa en cualquier estancia del palacio parecía que el ámbito se iluminara, si era de noche, y de día se tenía la impresión de que el sol esparcía sus reflejos con mayor generosidad. Pero la princesa se sentía triste, muy triste. ¿Por qué se sentía triste la princesa? La princesa se sentía triste porque ya tenía treinta años y no conocía más pene que el que formaban alternativamente dos dedos de su mano derecha y dos dedos de su mano izquierda. Así llegó la fecha de su siguiente regla y entonces, en lugar de sangre, surgió un montón de polvo grisáceo y un par de inmensas, espesas telarañas.


Relato 272 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 273 . 60 palabras
VANESSA ANJANETTE CUEVA ELERA
ANTOFAGASTA, - CHILE
CUIDADO CON LO QUE DESEAS
Había una niña que gustaba de cantar
Pero cuando lo hacía
Los que la escuchaban
Tenían ganas de llorar.
Un día comiendo, un hueso tragó
Y a su garganta un daño irremediable propinó.
Al saber la noticia la gente palideció
Porque la negra conciencia a todos pesó.
Con mucha pena el doctor exclamó:
"¡La niña atragantada con un hueso murió!".


Relato 274 . 92 palabras
VANESSA ANJANETTE CUEVA ELERA
ANTOFAGASTA, - CHILE
EL MONSTRUO
Dos camas, un sillón, una mesa de tres patas, dos bolsos color rojo, una hornilla y una lámpara, nuestras cosas en la calle. Le tomo la mano a mi mamá y me dice: - Eres mi hombrecito... Un ruido extraño interrumpe a mamá, volteamos y vemos al monstruo, tiene un brazo enorme que pasa por encima nuestro y suelta una cabezota redonda que cae sobre la casa una y otra vez. A mí se me olvidó un autito dentro de la pieza? mamá, a usted se te quedó la sonrisa en la cocina.




Relato 275 . 90 palabras
VANESSA ANJANETTE CUEVA ELERA
ANTOFAGASTA, - CHILE
EN EL CENTRO
Déjame hacer una llamada, por favor.
¡No!
Una llamada corta, no es nada.
Ya te dije que no.
No me gusta que me espere despierta hasta tan tarde, déjame avisarle.
Bueno, ¡rápido!
Alo? Sí, sí mi amor, llego tarde hoy. Eh, si, duerma tranquila no más. Sí vieja, me cuido, un beso, chao.
Ya, ¡trae para acá!, ahora dame también la billetera, el reloj y el anillo.
No, el anillo ya me lo robaron ayer, toma el resto? y vete con cuidado muchacho, es peligroso el centro a esta hora.


Relato 276 . 197 palabras
JOSÉ IGNACIO SEÑÁN CANO
MADRID - ESPAÑA
CLASES PRÁCTICAS
Nuestra facultad había formado durante años a profesionales destacados en todas las disciplinas del Derecho. Sin embargo, el nuevo profesor de Penal introdujo una variante. Una variante que proponía resolver casos reales en el aula. Casos que, para ser reales, debían ser provocados por delitos cometidos allí mismo.
La idea parecía un tanto descabellada, teniendo en cuenta que no estábamos acostumbrados a cometer tales delitos, y sin embargo desde las primeras clases nos sedujo aquel juego de despropósitos.
Empezamos con juicios de faltas por pequeños hurtos. Alguien del aula conseguía hurtar algún objeto de algún compañero, y cuando era descubierto, se le arrestaba y se procedía a juzgarle con todas las garantías procesales pertinentes, y con más o menos discusiones sobre atenuantes, agravantes y todo tipo de condenas.
Algo más delicados fueron los juicios por robos con fuerza, ya que había gente que no entendía que aquello era una práctica, y en alguna de las clases se vivieron momentos de máxima tensión.
El temario referente al asesinato no pudimos terminarlo. El profesor siguió explicando la teoría mientras intentaba limpiarse la sangre de la camisa, y ordenaba que nadie tocara el cadáver.
La policía no tardó en llegar.


Relato 277 . 190 palabras
FRANCISCO ESPINOSA JARAMILL
QUERETARO - MEXICO
LA PIEDRA DEL GIGANTE
Hace tiempo hubo una crisis muy fuerte en un pueblo, que hasta el rey trabajaba sin parar debido a su mala situación, toda la humanidad pasaba días sin probar alimento y viéndose sin salida.
En el centro del pueblo estaba la piedra del gigante, que por milagrosa todos le pedían ayuda.
Pero siempre que pasaba el rey frente a dicha piedra, observaba a un hombre que no tenia manos parado sobre la piedra que se paraba en un pie y se cambiaba al otro con rapidez, riéndose sin parar.
El rey admirado le preguntó, -¿cómo es que tú, sin manos estas sonriendo y bailando ante esta situación, y yo, que soy el rey tengo que trabajar todo el día?.
Contestó el hombre sonriente, -no estoy bailando, lo que sucede es que tengo mucha comezón y no me puedo rascar, por esa razón he venido a la piedra para que me ayude, ¿podría ayudarme usted?.
Pensó el Rey, -las cosas no son como se ven, porque las vemos de acuerdo a lo que pensamos.
Por esta razón, si en esta crisis mira bailar a su vecino, quizás no sea de felicidad.


Relato 278 . 166 palabras
FRANCISCO ESPINOSA JARAMILL
QUERETARO - MEXICO
ORGULLOSO
Hubo un Rey muy poderoso llamado Carlos, tenía de mayordomo un anciano llamado Juan.
Un día llegó un joven fuerte, ágil, deseoso de triunfar, y dijo: -Majestad Juan esta viejo, usted necesita un mayordomo nuevo, yo soy joven, fuerte y he venido a remplazarlo.
En ese momento un carruaje cruzaba las tierras reales, el Rey dijo al joven,
-ve e investiga quien se atreve a cruzar mis tierras.
El joven fue veloz en su caballo, regresó y dijo: -es don Fernando.
El Rey preguntó ¿qué lleva?.
El joven fue en su caballo, regresó y dijo: -lleva vino.
El rey preguntó, ¿para quién es?.
El joven contestó, señor mi caballo esta cansado y no puede mas.
El Rey llamo a Juan y dijo: -ve he investiga quien cruza mis tierras.
Juan fue en su asno, regresó y dijo: -es don Fernando, lleva vino para el pueblo, le manda saludos, vinos selectos y monedas de oro como tributo.
Dijo el Rey, -mas vale viejo provechoso, que joven orgulloso.


Relato 279 . 190 palabras
FRANCISCO ESPINOSA JARAMILL
QUERETARO - MEXICO
VOTEN POR MI
Hace años no llovía, la gente no sabía que hacer.
José, decía. -si yo pudiera hacer llover, tendríamos buenas cosechas.
Un día, José vio una luz brillante que salió de un arbusto, y se desprendió otra lucecita de esta.
Era una varita mágica; José, la alzo y comenzó a llover, la bajó y comenzó a correr aire, la agitó y salió el sol, la giró y comenzó a caer granizo y rayos, emocionado se puso a jugar.
La gente del pueblo, se abrigaba, salían con paraguas, y muy tristes decían: -estábamos mejor antes, porque sabíamos que no iba a llover, pero ahora no sabemos si lloverá o hará calor.
El dueño de la varita vino a recogerla y le dijo a José. - por esta razón el hombre no puede tener poder, porque cuando lo tiene hace lo que le place, olvidando las necesidades de la gente.
Como castigo tu y tus descendientes sufrirán los caprichos de sus gobiernos, porque solamente verán por sus deseos, no creando fuentes de empleo, ni cosa que les beneficie.
Así que si estas sufriendo y esperas beneficio del gobierno, es que eres descendencia de José.


Relato 280 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 281 . 200 palabras
LIZA GEORGINA VILLEGAS VILLALBA
CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA. MÉXICO
OJOS NEGROS
Aturdida, corre lo mejor que le permiten sus torpes extremidades, intentando perderse en la blancura de la nieve.
-Debo escapar. -Piensa mientras la tundra enrojece con la sangre de su familia. -Tengo miedo, no me quiero morir. -Por segundos las imágenes de su vida sencilla y feliz pasan por su mente, pero se desvanecen de inmediato, entre sus jadeos y saltos descoordinados en la huída sin rumbo.
Por más que se aleja buscando escondite una sombra la sigue sin tregua. La encarnizada persecución parece un deporte macabro.
Las pisadas están cada vez más cerca, la nieve crepita bajo los pies del asesino y la salpica. A lo lejos, el canto de los pájaros le parece un insulto. No hay nadie que pueda ayudarla. El destello plateado de un garfio la ciega un instante.
-¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué tanto odio? ¡Nooooooooooo! -Grita.
Un hombre la toma por el cuello, le ensarta un garfio en la nuca y la golpea hasta matarla. Su sangre lo salpica todo.
-¿Por qué? -Escupe con sus vísceras un último pensamiento, mientras sus hermosos ojos negros relucen, retratando en su reflejo centenares de escenas idénticas, en la matanza anual de focas en el Ártico.


Relato 282 . 60 palabras
PEDRO JOSÉ VICENTE MERCADO
SANTIAGO - REPÚBLICA DOMINICANA.
POR AMOR
El hombre saca una fotografía de su cartera y enseña la imagen de su hijo de siete años. Un ángel.
¡No hay nada ni nadie en el mundo que yo quiera como a esta criatura! -dice jubiloso.
Los ojos le brillan de amor. Está a punto de llorar cuando agrega:
Todos lo saben. Hasta la psicóloga que nos está tratando.


Relato 283 . 197 palabras
ROSARIO ANA COSTELLO
BAHÍA BLANCA-PROVINCIA DE BUENOS AIRES-ARGENTINA
EL APOSTADOR
Me dirigía a las máquinas tragamonedas. Atardecía y las veredas estaban atestadas de gente. Mi compulsión por el juego me llevaba a ir por momentos atropellando a las personas para recorrer cuanto antes las cuadras que me faltaban. Sentada contra una vidriera, una muchacha joven con un bebé en brazos se dirigió a mí.
_Señor, una ayuda por favor?
De reojo miré al pequeño dormido y el gesto suplicante de ella. Quise detenerme. Casi lo hice, pero el impulso por ir a apostar fue más fuerte y seguí mi camino. Me dije que al regresar le daría unos billetes. Me torturaba la imagen de la criatura y su madre.
Llegué a la sala y jugaba sintiéndome culpable por cada ficha que perdía. Cuando mis fondos ya llegaban a su fin decidí reservar lo último que me quedaba para ir a cumplir lo dicho. Esperaba así arrancar de mí la sensación de impío que me embargaba.
Salí a la calle. Era noche cerrada. Había perdido la noción del tiempo apostando.
Me apresuré hacia el lugar donde había visto a la muchacha.
La vereda vacía, poca gente en la calle y mis ya inútiles billetes arrugados en la mano?



Relato 284 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 285 . 187 palabras
MANUEL PALENCIA GÓMEZ
TOLEDO - ESPAÑA
BARAKA
El agua le llega por la cintura a Ibrahim. Alza su mirada y ve caer desde más de 60 metros de altura la gran cascada del Ouzoud que se hunde furiosa delante de él. Los babuinos del Atlas juegan y chillan en lo alto. Se arrojan las cáscaras de las nueces que han robado en el huerto de sus abuelos, sólo unos metros más arriba, en las mismas orillas del río en que se baña. Observa a sus amigos que le contemplan expectantes. Sin dudarlo, se arroja con ímpetu hacia la gran cola de agua que con ruido ensordecedor cae desde lo alto. Bracea, empuja con todas sus fuerzas. Apenas a cuatro metros de alcanzar su objetivo, no puede más, no lo consigue. Sale despedido y desmadejado por la corriente que lo revuelca y lo hunde casi hasta asfixiarlo.
Entonces se despierta. Está amaneciendo. Empapado y entumecido, se pone en pie y mira hacia el mar. Está solo. No sabe qué ha sido de sus compañeros. Comienza a caminar por la playa. Las olas van borrando sus huellas. Sólo se pregunta si estará por fin en España.


Relato 286 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 287 . 76 palabras
ANGELA TORRIJO ARCE
VALENCIA - ESPAÑA
PRIMAVERA
La hierba mojada comenzó a tomar color. Gotas, posadas en cristales irregulares, iban derritiéndose mansamente. Licuando oxigeno. El sol aparecía después de tanta mañana de niebla, mientras el viento, por fin tibio, le acariciaba la espalda devolviéndole el color estancado. Una nube maternal, cedió paso al haz de luz. Se concentró en ese punto exacto. Dónde el suelo más dolía. Cuando más sola estaba la tierra. Nadie la vio sonreír. Íntimamente, sólo el rocío se regocijó.


Relato 288 .
No admitido a concurso por incumplimiento de las bases. 2a). máximo 200 palabras.


Relato 289 . 40 palabras
LEONARDO JUAN LEZCANO GÓMEZ
ALCALÁ DE HENARES, MADRID, ESPAÑA
UN MUNDO DIFERENTE
Al campo del hambre de Sway en Etiopía, ingresó un día un famélico niño. Cuando la misionera salesiana que lo recibió le preguntó si había comido, el niño respondió "Si, señorita, comí un pedazo de pan ayer por la mañana".


Relato 290 . 81 palabras
LEONARDO JUAN LEZCANO GÓMEZ
ALCALÁ DE HENARES, MADRID, ESPAÑA
EL ÚLTIMO POEMA
No imaginas cuantos poemas te he escrito: poemas de angustia, poemas de soberbia, poemas de orgullo, poemas de arrepentimiento, poemas de sexo, poemas de amor...
Tú conoces solo unos pocos de los muchos que te he escrito y probablemente permanezcas sin conocerlos todos.
Lo cierto es que no sé como calificar este poema, si acaso es un poema y no un lamento, aunque sí te aseguro que será el último poema que conozcas pero no el último poema que te escriba.



Relato 291 . 100 palabras
ROBERTO JUSMET CASSI
BARCELONA - ESPAÑA
UNA EMOCIÓN MORTAL
En estos momentos todo está oscuro a mi alrededor, muy oscuro. No sé ni dónde estoy. Pero quiero deciros que, desde el momento que contraté internet, he estado todos los días mirando en google si mi nombre también aparecía en la pantalla. Pero no. Nunca salió. Es normal, claro. ¿Por qué iba a salir? Me distraía, no obstante, mirarlo. Pero ayer por la noche, menuda emoción, vi claramente en la pantalla mi nombre y hasta mis apellidos. La pena es que no pude saber el motivo por el cual salía, porque todo a mí alrededor se volvió oscuro, muy oscuro.


Relato 292 . 191 palabras
JOSÉ MATÍAS ARGUMÁNEZ NIETO
QUINTANAR DE LA ORDEN, TOLEDO, ESPAÑA.
A LAS DAMAS
Alarmadas van las camaradas, andan ancladas, almas aplanadas marchan para apartar las amargas armas sangradas?
Trabas para vasallas maltratadas, tal ancha hacha a las palabras clamadas? ¡alcayatas a cataratas!
Mas, hablad, cantad, saltad, alzad las palmas hasta la cara para acallar a la parca, hasta trazar altas hazañas, gallardas salvas bravas para la mar alarmada.
Falta la palabra sagrada dada a la fama. Saladas ráfagas manan al aplacar las alas tras las tachas pasadas.
Garras malvadas, dramas arrancan a maña la paz alcanzada al aclamar las palmas ganadas.
Asaltad la plaza, salvad la raya, dad la talla. Mañana al alba bajarás amargada hasta la playa amada.
Llagada, cansada nadas hasta las barcas, las alcanzas, arrastras la carga? la daga clavada atrás.
Ajada apartas la navaja, la marca a ras llama a las hadas; sanas, amas, das calma, bajas la faz? a la larga: nada. La caspa, mala calaña apartará las castas, dará la lata? ¡saña bramada!
Avalan las amalgamas, llamarán a las aldabas, hasta saldrán canas.
¿Vacas, flacas haraganas, ratas, barraganas? ¡Basta! Jamás callarán, trabajarán para plantar la "A". Tacharán las patrañas a llamaradas, las damas alzadas ganarán, pararán la matanza.


Relato 293 . 193 palabras
JOSÉ MATÍAS ARGUMÁNEZ NIETO
QUINTANAR DE LA ORDEN, TOLEDO, ESPAÑA.
LA PIEDRA DEL CAMINO
Quise hallar el sentido a mi vida mientras paseaba por el campo. Busqué en el cántico
de los pájaros, en el brotar de las flores... Medité sobre el viento, el horizonte y los olivos que arrullaban mi caminata, pero al final, fue una piedra quien llamó mi atención.
-¿Quieres conocer el motivo de la existencia? -me preguntó-.
-Eso quiero -respondí- ¿Tú lo conoces? Sólo eres una piedra del camino...
-Tienes razón, pero tú tienes una pregunta y yo una respuesta; déjame mostrártelo.
Acepté. Aseguró que para hallar la solución debería tenderme en el suelo junto a ella y esperar paciente.
Así hice. Comenzó a llover y nos vimos envueltas en barro.
La gente, de regreso a la ciudad anduvo sobre nosotras, nos pisaron ruedas de bicicletas?
Después, un muchacho nos cogió y nos arrojó a unas latas.
Por último, un albañil nos usó para rellenar una zanja. Cuando el cemento nos cubría dentro del hoyo la piedra sentenció:
-¿Por qué bajaste la vista al suelo para buscarme? Disfrutabas de los pájaros, las flores, el viento, el horizonte y los olivos? ¿No lo entiendes? Eres una piedra en el camino de tu propia vida.


Relato 294 . 200 palabras
INOCENCIO JAVIER HERNÁNDEZ PÉREZ
LA LAGUNA, TENERIFE. ESPAÑA
SÓLO TENGO UN DIOS (mi metralleta)
Primero la violaron hasta que el dolor se transformó en la peor de las anestesias: silencio y olvido. Días después, debido a los desgarros internos (ya no producía placer) sustituyeron la violación por la tortura. Le cortaron los pies, colgaron sus senos en la puerta de entrada de la casa y diseccionaron sus entrañas con la exactitud de un cirujano ciego, repartiéndolas de forma altruista, a los hambrientos perros del poblado. Ese día Dios debía estar de vacaciones en algún lejano rincón del universo. Los implacables asesinos me condujeron al cuartel de reclutamiento. Me abofetearon hasta escupir todos los dientes y el ápice de alma que aún albergaba mi corazón. A partir de entonces tenía un nuevo nombre: 26292, y un nuevo Dios, una metralleta que instantáneamente respondía a mis deseos sin gestiones irreales. Cuatro semanas después estrené mi nueva religión. Disparé a cuanto ser vivo observó mi objetivo. El ruido enaltecía mi sed de venganza, las balas lubricaban la piel del demonio enemigo, y los gritos (sinfonías ideadas para derretir el poder de los sueños) no alcanzaban la intensidad de los de mamá. Diez años después escribo esta carta al mundo, con los dedos sobrevivientes de mi único pie.


Relato 295 . 189 palabras
PEDRO J. LOPERA MORENO
GRANADA, ESPAÑA
LA FÁBRICA.
Lo que ocurre es que la fábrica me está secando el cerebro. Lo sé cuando me enfrento a una lectura que no sea la prensa deportiva, cuando alguien me anima a expresar mi opinión sobre algo que no sea la velocidad de la cinta transportadora. Y cuando veo una película no quiero que me obligue a devanarme los sesos; te diré más: el cine oriental me parece sumamente pretencioso y vacío, me da exactamente igual lo que diga la crítica. Sé que últimamente no pienso con claridad y que ya no suelo decirte lo que siento. Es cierto que antes me emocionaban otras músicas, otros libros, otras formas de entender la realidad. Probablemente me estoy convirtiendo en uno de ellos y paso demasiado tiempo haciendo cábalas sobre el convenio colectivo y las horas extras; además soy consciente de que hablo más del encargado que de lo nuestro. Pero cariño, entiéndelo, no es que me apetezca verlo, lo que ocurre es que aunque sean veintidós tipos en calzoncillos corriendo tras un balón, es el partido más importante del año, todos lo están viendo y mañana no hablarán de otra cosa.


Relato 296 . 198 palabras
RODRIGO TORRES QUEZADA
CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE
LEPTOCEPHALUS
Más oscuro que las tinieblas, más monstruoso que el mesozoico, y aun así, sublime como una aurora teñida de crepúsculo, el fondo abisal marino se presenta ante sus visitantes como la antesala a un infierno oscuro o quizás a un cielo incomprendido.
Existe una historia, ya con los años exagerada por la memoria, acerca de un osado aventurero que armado con una escafandra llegó hasta quince mil metros de profundidad en el mar. Probablemente fue una batisfera o un batiscafo el que llegó a esos límites, pero la leyenda quiso recaer en un hombre.
La historia cuenta que el aventurero nada vio, que tropezó con corales y plantas sin clorofila que le mordieron las manos. Ahí, en el fondo, son todos carnívoros. De pronto, un terrible movimiento lo arrastró varios metros. Era un eco gigantesco que provenía desde una oscuridad desconocida y que hacía cimbrar en bamboleo todo objeto. Encendió una pequeña linterna y dio un grito: creaturas de tres metros cantaban una canción horrenda pero a la vez hipnotizante. Sus cuerpos fusiformes y membranosos invitaban a pensar en un pez de la especie leptocephalus, muy parecida a una serpiente marina. El hombre, poseído, se unió al coro.


Relato 297 . 198 palabras
RODRIGO TORRES QUEZADA
CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE
ESA PINTURA
El amor es un sentimiento único, hermoso y placentero. Hay quienes dicen que sólo se puede sentir una vez en la vida en su forma verdadera. Si es así, mi historia de amor les puede parecer un tanto estrafalaria?y extraña.
Resulta que en la casa de mi tío abuelo Guillermo, hay un cuadro de pintura colgado en la muralla del comedor. Cuando le visito no puedo estar sin separar mis ojos de aquella beldad: es una dama de unos treinta años que mira hacia una esquina, con gran nostalgia y pesar. Al principio me daban ganas de consolarla, luego tuve intenciones de abrazarla y finalmente me dieron deseos de amarla. Con gran ansiedad le imploré al tío abuelo Guillermo que me hablase de la identidad de aquella bella dama, pero me dijo que no sabía nada pues la pintura pertenecía a sus abuelos. Miré por todos lados del marcó y no hallé ningún nombre que me pudiese dar una pista para aliviar mi aflicción.
Un día, cuando la noche llegó y me encontraba solo con ella, mi dama, en el comedor, comencé a dedicarle dulces poemas, acaso mitigaba su nostálgica pena. Entonces, súbitamente, sus ojos me observaron.


Relato 298 . 198 palabras
RODRIGO TORRES QUEZADA
CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE
PEQUEÑO DÁKTILO
Cuando César entro corriendo a la casa, gritando que había encontrado un hueso de "dáktilo", su padre se sorprendió. Tomó el hueso que su hijo le mostraba y quedó hecho puro silencio. Él mismo le había contado esa infantil historia la noche anterior para que se durmiera:
La dulce Nereida, la madre grande, la ninfa de los mares, subía de las profundidades y se sentaba en un pequeño monte para observar a la humanidad. Pero habían muchos crueles enemigos que le querían hacer daño por lo que siempre llevaba consigo a un pequeño dáktilo, una creatura que la defendía briosamente de los chacales, las hienas, los calmucos y los moruecos. Muchas veces la creatura quedaba agotada, con gran pérdida de sangre debido a sus batallas, entonces la diosa madre le prodigaba un dulce beso y el ser volvía a sentirse fuerte. A veces la gran beldad sentía pena por el pequeño pues sospechaba que este la estaba comenzando a amar.
Un día, Dáktilo descubrió que su señora estaba dichosa en los brazos del centauro. Se sintió abatido pero al instante un chacal apareció y dio la batalla. Quedó malherido. La diosa, entonces, le besó?pero Dáktilo no despertó.


Relato 299 . 118 palabras
VALENTINA MUHR ALTAMIRANO
SANTIAGO - CHILE
LAS CASAS DE SANTIAGO.
En la cúspide de las chimeneas ponen jaulas para que los pájaros no entren por los tubos de ventilación. Una paloma desatenta o por el contrario muy crítica, anudó su nido en el techo de una de estas jaulas. Dos pisos más abajo, en el departamento quince, Santiago recibió esta mañana dos gorriones enjaulados como regalo de cumpleaños. A uno le nombró "Feliz" y al otro"Cumpleaños".
Después de que pasó horas escuchando los tristes y cortos paseos de sus pájaros podados, decidió liberarlos al irónico cielo de Santiago, repito irónico, agrando Irónico. Quién diría que justo arriba de él, una paloma, que bien sabe de libertad, apuesta a que las jaulas son el mejor lugar para vivir.


Relato 300 . 194 palabras
VALENTINA MUHR ALTAMIRANO
SANTIAGO - CHILE
POR MIENTRAS QUE ATRAVIESAN, QUEMAN, LIJAN.
Un obrero trabaja sobre un andamio en el piso veinte de una construcción, de pronto, la botella retornable de coca cola que tiene entre sus manos se resbala y cae. El obrero se detiene a ver la caída. La tapa de la botella se desprende y libera el agua como un cañón, como un extintor. La botella gira innumerables veces y cae hasta rebotar con fuerza al suelo. Hasta rebotar innumerables veces en el suelo, mientras continúa escupiendo con ira el agua negra. Sigue girando, ahora en lo horizontal del piso, con una velocidad inquietante. La coca cola se acaba y la botella deja de rebotar, de a poco de girar, se balancea cada vez menos, como un pulso de algo terminal. Los demás siguen atravesando, quemando, lijando. El obrero mira el cuerpo quieto de la botella que se dibuja al centro de una circunferencia húmeda y oscura, como un charco de sangre le parece a él. El obrero de la coca cola perfila una expresión de horror. Repasa el viaje del cuerpo que dejó caer e imagina que es su propia cabeza la que explota, decide renunciar. Los demás siguen atravesando, quemando, lijando.




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